sábado, 17 de diciembre de 2011

Mi tipo

Estoy leyéndome estos días un libro muy entretenido sobre fuentes de letras: Es mi tipo, de Simon Garfield. En él se analizan los tipos de letras de carteles electorales, paradas de metro, discos de Amy Winehouse, los aviones de Easy Jet, la revista Rolling Stone o la camiseta de Messi y se cuentan los orígenes, triunfos y fracasos de las fuentes más usadas hoy. Los tipos de letras suscitan adhesiones y odios inquebrantables y también tuvieron efectos sobre la historia de los idiomas.
Antes de la imprenta, había familias de letras, modos de escribir que se transmitían por zonas y escuelas de generación en generación. En la península, la letra más extendida en la Alta Edad Media fue la llamada letra visigótica, mientras que en Francia se había popularizado entre quienes sabían escribir la llamada letra carolingia (imagen a la derecha), que toma su nombre del emperador Carlomagno en torno a cuya corte floreció. Esta letra se comenzó a emplear desde fines del siglo VIII y fue una verdadera revolución para Occidente, ya que poco a poco fue reemplazando a otras letras haciéndose una fuente internacional. Era una letra clara, con pocas ligaduras, con espacio entre palabras y muy legible.
A la Península llegó en fecha más tardía y reemplazó a la letra visigótica (una muestra en la imagen de la izquierda) en torno al siglo XII. Este cambio de letra es algo más que un mero reemplazo gráfico: solemos estar muy apegados a escribir como nos han enseñado, y si los escribas gradualmente fueron inclinándose a cambiar de letra fue porque una nueva corriente de influjo francés estaba llegando a la Península legitimada por matrimonios reales, ayudada por el Camino de Santiago y expresa también en otros rasgos lingüísticos que calaron en las lenguas romances peninsulares: nuevo léxico, por ejemplo (bachiller, garzón, deán, galán, paje). No fue un cambio inocente esta adopción de la letra carolingia, que luego transitó hacia una nueva letra, la llamada gótica.
Hablamos, pues, de las letras. ¿Perpetúas alguna particularidad gráfica que te transmitieron en la escuela al aprender a escribir? ¿Haces una e rara que nada más que escribes tú? ¿Círculos perfectos sobre las íes? ¿Prefieres la a “de imprenta” a la a? Existe un grupo de detractores de la letra Comic Sans Serif, que la critican y persiguen con odio ¿Estás entre ellos? Yo adoro las fuentes Cambria, Helvetica y Verdana, soy neutral ante la Times New Roman y me parece un pastiche la Book Antiqua. ¿Cuál es tu letra en el ordenador y por qué? Piensa en tu tipo y deja tu comentario...
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Estoy leyéndome estos días un libro muy entretenido sobre fuentes de letras: Es mi tipo, de Simon Garfield. En él se analizan los tipos de letras de carteles electorales, paradas de metro, discos de Amy Winehouse, los aviones de Easy Jet, la revista Rolling Stone o la camiseta de Messi y se cuentan los orígenes, triunfos y fracasos de las fuentes más usadas hoy. Los tipos de letras suscitan adhesiones y odios inquebrantables y también tuvieron efectos sobre la historia de los idiomas.
Antes de la imprenta, había familias de letras, modos de escribir que se transmitían por zonas y escuelas de generación en generación. En la península, la letra más extendida en la Alta Edad Media fue la llamada letra visigótica, mientras que en Francia se había popularizado entre quienes sabían escribir la llamada letra carolingia (imagen a la derecha), que toma su nombre del emperador Carlomagno en torno a cuya corte floreció. Esta letra se comenzó a emplear desde fines del siglo VIII y fue una verdadera revolución para Occidente, ya que poco a poco fue reemplazando a otras letras haciéndose una fuente internacional. Era una letra clara, con pocas ligaduras, con espacio entre palabras y muy legible.
A la Península llegó en fecha más tardía y reemplazó a la letra visigótica (una muestra en la imagen de la izquierda) en torno al siglo XII. Este cambio de letra es algo más que un mero reemplazo gráfico: solemos estar muy apegados a escribir como nos han enseñado, y si los escribas gradualmente fueron inclinándose a cambiar de letra fue porque una nueva corriente de influjo francés estaba llegando a la Península legitimada por matrimonios reales, ayudada por el Camino de Santiago y expresa también en otros rasgos lingüísticos que calaron en las lenguas romances peninsulares: nuevo léxico, por ejemplo (bachiller, garzón, deán, galán, paje). No fue un cambio inocente esta adopción de la letra carolingia, que luego transitó hacia una nueva letra, la llamada gótica.
Hablamos, pues, de las letras. ¿Perpetúas alguna particularidad gráfica que te transmitieron en la escuela al aprender a escribir? ¿Haces una e rara que nada más que escribes tú? ¿Círculos perfectos sobre las íes? ¿Prefieres la a “de imprenta” a la a? Existe un grupo de detractores de la letra Comic Sans Serif, que la critican y persiguen con odio ¿Estás entre ellos? Yo adoro las fuentes Cambria, Helvetica y Verdana, soy neutral ante la Times New Roman y me parece un pastiche la Book Antiqua. ¿Cuál es tu letra en el ordenador y por qué? Piensa en tu tipo y deja tu comentario...

10 comentarios:

Se me va de la lengua dijo...

Es curioso el apego que sentimos hacia tantos aspectos diferentes de las lenguas y la escritura... Recuerdo que cuando cambié de colegio (en 3º de primaria) me obligaron a cambiar de caligrafía y, ¡uy lo que odié a esa profesora!
Sin embargo, a veces hay cambios que nos gustan: la primera vez que di clase de inglés en Etiopía, mis alumnos (que emplean el amárico, escrito en un silabario que poco tiene que ver con nuestro alfabeto) no entendían mis efes y las cambié para que se pareciera a la tipográfica: sigo escribiéndolas así con mucho cariño y creo que siempre recordaré gracias a quienes mis efes tienen la forma que tienen ahora.
Por cierto, ya que hablas de los detractores de Comic Sans, supongo que conoces esto: http://comicsansproject.tumblr.com/

Ángel Luis Robles dijo...

Voy a intentar responder a estas preguntas, que nunca antes las había oído. Jajaja. En realidad este es de los pocos blogs que conozco que merecen la pena.

Yo perpetúo, más o menos fielmente, al trazo horizontal del rabito de la q, por ejemplo.Y mi L actual es la que aprendí de un profesor, quizás en primaria. A veces hago una s tal que así, y otras una ese redonda, de escuela. Con la de me pasa igual, unas veces hago el trazo vertical como una ese, otras la inclino hacía la izquierda y otras la continúo hacía abajo. A veces hago A tal que así, y otras redondita.

Odio los círculos sobre las íes jaj.

Esa comic no la tengo, tengo la Comic Sans SM, y no me gusta mucho. Pero tampoco odio. Las hay peores.

En el ordenador uso Calibri, y me gusta, la Cambria también me gusta mucho, pero quizás para leer sea más cómoda la Calibri, que se parece bastante creo. La Helvética no la tengo en este pc, y no lo entiendo porque la he usado, no me acuerdo cómo es. La Times New Roman es demasiado anticuada, de máquina de escribir, tendrá su encanto, pero para el ordenador quizás sea incómoda.La Verdada es demasiado grande para mi gusto.

Lo que si tengo es tipos que representan grafías góticas, o griegas (no la symbol, que no vale para nada, sino otras fuentes mucho mejores que me permiten escribir en griego perfectamente), incluso me descargué una DEMO con runas, ogham, y otras escrituras no latinas.

También me descargué fuentes para escribr en Quenya y en Sindarin, así como en Khuzdul.

Y luego tengo fuentes especiales,como imitando, quizás muy bien, tipos antiguos de imprenta.

Luego uso poco estas cosas, pero me hace ilusión... qué se le va a fazer.

Miguel Lasida dijo...

No he conocido a ningún diseñador que defienda en público la Comic Sans. Suele ser víctima de la mofa colectiva. A mí tampoco me agrada, todo sea dicho. En cuanto a las demás, creo que a la Times, lo que es de la Times. Verdada y Helvética son finas y prácticas. Cuando son asuntos menos utilitarios y hay que aparentar un punto de sofisticación, funciona muy bien la Bauhaus. Siempre puede dar, sus creadores y la escuela, para varias buenas conversaciones sobre pintura, arquitectura, escultura, diseño, música, fiestas, disfraces, matemáticas, vanguardia, ciencia, arte, guerra... (Recomendada para ponentes solitarios en lugares remotos.)

chus dijo...

Vaya,¡ qué buenos comentarios los anteriores! A mi me gusta mucho VERDANA, por su claridad y falta de prosopopeya.La comic sans me parece horrible y la Times new roman me hace bostezar. En la intimidad uso la LINGUA LATINA, que me lleva a años del bachillerato felizmente sobrepasados. Hay una web sobre tipos que es muy completa:WWW.unostiposduros.com.Voy a buscar algunos de los tipos de que habla Angelus-Ruy. Gracias.

Laura Esteban Araque dijo...

Sólo diré una cosa: ¡odio a muerte la a de imprenta escrita en la pizarra! ça m'énerve!

Antonio Pedrote dijo...

He de reconocer que mi letra manuscrita es prácticamente indescifrable. Mis compañeros de clase la sufren de vez en cuando, aunque van aprendiendo a descodificarla.
En el ordenador uso la Calibri porque es clara y sencilla, creo que de eso se trata.

Hito dijo...

Me gusta el tipo Complutum, al menos el de la GFS; y también su historia (será orgullo local... y cuelgue con Píndaro):(http://www.greekfontsociety.gr/pages/gr_typefaces16th.html)
También me gusta la gente que remata las eses finales con un elegante arqueo por debajo de la línea de escritura. Pero esto ya es casi grafofetichismo, me temo.

Anónimo dijo...

¡Qué preciosa que es la letra carolingia! En cuanto a las que empleamos hoy en nuestros escritos, yo acabo decantándome siempre por la Times New Roman (letra 12, para ser exactos; ya es casi una combinación fija en mi cabeza...). Será sosa, tradicional, conservadora y demás calificativos peyorativos con los que se le suele tildar, pero a mí me resulta limpia, clara y ordenada. En definitiva, me proporciona paz.
Dicho esto os podréis imaginar que la Comic Sans me parece un baile de disfraces infantil. Sin embargo, algo a su favor es que los disléxicos la leen con mucha facilidad. Una alumna con dislexia que tuve el año pasado me pidió que le hiciera el examen de morfología con esa letra. Confieso que vacilé en hacer un único examen con la misma letra para todos, pero al verla me cayó una gota de sudor frío por la espalda y me aferré más que nunca a la TNR...

Elena D.C.A.

Lola Pons dijo...

Pues últimamente en los materiales de clase uso Palatino, le he cogido el gusto. ¡Besos dirección Lausana!

Diego Jiménez dijo...

Tipografía Anna. Merece la pena leerlo. Tuvo mucha repercusión (como todo en lo que se involucra el fútbol)

http://www.lavanguardia.com/vida/20121001/54351286942/letras-sindrome-down-camiseta-barca.html

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