Desde el martes, este es un mundo sin Julio Arenas Olleta, y eso es sin duda un mundo peor. Inteligente, divertidísimo, agudo, muy cariñoso; como filólogo era reflexivo, meticuloso, sagaz. Esa obra filológica fue truncada por un accidente en 2010 del que poco a poco se fue recuperando; y, ahora, cuando todo parecía enderezarse, nos ha tocado despedirnos de él. Está siendo un diciembre de muchos duelos.
Con lo presumido y elegante que era, sé que Julio aprobaría esta foto que subo de él. Me la mandó por Skype hace años y me obligó a que la titulase Julito sacando músculo. Qué bonito eras por dentro y por fuera, Julio.
1 comentarios:
Un ejemplo de superación y tenacidad, un persona cariñosa como pocas, un gran amigo que no olvidaremos. ¡Hasta siempre, Julio!
Publicar un comentario
Closed