sábado, 3 de septiembre de 2016

¡En marcha!

Cojo un bolso de los grandes, que solo uso para la Universidad, y cargo en él algunos libros de lectura que me han acompañado este verano y que tengo que devolver a la biblioteca. Entro de nuevo en la Facultad: el antiguo edificio de la Fábrica de Tabacos sigue siendo muy fresquito en verano, la fuente salpica un poco si pasas cerca y lo hago a propósito para que me caiga alguna gota. Hace calor, y eso era igual en julio, cuando cerré la carpeta y me despedí por un mes. Empiezo a tropezarme con compañeros. Me encuentro con mi querida doctoranda Blanca Garrido, que este miércoles 7 de septiembre defiende su tesis. Las dos estamos nerviosísimas. Abro el correo electrónico y, entre mensajes que borro y otros que se guardan para leer con tiempo, hay invitaciones a charlas fuera y un par de propuestas de trabajo que me encantan. En fin: ha empezado septiembre.

Agosto ha sido un mes estupendo, que ha reunido muchos buenos ratos, playa, lectura, deporte, comidas riquísimas, orden en casa, piscina... Ahora la vuelta al cole es inevitable y toca otra marcha distinta... Se me va la cabeza a las palabras, como siempre. ¡La palabra marcha! ¡Cómo ha cambiado! Tenía hasta el siglo XVIII un sentido militar, una marcha era una expedición guerrera, marchar suponía caminar dejando huella, con fuerza. Hoy ir de marcha es en España ‘ir de fiesta’, nada de adusta disciplina castrense. Y marcharse es necesario, porque para que exista el trabajo ha de existir el descanso.
Empieza otra época, otro curso más. Y como los anteriores, siempre es distinto a ellos. Siento intriga por saber cómo serán mis nuevos alumnos, cómo resultarán mis próximas publicaciones, cómo saldrán los encuentros científicos que tengo en preparación... Vuelvo a casa andando y pensando en todas las cosas que quiero hacer. Entre ellas, seguir escribiendo en este blog y en mis redes sociales para sacar la Filología a la calle. ¿Os apetece acompañarme? ¿Nos ponemos en marcha? Estoy convencida de que voy a pasármelo bien, y no quiero estar sola en el camino. 
Bienvenido a una nueva temporada de Nosolodeyod
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Cojo un bolso de los grandes, que solo uso para la Universidad, y cargo en él algunos libros de lectura que me han acompañado este verano y que tengo que devolver a la biblioteca. Entro de nuevo en la Facultad: el antiguo edificio de la Fábrica de Tabacos sigue siendo muy fresquito en verano, la fuente salpica un poco si pasas cerca y lo hago a propósito para que me caiga alguna gota. Hace calor, y eso era igual en julio, cuando cerré la carpeta y me despedí por un mes. Empiezo a tropezarme con compañeros. Me encuentro con mi querida doctoranda Blanca Garrido, que este miércoles 7 de septiembre defiende su tesis. Las dos estamos nerviosísimas. Abro el correo electrónico y, entre mensajes que borro y otros que se guardan para leer con tiempo, hay invitaciones a charlas fuera y un par de propuestas de trabajo que me encantan. En fin: ha empezado septiembre.

Agosto ha sido un mes estupendo, que ha reunido muchos buenos ratos, playa, lectura, deporte, comidas riquísimas, orden en casa, piscina... Ahora la vuelta al cole es inevitable y toca otra marcha distinta... Se me va la cabeza a las palabras, como siempre. ¡La palabra marcha! ¡Cómo ha cambiado! Tenía hasta el siglo XVIII un sentido militar, una marcha era una expedición guerrera, marchar suponía caminar dejando huella, con fuerza. Hoy ir de marcha es en España ‘ir de fiesta’, nada de adusta disciplina castrense. Y marcharse es necesario, porque para que exista el trabajo ha de existir el descanso.
Empieza otra época, otro curso más. Y como los anteriores, siempre es distinto a ellos. Siento intriga por saber cómo serán mis nuevos alumnos, cómo resultarán mis próximas publicaciones, cómo saldrán los encuentros científicos que tengo en preparación... Vuelvo a casa andando y pensando en todas las cosas que quiero hacer. Entre ellas, seguir escribiendo en este blog y en mis redes sociales para sacar la Filología a la calle. ¿Os apetece acompañarme? ¿Nos ponemos en marcha? Estoy convencida de que voy a pasármelo bien, y no quiero estar sola en el camino. 
Bienvenido a una nueva temporada de Nosolodeyod

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Y allí vamos! Encantada por acompañarte ♡

Unknown dijo...

Los inicios siempre han de resultarnos emociantes y nuestras expectativas sobre lo que vendrá deberían llevarnos a un futuro soñado. Ojalá vivamos muchos comienzos juntas, y que la yod nos acompañe (al menos, hasta el miércoles).

juliofromperu dijo...

Fascinado por tu blog Lola! Me enteré de "Una lengua muy larga" gracias a una entrevista que te hiciera el diario "El comercio" de Perú. Estuve buscando tu libro en toda Lima sin éxito, pero gracias a la tecnología lo pude comprar por Amazon.com y ya lo tengo conmigo. Me gusta mucho tu forma de redactar y de hacer que las cosas sean entretenidas. Te seguiré en tu blog en esta nueva temporada.

¿¿¿Éxitos x 1000???

Julio Marchena Medina

Lola Pons dijo...

Estimado Julio Marchena, gracias por tu comentario. En efecto, "Una lengua muy larga" está marchando bien en Perú, y es algo que me llena de emoción. Un saludo hasta allá.

Espe dijo...

Pues te he conocido hoy mismo, porque me he quedado a trabajar en casa y he visto la entrevista que te han hecho en La 2 de Televisión Española; y me han gustado tanto "Una lengua muy larga" (que ya he apuntado en mi lista de futuras compras "librescas") y tu blog, que por aquí me quedo con tu permiso.

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