domingo, 10 de abril de 2016

El TFG, el TFM... empezar a investigar

TFG, TFM... son horribles esas siglas, pero en España nos hemos hecho a ellas porque con la reforma de Bolonia se hacen obligatoriamente trabajos de fin de grado (TFG) y al terminar los másteres se hacen trabajos de fin de máster (TFM). Después de años dirigiendo trabajos de este tipo y juzgándolos en tribunales me permito hacer públicas algunas recomendaciones a los alumnos que emprenden este camino con la intención de superar a esa sigla a final de curso. Como tutora, suelo organizar la dirección de mis alumnos así:
1. Elegimos tema. Normalmente pregunto al alumno qué NO le gusta y en qué asignaturas se ha desenvuelto mejor; a partir de ahí, consensuamos uno o dos temas y pido al alumno que lea un par de referencias de bibliografía para que se cerciore de que está en sintonía con el objeto de estudio.
2. Temporalizamos: a quienes empiezan a investigar les recomiendo que comiencen reservando una tarde, mañana o un día completo de su semana al trabajo. Siempre las mismas horas, siempre los mismos días, al menos al principio. Tratar la investigación como una cita ineludible da constancia y ayuda a irse centrando. Con mis dirigidos suelo fijar un cronograma (aunque no siempre se cumpla...) de manera que el trabajo esté listo para su revisión final con suficiente antelación.
3. Organizamos el trabajo: normalmente se pasa por estas fases: 1.leer la bibliografía (esto va desde que comienzas hasta que estás a punto de depositar); 2.fijar el tema; 3.preparar el índice; 4.empezar a redactar. En mi opinión lo más difícil es preparar el índice: desglosado en epígrafes y subepígrafes, con indicación de cuántas páginas te va a ocupar cada parte y de la bibliografía que mencionarás en cada una de ellas.
4. Preparamos archivos: haz en tu ordenador una carpeta con cuatro archivos de Word: 1) lista de bibliografía (marca de un color la leída y de otro la que está por leer); 2) diario de trabajo (lo que haces en cada una de esas sesiones semanales en torno al tema, así no te olvidas de una semana a otra, hay quien prefiere llevar esto en un cuaderno a propósito); 3) citas sacadas de la bibliografía; 4) trabajo redactado. Para no liarte con versiones ponle estos nombres: bibliografía / trabajo / citas de interes / apellidos_Nombre_TFM.  Esta última es la versión que debes ir enviando o pasando a tu tutor. Lo que él te corrija ha de ir a otra carpeta... algún alumno mío ha terminado depositando una versión de su trabajo previa por liarse con los archivos.
5. Optimizamos el tiempo de corrección: intenta que tu tutor no pierda el tiempo corrigiéndote erratas; entrega tus sucesivas versiones con la lista de bibliografía que te has leído (recuerda que solo has de poner aquello que cites), pon números de página a tu archivo... El tiempo de los profesores es limitado, y si pasamos el rato corrigiéndote detalles de forma, pierdes la posibilidad de que atendamos con detalle al fondo.
6. Cuidamos la última versión: no seas cutre y haz las cosas bien. Maqueta bien, sangra párrafos, pon encabezamientos de página. Permítete saborear el caramelo y que los demás lo lean con agrado.
7. Preparamos la defensa oral: ve a otras defensas (¡muy recomendable!) y ensaya en casa la tuya.

Por lo demás, échale tiempo y pega el trasero a la silla para trabajar. Como sabiamente me decía alguien hace poco: la investigación no es tanto cuestión de cabeza sino de... Termina la frase, deja tu comentario.
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TFG, TFM... son horribles esas siglas, pero en España nos hemos hecho a ellas porque con la reforma de Bolonia se hacen obligatoriamente trabajos de fin de grado (TFG) y al terminar los másteres se hacen trabajos de fin de máster (TFM). Después de años dirigiendo trabajos de este tipo y juzgándolos en tribunales me permito hacer públicas algunas recomendaciones a los alumnos que emprenden este camino con la intención de superar a esa sigla a final de curso. Como tutora, suelo organizar la dirección de mis alumnos así:
1. Elegimos tema. Normalmente pregunto al alumno qué NO le gusta y en qué asignaturas se ha desenvuelto mejor; a partir de ahí, consensuamos uno o dos temas y pido al alumno que lea un par de referencias de bibliografía para que se cerciore de que está en sintonía con el objeto de estudio.
2. Temporalizamos: a quienes empiezan a investigar les recomiendo que comiencen reservando una tarde, mañana o un día completo de su semana al trabajo. Siempre las mismas horas, siempre los mismos días, al menos al principio. Tratar la investigación como una cita ineludible da constancia y ayuda a irse centrando. Con mis dirigidos suelo fijar un cronograma (aunque no siempre se cumpla...) de manera que el trabajo esté listo para su revisión final con suficiente antelación.
3. Organizamos el trabajo: normalmente se pasa por estas fases: 1.leer la bibliografía (esto va desde que comienzas hasta que estás a punto de depositar); 2.fijar el tema; 3.preparar el índice; 4.empezar a redactar. En mi opinión lo más difícil es preparar el índice: desglosado en epígrafes y subepígrafes, con indicación de cuántas páginas te va a ocupar cada parte y de la bibliografía que mencionarás en cada una de ellas.
4. Preparamos archivos: haz en tu ordenador una carpeta con cuatro archivos de Word: 1) lista de bibliografía (marca de un color la leída y de otro la que está por leer); 2) diario de trabajo (lo que haces en cada una de esas sesiones semanales en torno al tema, así no te olvidas de una semana a otra, hay quien prefiere llevar esto en un cuaderno a propósito); 3) citas sacadas de la bibliografía; 4) trabajo redactado. Para no liarte con versiones ponle estos nombres: bibliografía / trabajo / citas de interes / apellidos_Nombre_TFM.  Esta última es la versión que debes ir enviando o pasando a tu tutor. Lo que él te corrija ha de ir a otra carpeta... algún alumno mío ha terminado depositando una versión de su trabajo previa por liarse con los archivos.
5. Optimizamos el tiempo de corrección: intenta que tu tutor no pierda el tiempo corrigiéndote erratas; entrega tus sucesivas versiones con la lista de bibliografía que te has leído (recuerda que solo has de poner aquello que cites), pon números de página a tu archivo... El tiempo de los profesores es limitado, y si pasamos el rato corrigiéndote detalles de forma, pierdes la posibilidad de que atendamos con detalle al fondo.
6. Cuidamos la última versión: no seas cutre y haz las cosas bien. Maqueta bien, sangra párrafos, pon encabezamientos de página. Permítete saborear el caramelo y que los demás lo lean con agrado.
7. Preparamos la defensa oral: ve a otras defensas (¡muy recomendable!) y ensaya en casa la tuya.

Por lo demás, échale tiempo y pega el trasero a la silla para trabajar. Como sabiamente me decía alguien hace poco: la investigación no es tanto cuestión de cabeza sino de... Termina la frase, deja tu comentario.

7 comentarios:

Mun dijo...

Siempre tenemos miedo a no ser capaces de las cosas porque no somos cerebritos o nos consideramos más mediocres que brillantes. Sin embargo, yo creo que lo único necesario para ser bueno en algo y ser capaces de ello (si Dios no nos bendice con una mente de matriculas de honor) es la constancia y la originalidad, esas dos tienen que ser nuestras metas y nuestras herramientas.

Anabel A.

Lola Pons dijo...

Sin ánimo de ser ofensiva (antes al contrario) la diferencia entre los alumnos de cuando yo estudiaba y los actuales es que antes nos creíamos muy listos, y a los de ahora alguien les ha dicho que no lo son... y se lo han creído.
El esfuerzo es el único camino hacia el éxito; no creo que nadie haya logrado jamás una meta digna (ni futbolista, ni profe universitario ni peluquero NADIE) sin haberse currado el camino.
Así que, Anabel, adelante y mucho trabajo. Gracias por tu comentario.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Trabajo, constancia y sacrificio. Sin duda, las claves del éxito. Guardo un buen recuerdo de mi TFM y el resultado fue fantástico porque lo preparamos con antelación y sin agobios. Desde aquí quiero darte las gracias Lola. Fue un auténtico placer contar contigo como directora de TFM. Un abrazo.

Ángel Luis Robles dijo...

sino de confianza, tanto en uno mismo, en sus conocimientos, como en quien dirige tu TFM. Seguir al pie de la letra, pero críticamente, las recomendaciones y hasta órdenes de tu tutora es fundamental. A veces somos ciegos ante nuestos errores. Yo me alegro de que Catalina Fuentes me dirigiera y fuera persistente en algunos detalles. Sin ella no hubiera podido terminar un trabajo que creo bastante aceptable (bueno diría, si no pecara de soberbia)

Un saludo.

Bettina Kaminski dijo...

Me encanta tu blog y este artículo! Afortunadamente ya llegué a superar tanto el TFG (en Alemania) como el TFM (en la Universidad de Sevilla). Este camino me llevó al doctorado en Filología Alemana. Por lo tanto me encantaría leer una entrada con algunas recomendaciones útiles para la tesis doctoral en cuanto a preparaciones de archivos y optimización de tiempo. Muchas gracias. Un saludo

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