sábado, 12 de marzo de 2011

Una "perla" lingüística

Las calles pueden ser pizarras al aire. Una va andando por una calle cualquiera de Sevilla y se encuentra un ejemplo de cómo se pierden los casos latinos y cómo se reemplazan en español. La calle Perla está en el barrio de la Alfalfa, en el centro de Sevilla. Es un callejón estrecho que tiene estas placas de identificación a cada lado, una más nueva que la otra:


En estas dos fotos se observa la variación entre aposición (calle Perla) y sintagma preposicional con de (calle de la Perla). En latín se usaba más en ese contexto denominativo la aposición (por ejemplo, el río Garona como GARUMNA FLUMEN) que el genitivo (GARUMNAE FLUMEN). En español la construcción con aposición se mantiene, y, perdidos los casos, el genitivo es reemplazado por una forma con de.
Hoy es más común la forma sin preposición, pero todavía se pueden oír (o ver, como mostramos aquí) calle de Velázquez o calle de la Feria, estructuras donde la de perdida se puede explicar también por el desgaste fonético de la preposición, como ya indicaba Rafael Lapesa en el indispensable artículo sobre este tema que mencionábamos en la entrada anterior. ¿Con qué perla lingüística te has encontrado por la calle? Deja tu comentario...
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Las calles pueden ser pizarras al aire. Una va andando por una calle cualquiera de Sevilla y se encuentra un ejemplo de cómo se pierden los casos latinos y cómo se reemplazan en español. La calle Perla está en el barrio de la Alfalfa, en el centro de Sevilla. Es un callejón estrecho que tiene estas placas de identificación a cada lado, una más nueva que la otra:


En estas dos fotos se observa la variación entre aposición (calle Perla) y sintagma preposicional con de (calle de la Perla). En latín se usaba más en ese contexto denominativo la aposición (por ejemplo, el río Garona como GARUMNA FLUMEN) que el genitivo (GARUMNAE FLUMEN). En español la construcción con aposición se mantiene, y, perdidos los casos, el genitivo es reemplazado por una forma con de.
Hoy es más común la forma sin preposición, pero todavía se pueden oír (o ver, como mostramos aquí) calle de Velázquez o calle de la Feria, estructuras donde la de perdida se puede explicar también por el desgaste fonético de la preposición, como ya indicaba Rafael Lapesa en el indispensable artículo sobre este tema que mencionábamos en la entrada anterior. ¿Con qué perla lingüística te has encontrado por la calle? Deja tu comentario...

8 comentarios:

Yago dijo...

Pues siguiendo con las perlas lingüísticas que nos podemos encontrar por las calles de Sevilla, cuando paseo por el barrio (de la) Santa Cruz y paso por la calle Cruces, también un pequeño callejón que comunica la encantadora plaza de las Cruces con la calle Ximénez de Enciso, no deja de agradarme echarle un vistazo a la antigua placa en que se lee "CALLE DE LAS CRVZEZ". Alguna vez, al pasar, he ido acompañado de algún/a profano/a que se ha reído del supuesto ceceo que aparentemente reflejan esas grafías, y en más de una ocasión he estado por contestar y ponerme a disertar sobre la vacilación de las grafías que afecta a las sibilantes desde la segunda mitad del siglo XIV y que dura hasta el XVIII, de manera que esas zetas pueden representar realmente sonidos bien distintos (¿se trataría de ceceo [más raro en Sevilla capital desde que los repobladores castellanos trajeron aquí su lengua], de seseo, de distición s/z? Quién sabe). Pero, tras hacer el intento, me lo pienso mejor y llego a la conclusión de que merece más la pena disfrutar del barrio de Santa Cruz sin pensar en otra cosa más que en las maravillas que nos encontramos a lo largo de sus tortuosas callejuelas.

Lola Pons dijo...

Sí, conozco esa calle, y, como C/ Perla, tiene arriba la placa "Cruces" y abajo la antigua "Calle de las Crucez" (si te fijas, hay otra placa en el interior de la calle que sí reza "Cruces"). Por cierto, con lo de Ximénez también tienes oportunidad de explicar los cambios en las grafías al hilo de los cambios en la pronunciación. Otra pizarra al aire. Gracias por tu comentario.

Andrés dijo...

“ESTA CRUÇ E OBRA MANDÓ FACER E ACABAR EL MUCHO HONRRADO E NOBLE CAULLERO DIEGO DE MERLO GUARDA MAYOR DEL RREY E REYNA NUESTROS SEÑORESDEL SU CONSEJO E SU ASISTENTE DESTA CIUDAD DE SEUILLA E SU TIERRA E ALCAIDE DE LOS SUS ALCAÇARES E ATARAÇANAS DELLA LA CUAL SE ACABO´PRIMERO DE…DEL AÑO DEL NACIMIENTO DE NUESTRO SALUADOR JESUCHRISTO DE MIL E QUATRO ÇIENTOS E OCHENTA E DOS AÑOS REINANDO EN CASTILLA LOS MUY ILLUSTRES Y SERENISSIMOS E SIEMPRE AUGUSTOS RREY E RREYNA NUESTROS SEÑORES DON FERNANDO E DOÑA YSABEL”.

En el friso interior de la cúpula del antiguo humilladero de la Cruz del Campo aparece esta inscripción. Un templete que la historiografía tradicional nos habla de cómo el primer marqués de Tarifa, Don Fabrique Enríquez de Ribera, utilizó para que allí concluyera el primer Vía Crucis que se realizaba en la ciudad y que tenía como punto de partida su palacio de San Andrés o de los Adelantados (la casa de Pilatos), un posible origen para nuestra Semana Santa. No sé qué habrá de verdad en esta historia ni si los datos son correctos, pero realidad o ficción, lo cierto es que con el paso de los años la Cruz del Campo se volvió a convertir para muchos en un nuevo templo de peregrinación, fresquita, con menos incienso y más espuma. Saludos cuaresmales Lola.

Lola Pons dijo...

Creo que los datos son correctos, Andrés; ese Via crucis comenzó en el XVI y se recuperó documentalmente en los años 70 (puedes ver placas al respecto en la Plaza de Pilatos). La ironía es que esa fábrica Cruz del Campo que tomó su nombre de esa cruz extramuros que antiguamente marcaba los confines últimos de la ciudad dejó de ser sevillana y ahora seguimos teniendo la vieja cruz pero ya la fábrica de Cruzcampo no es fábrica. Lo de siempre en Andalucía.
Gracias por el comentario y los agudos saludos cuaresmales (época de semiabstinencia alcohólica, ¿no?).

Tamara y Olga dijo...

Hola Lola, parece que tenemos un poco olvidado el blog porque hace tiempo que no ponemos un comentario pero no es así. De hecho, este fin de semana paseando por el centro de Sevilla pasamos por la calle Perla, Ximenez de Enciso... y nos iba recordando esta entrada. La verdad no encotramos ninguna perla lingüística pero siempre es bonito encontrar en las calles antiguos azulejos casi desaparecidos con el antiguo nombre de dicha calle como en la calle Argote de Molina donde hay un pequeño azulejo que pone Calle Silos. O leer azulejos que recuerdan hechos relacionados con nuestra lengua o nuestra literatura como el que recuerda la casa de nacimiento de Cernuda en la calle Acetres, o de Machado en el Palacio de Las Dueñas, o el que vimos el sábado por casualidad en la calle Amparo, cerca de la calle Feria, donde un azulejo recordaba que allí estuvo la redacción de la revista Grecia que defendía el vanguardismo literario.
Sólo aconsejar a todos los que participan en el blog y a tí, Lola, a pasear por las calles de Sevilla y ver lo que normalmente pasa desapercibido ante nosotros.

Valen dijo...

...aquí va otra! :)
http://www.flickr.com/photos/42747566@N02/5579230778/in/set-72157626404275288/

Lola Pons dijo...

Qué buena: una foto de Daniel Sáez Rivera, gran localizador de escenarios urbanos rentables lingüísticamente. ¡Gracias, Valen!

Andrés dijo...

Lola con esta entrada nos has convertido en verdaderos sabuesos lingüísticos sueltos por la ciudad. El otro día me encontré con estas inscripciones en la fachada lateral de la Catedral (calle Alemanes). Enlazo la información que encontré, aunque parece que hay varias hipótesis sobre su procedencia y finalidad. ¿Podemos considerar a estos supuestos vítores como gamberradas gráficas del pasado?. Entonces, las numerosas pintadas “Pepito X Pepita, forever”, etc. que encontramos en muchas fachadas de establecimientos no deberían indignarnos tanto, porque sólo necesitarían tiempo para convertirse en futuras perlas lingüísticas. De cualquier forma, parece que nuestros paseos por Sevilla han cambiado para siempre. Saludos

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