lunes, 6 de mayo de 2019

Instantáneas #44. Abril 2019


En la AJIHLE de Huelva
¿No os pasa que cuando paráis después de mucha actividad el cuerpo se queda en una inercia acelerada? Tras un mes de marzo trepidante, me pasó eso a primeros de abril pero encontré una lectura que me ayudó a ir bajando el ritmo: Aguas verdes, cielo verde (Editorial Impedimenta) de Mavis Gallant, publicada originalmente en 1959. Es un retrato apacible, lento y también breve de cómo pueden llegar a ser las relaciones familiares. Esta frase resume la trama de la novela: “Quien carece de un país emocional, puede considerar a cualquier otra persona su casa". Es la primera de las instantáneas de este mes. Siguen algunas más:
1. En abril di un par de conferencias. Una de ellas fue el Lunes Santo en Santander. Los festivos de la Universidad de Sevilla no coinciden con los de la Universidad de Cantabria, así que cuadré fechas para poder escaparme un par de días al norte, ver paisajes verdes y conferenciar sobre cómo la vida empuja a la lenguaLa otra conferencia me quedaba más cerca: fue en la Universidad de Huelva, donde di la plenaria de inauguración del congreso de AJIHLE (Jóvenes Investigadores en Historiografía e Historia de la Lengua Española). Ya he hablado alguna vez en el blog (por ejemplo, aquí y aquí) del cariño que guardo a esa asociación, con la que yo empecé y en la que hice a mis principales amigos de la profesión. Volver a una Ajihle para inaugurarla me resultó simbólico y muy emocionante.
En Santander con Alfredo Moro
2. Y aún más emocionante fue la celebración que pude disfrutar el Día del Libro. Como ya anuncié por aquí, mis alumnos y yo organizamos el acto “Filología es un sustantivo femenino”, una clase abierta en que regalamos libros, tuvimos un par de actuaciones musicales y nueve intervenciones de otros tantos estudiantes que se preocuparon de elegir temas preciosos que exponer al público en microcharlas: Rosa Lida, María Goyri, María Moliner, cartas de mujeres del siglo XVIII al XX. Hubo instantes emocionantes, y quien estuvo sabe a qué me refiero. Pero por encima del auditorio lleno y de las felicitaciones al final, yo me quedo con el trabajo previo al acto: los ensayos, la timidez de muchos al hablar en público y su forma de superarla. Este mes publicaba Rosa Montero este lúcido artículo sobre cómo se prepara una intervención en público. Y eso mismo hicieron mis estudiantes: prepararse bien, garantizarse la soltura oral.
Todos los participantes en el acto del Día del Libro
3. Este mes salieron en El País tres textos míos: una tribuna de opinión en torno a lo que ha de pesar a un político cuando logra un escaño y dos textos divulgativos sobre cuestiones del español: una sobre léxico, en concreto, sobre la palabra guiri (se tradujo también al inglés, aquí) y otra sobre gramática, en concreto sobre la s que incorrectamente suena en contestastes
4. Y termino con un compañero filólogo, Emilio del Río, que ha publicado el libro Latín lovers que presenté en la Casa del Libro de Sevilla también en abril.
Emilio del Río y yo hemos publicado libros con gafas de sol...
Y ya estamos en mayo... qué desfachatez es esto de que el tiempo pase tan rápido. Apenas da tiempo a saborear el caramelo. Buen mes para vosotros, lectores.




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En la AJIHLE de Huelva
¿No os pasa que cuando paráis después de mucha actividad el cuerpo se queda en una inercia acelerada? Tras un mes de marzo trepidante, me pasó eso a primeros de abril pero encontré una lectura que me ayudó a ir bajando el ritmo: Aguas verdes, cielo verde (Editorial Impedimenta) de Mavis Gallant, publicada originalmente en 1959. Es un retrato apacible, lento y también breve de cómo pueden llegar a ser las relaciones familiares. Esta frase resume la trama de la novela: “Quien carece de un país emocional, puede considerar a cualquier otra persona su casa". Es la primera de las instantáneas de este mes. Siguen algunas más:
1. En abril di un par de conferencias. Una de ellas fue el Lunes Santo en Santander. Los festivos de la Universidad de Sevilla no coinciden con los de la Universidad de Cantabria, así que cuadré fechas para poder escaparme un par de días al norte, ver paisajes verdes y conferenciar sobre cómo la vida empuja a la lenguaLa otra conferencia me quedaba más cerca: fue en la Universidad de Huelva, donde di la plenaria de inauguración del congreso de AJIHLE (Jóvenes Investigadores en Historiografía e Historia de la Lengua Española). Ya he hablado alguna vez en el blog (por ejemplo, aquí y aquí) del cariño que guardo a esa asociación, con la que yo empecé y en la que hice a mis principales amigos de la profesión. Volver a una Ajihle para inaugurarla me resultó simbólico y muy emocionante.
En Santander con Alfredo Moro
2. Y aún más emocionante fue la celebración que pude disfrutar el Día del Libro. Como ya anuncié por aquí, mis alumnos y yo organizamos el acto “Filología es un sustantivo femenino”, una clase abierta en que regalamos libros, tuvimos un par de actuaciones musicales y nueve intervenciones de otros tantos estudiantes que se preocuparon de elegir temas preciosos que exponer al público en microcharlas: Rosa Lida, María Goyri, María Moliner, cartas de mujeres del siglo XVIII al XX. Hubo instantes emocionantes, y quien estuvo sabe a qué me refiero. Pero por encima del auditorio lleno y de las felicitaciones al final, yo me quedo con el trabajo previo al acto: los ensayos, la timidez de muchos al hablar en público y su forma de superarla. Este mes publicaba Rosa Montero este lúcido artículo sobre cómo se prepara una intervención en público. Y eso mismo hicieron mis estudiantes: prepararse bien, garantizarse la soltura oral.
Todos los participantes en el acto del Día del Libro
3. Este mes salieron en El País tres textos míos: una tribuna de opinión en torno a lo que ha de pesar a un político cuando logra un escaño y dos textos divulgativos sobre cuestiones del español: una sobre léxico, en concreto, sobre la palabra guiri (se tradujo también al inglés, aquí) y otra sobre gramática, en concreto sobre la s que incorrectamente suena en contestastes
4. Y termino con un compañero filólogo, Emilio del Río, que ha publicado el libro Latín lovers que presenté en la Casa del Libro de Sevilla también en abril.
Emilio del Río y yo hemos publicado libros con gafas de sol...
Y ya estamos en mayo... qué desfachatez es esto de que el tiempo pase tan rápido. Apenas da tiempo a saborear el caramelo. Buen mes para vosotros, lectores.




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