sábado, 11 de febrero de 2012

Un corazón agrandado

“A las palabras de amor / les sienta bien su poquito / de exageración” decía Machado. Y eso le pasa a corazón, que es una palabra hecha de aumentativos. Desde el latín COR, los romances han derivado palabras como coeur (francés), cuore (italiano), cor (catalán) o cord (rumano), pero el corazón del español proviene de sumar a COR dos aumentativos latinos: COR + ACEU + ONE. Hemos construido en español, pues, un corazón agrandado que se acrecienta a base de sufijos, como crecía el corazón del propio Cid cuando le decía a su familiar antes de marchar a la pelea:

No hayades pavor por que me veades lidiar
Con la merced de Dios e de Santa Maria madre
Créceme el corazon porque estades delant
El corazón del héroe que se expande ante la visión de su amada es en el Cantar de Mio Cid una imagen brillante, contenida, muy distinta de la exhibición pública de amor derrochado que ocurrirá en la celebración de San Valentín el próximo 14 de febrero.
Hablando de amores, ¿decís mi marido o mi esposo, mi mujer o mi esposa? ¡No os ruboricéis! ¿Llamáis a vuestra pareja cari? ¿Lo denomináis mi novio o mi chico? En mi pueblo las viejas aún dicen Fulanita le habla a Fulanito para señalar que están empezando a ser novios y Fulanito quiere a Fulanita cuando quieren decir que 'le gusta'. ¿Qué os parece eso de prometido? Confesemos nuestros apelativos de amor, y reconstruyamos el léxico moderno de esta área y sus cambios últimos. Dejad vuestro comentario y un besito, corazones...
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“A las palabras de amor / les sienta bien su poquito / de exageración” decía Machado. Y eso le pasa a corazón, que es una palabra hecha de aumentativos. Desde el latín COR, los romances han derivado palabras como coeur (francés), cuore (italiano), cor (catalán) o cord (rumano), pero el corazón del español proviene de sumar a COR dos aumentativos latinos: COR + ACEU + ONE. Hemos construido en español, pues, un corazón agrandado que se acrecienta a base de sufijos, como crecía el corazón del propio Cid cuando le decía a su familiar antes de marchar a la pelea:

No hayades pavor por que me veades lidiar
Con la merced de Dios e de Santa Maria madre
Créceme el corazon porque estades delant
El corazón del héroe que se expande ante la visión de su amada es en el Cantar de Mio Cid una imagen brillante, contenida, muy distinta de la exhibición pública de amor derrochado que ocurrirá en la celebración de San Valentín el próximo 14 de febrero.
Hablando de amores, ¿decís mi marido o mi esposo, mi mujer o mi esposa? ¡No os ruboricéis! ¿Llamáis a vuestra pareja cari? ¿Lo denomináis mi novio o mi chico? En mi pueblo las viejas aún dicen Fulanita le habla a Fulanito para señalar que están empezando a ser novios y Fulanito quiere a Fulanita cuando quieren decir que 'le gusta'. ¿Qué os parece eso de prometido? Confesemos nuestros apelativos de amor, y reconstruyamos el léxico moderno de esta área y sus cambios últimos. Dejad vuestro comentario y un besito, corazones...

14 comentarios:

Ángel Luis Robles dijo...

A mí lo que me gusta es lo de "conocer".

Patricia Manzano dijo...

Me encanta que todavía "fulanita le hable a fulanito" y que las novias salgan de casa de sus padres el día de la boda aunque lleven más tiempo fuera del nido que dentro (¡y por supuestísimo de blanco!).
No soporto ni cari, ni gordi; yo soy más de mi tesoro, mi niño... Sí, una melosa al fin y al cabo :)
Buena tarde de domingo a todos los lectores y en especial a ti, Lola.
Besos

Lola Pons dijo...

Gracias por tus buenos deseos, Patricia: mi tarde de domingo se está dedicando a trabajo administrativo diverso: algo descorazonador.

Iñaki Cano dijo...

¡Este tema me encanta! Y lo tengo bastante trabajado, además: es lo que tiene ser un hombre casado con otro hombre (no lo llamen matrimonio gay, porque también vale para las chicas; de hecho, no lo califiquen de ninguna manera especial, porque las ceremonias son idénticas. Se llama matrimonio.).

Una vez, antes de estar casados, hable de mi chico, y una compañera de la universidad se pensó que era padre de un adolescente.

Con lo de mi esposo o mi marido, aunque técnicamente es lo correcto, no me identifico. Me retrotrae a otros tiempos. Y lo de mi santo, que popularizó Elvira Lindo, tampoco nos gusta a muchos, quizá por eso precisamente.

Por eso me hizo mucha ilusión encontrar en el Quijote una fórmula muy curiosa que utiliza Sancho para hablar de su mujer (a ratos Juana, a ratos Teresa): mi oíslo. Además, morfológicamente, es una palabra la mar de interesante. Y es la que utilizo en los contextos más informales.

Aunque el apelativo más habitual que nos dirigimos es el rey.

Pepelu dijo...

Desde luego yo tampoco soporto lo de Cari o Gordi, es que eso me suena a Canis...Lo cual no quita que puesto a usar apelativos amorosos no sea yo tan cursi como la gran mayoría, lo normal es que use Princesa, o Reina :-)
También he usado mucho una terminología de barrio que teníamos entre amigos para referirnos a la chica con la que uno se liaba pero no terminaba de tener nada serio: Flovia (me consta que entre mis amigos hemos usado este neologismo desde hace más de 11 años, pero desconozco el alcance que ha tenido fuera de mi barrio).
A la mujer que ha vivido y compartido su vida conmigo siempre he preferido llamarla Compañera (al menos así nos llamábamos entre nosotros, puede que fuera por lo del poema: "compañero del alma"; o puede que no, no lo sé), Aunque de cara al público la expresión solía ser "Mi pareja".
En fin, lo de "novio/a" es otro término que tampoco termina de convencerme.
Feliz Domingo. Saludos, Patricia

Antonio dijo...

¿Soy yo el único que se dirige a su pareja con la palabra "cari"? A mí no me parece tan cursi, es más, en este campo léxico existen diminutivos imposibles, apelativos tomados de la más empalagosa repostería, y palabras que no hacen referencia alguna a la afectividad. Conozco a una pareja que utiliza "chato/a" para dirigirse el uno al otro. Mi hermano y mi cuñada usan la palabra "bolo" (como apelativo cariñoso, no como insulto). ¿De verdad "cari" es tan horrible?
Por otra parte, cuando hago referencia a mi pareja, el término que utilizo depende de la situación en la que me encuentre. En un ambiente distendido e informal suelo decir "mi pareja", mientras que en un contexto formal u oficial siempre hablo de "mi marido". Esto último a veces genera malentendidos derivados de la obsesión de algunas teleoperadoras por hablar con la "señora de la casa", pero en general la teoría de las peras y las manzanas con el tiempo va perdiendo vigencia.

Lola Pons dijo...

No sé si han muerto o no unos apelativos cariñosos de los ochenta que se usaban mucho, como "mi chorbo /a". Eran muy de barrio; de otros barrios un poco distintos era eso de "mi salecón" (por aquello de que "sale conmigo". Mi oíslo es una cosa preciosa, Iñaki, viene del "¿oíslo?" con que deberían acabar muchas frases de maridos a mujeres. Y una cosa más: en Cuba "echarse un marido" es "tener un amante", de forma que se puede tener esposo y marido al mismo tiempo, en dos personas distintas... un guiño a ese tipo de amores que también tienen su San Valentín.

Elena D.C.A. dijo...

Precioso el oíslo de Iñaki Cano y muy divertida la anécdota de 'mi chico'. Yo he recurrido a ese apelativo en varias ocasiones informales para hablar de mi marido y evitarme preguntas de cuándo, por qué y cómo me casé. Aun así, me parece bastante infantil y supongo que por eso la amiga de Iñaki pensó que estaba hablando de su hijo...
Si en Cuba 'echarse un marido' es tener un amante, en Colombia suele presentarse a la novia/ligue/amante como 'mi mujer'. Sin embargo, si se utiliza 'mi esposa' no existe ambigüedad alguna.
En cuanto a los apelativos cariñosos(y sin ruborizarme, Lola)yo utilizo 'amor', eso sí, sin ningún tipo de artículo posesivo que lo preceda.
E.D.C.

Pascual Garrido dijo...

En Jaén de donde soy lo que se decía, al menos antiguamente, era "ponerse novio", ¿te has puesto novia?; no soy nada amante del llamado arte cinegético, pero lo de "puesto" remite a eso, a la caza. Y hace muchos años observé que en Levante, Castellón de la Plana, se hablaba de "festejar": Fulanita festeja con Fulanito. Qué gracia, ¿no?, la palabra es bien bonita... Saludos.

Inma Vaquero dijo...

Yo soy tradicional: hace ocho años presentaba a mi novio y ahora a mi marido. En mi pueblo (Lantejuela) se sigue diciendo lo de "fulanito le habla a menganita" y "¿se han casa(d)o? No se han rejunta(d)o". Lo que nunca me ha gustado es "mi parienta", así llaman en Osuna a la novia.
Besos, Lola.

Joaquín P Borge dijo...

En mi caso particular,cuando me refiero a mi pareja hablando con propios o extraños,utilizo "mi novia".En la intimidad utilizamos "titi" como apelativo y,la verdad es que no se ni de dónde lo sacamos,ni de nadie que también lo utilice.Por cierto Lola,hoy me he ruborizado un poco porque yo le he dicho a mi novia más de una vez "guapérrima" y hoy ha salido a relucir en clase,jaja Por cierto,mi mejor amigo,Guti,se está hablando con una chiquilla(en mi pueblo se sigue diciendo así) y le dice cariñosamente "gordi".Lo curioso de todo ésto es que es su quinta novia y a todas le ha dicho exactamente lo mismo,desde la primera hasta la última.Cosas de la vida.
Un saludo :)

juan dijo...

Me pasa algo parecido a lo de Iñaki. Muchas veces he dicho "mi pareja" porque marido me resulta arcaico. Otras veces cuando tengo que presentar a mi pareja he dicho "el que me hace cosquillitas con los pies", aunque sea un poco largo.
Y el apelativo con el que lo llamo es "quillo" o "pichita" (lo siento, soy de Cádiz).
En cuanto a expresiones antiguas, en mi pueblo aún se dice "Fulanito se pasea con Fulanita". Y mi abuela me decía: "Hoy viene tu guayabo?"

Paola. dijo...

En algunos lugares del norte de España hablan de "cogerse novio/ novia" cuando se empieza a salir con alguien (te puedes encontrar a personas que te dicen de otras que "se cogió novio" o "se cogió novia"), algo a lo que en Andalucía y en muchos otros lugares de nuestro país nos referimos con "echarse novio/ novia" o "salirle a uno novio/novia". Con respecto a los apelativos, reconozco que me resulta muy divertido oírle la palabra "maromo" a personas que, bromeando sanamente en situaciones informales, la utilizan para referirse a la pareja de alguien (aunque yo no la incluiría dentro de mi idiolecto si se diese el caso, jajaja). Y "mi niño" o "mi niña" me parecen muy tiernos, pero lo de "cari" es otra historia... cuando yo se lo empecé a oír a personas que lo utilizaban para referirse a sus novios o novias no me parecía tan horrible, pero hoy día me pasa exactamente igual que a muchos de vosotros, que me suena a "cani".

Anónimo dijo...

El doctor me dijo que tenia el corazon agrandado, me imagino que debe ser por esfuerzos hechos en la vida en el trabajo, pero debe ser tambien por hacer mucho el AMOOOOORRRRRR.....

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