domingo, 10 de octubre de 2010

Un viaje de ida y vuelta a Perú

Un viaje de ida a Perú en el siglo XVI nos hubiera llevado al Virreinato del Perú, ancho territorio dependiente de España que ocupaba lo que hoy es Perú, Ecuador, Bolivia y parte de Chile. En ese viaje habríamos constatado el uso del español entre criollos y dirigentes procedentes de la metrópoli y el empleo indígena del quechua. En un viaje a Perú de ida llegó la lengua española, que ganó hablantes en detrimento de la lengua indígena aunque sin hacerla desaparecer de la zona andina, como sí ocurrió con muchas otras lenguas precolombinas hoy perdidas. Curiosamente, tras independizarse las colonias de España en el XIX, las lenguas indoamericanas no resultaron favorecidas sino que perdieron hablantes, ya que los nuevos estados americanos consideraron que el plurilingüismo podía ser un freno para el progreso nacional. Las nuevas repúblicas independientes tenían mayoritariamente una población que no hablaba español, aunque sus dirigentes, criollos blancos, sí lo hablasen; por eso en el XIX y en el XX, se llevaron a cabo campañas de castellanización, de modo que la verdadera difusión del español en el Nuevo Mundo se produjo —paradójicamente— con la emancipación de la metrópoli. El libro de Humberto López Morales La aventura del español en América, en un estilo científico-divulgativo muy ameno y de fecunda lectura, narra ese proceso de consolidación de la lengua española en el continente americano. Valga como recomendación bibliográfica en vísperas del día de la Hispanidad.
Los viajes de vuelta desde Perú hicieron que quienes regresaban de América cubiertos de fortuna fueran llamados peruleros, y que valiera un Perú o un Potosí lo que mucho importaba. Del quechua hablado allí llegaron al español palabras como cancha o papa, y de Perú viene ahora el estrenado Nobel de Mario Vargas Llosa.
La primera de las novelas hispanoamericanas que leí fue La tía Julia y el escribidor, ella me llevó a todos los demás: García Márquez, Bioy Casares, Mutis y a algunas otras de nuestro Nobel inmediato. Hoy recuerdo personajes como el escribidor Camacho, el odiado Fonchito, la estridencia del Sinchi, la frustración de Urania y frases como la célebre "En qué momento se jodió el Perú" de la que para mí es la mejor novela de Vargas Llosa. ¿Qué libro de este autor más os gustó? Deja tu comentario o alguna cita de su obra, literaria o periodística
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Un viaje de ida a Perú en el siglo XVI nos hubiera llevado al Virreinato del Perú, ancho territorio dependiente de España que ocupaba lo que hoy es Perú, Ecuador, Bolivia y parte de Chile. En ese viaje habríamos constatado el uso del español entre criollos y dirigentes procedentes de la metrópoli y el empleo indígena del quechua. En un viaje a Perú de ida llegó la lengua española, que ganó hablantes en detrimento de la lengua indígena aunque sin hacerla desaparecer de la zona andina, como sí ocurrió con muchas otras lenguas precolombinas hoy perdidas. Curiosamente, tras independizarse las colonias de España en el XIX, las lenguas indoamericanas no resultaron favorecidas sino que perdieron hablantes, ya que los nuevos estados americanos consideraron que el plurilingüismo podía ser un freno para el progreso nacional. Las nuevas repúblicas independientes tenían mayoritariamente una población que no hablaba español, aunque sus dirigentes, criollos blancos, sí lo hablasen; por eso en el XIX y en el XX, se llevaron a cabo campañas de castellanización, de modo que la verdadera difusión del español en el Nuevo Mundo se produjo —paradójicamente— con la emancipación de la metrópoli. El libro de Humberto López Morales La aventura del español en América, en un estilo científico-divulgativo muy ameno y de fecunda lectura, narra ese proceso de consolidación de la lengua española en el continente americano. Valga como recomendación bibliográfica en vísperas del día de la Hispanidad.
Los viajes de vuelta desde Perú hicieron que quienes regresaban de América cubiertos de fortuna fueran llamados peruleros, y que valiera un Perú o un Potosí lo que mucho importaba. Del quechua hablado allí llegaron al español palabras como cancha o papa, y de Perú viene ahora el estrenado Nobel de Mario Vargas Llosa.
La primera de las novelas hispanoamericanas que leí fue La tía Julia y el escribidor, ella me llevó a todos los demás: García Márquez, Bioy Casares, Mutis y a algunas otras de nuestro Nobel inmediato. Hoy recuerdo personajes como el escribidor Camacho, el odiado Fonchito, la estridencia del Sinchi, la frustración de Urania y frases como la célebre "En qué momento se jodió el Perú" de la que para mí es la mejor novela de Vargas Llosa. ¿Qué libro de este autor más os gustó? Deja tu comentario o alguna cita de su obra, literaria o periodística

3 comentarios:

Miguel Lasida dijo...

Conversación en La Catedral es desde luego una novela muy recomendable. Además, los artículos publicados en la prensa son ejemplos de elocuencia y clarividencia. Otra cosa es que se esté o no de acuerdo con tal o cual postura.

Anónimo dijo...

'La ciudad y los perros' fue una novela que me impactó por la violencia y represión que sufrían unos 'chiquillos' de secundaria en el colegio militar Leoncio Prado. Me resultó en cierta manera lejano hasta que conocí a un ecuatoriano de mi edad que me contó anécdotas muy parecidas a las relatadas por Vargas Llosa. En el año 2000 visité aquel colegio quiteño y reviví 'La ciudad y los perros' al ver cómo a niños de entre 4 y 15 años les pasaban revista en esa rutinaria formación y alineación que sufrían cada mañana a las 7 antes de entrar a sus clases.
[Gracias, Lola, por este blog. Te leo siempre desde Suiza. Elena]

Anónimo dijo...

Conversación en La Catedral, La casa verde, Lituma en los Andes.

Tengo pendiente La guerra del fin del mundo.

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