Mostrando entradas con la etiqueta Textos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Textos. Mostrar todas las entradas

sábado, 27 de abril de 2019

Expediente Luisito Hompanera

Es una de estas historias sin relevancia pero que podría, con la ficción y la documentación adecuadas, llegar a ser curiosa. Una buena compañera me regaló por mi cumpleaños una primera edición de uno de los libros infantiles de Celia escritos por Elena Fortún.  Cuando yo era pequeña aún se leían las colecciones de libros de Celia, pero nunca fue mi lectura, ya eran otros los libros preferidos entre los niños. Por eso, me acerqué con cierta curiosidad al libro de El mundo de Celia una noche de febrero. Sí, es el retrato de otra infancia: de niñas que hacen solo cosas de niñas, de rutinas domésticas que ya no se practican o nos resultan ridículas, pero también (¡qué grande como autora Elena Fortún!) verdades enormes que, como dichas por una niña, disfrazan críticas a la sociedad de ese tiempo, a los repartos sociales de mujeres y hombres... Pero os quiero hablar hoy por aquí de otra cosa, de eso que veis en la foto. (Si pincháis en la imagen la podéis ver más grande).
Es una estampa rota, escondida dentro del libro, que cayó de las páginas mientras leía. Luisito Hompanera en el anverso, y en el reverso la letra de una canción donde se imita el habla cubana. ¿Quién podría evitar la tentación de bucear en el personaje tratando de averiguar algo más? No saqué mucho: una referencia en prensa y la certeza de que Luisito Hompanera fue un cantante infantil de los años 30 que se movió por la escena madrileña.

Pero si hablo de esto en un blog que trata sobre historia de la lengua es porque esta clase de textos difícilmente supera su propia etapa de uso. Su conservación es azarosa, no suelen entrar en los archivos de documentación. Y aunque la Biblioteca Nacional tenga una curiosa colección (Ephemera) de tarjetas de invitación, recordatorios de comunión y similares, muchas de estas estampas se habrán perdido. La misma niña que asistió a ese espectáculo infantil donde cantó el niño Hompanera guardó la estampa en las páginas de su libro (¿por qué la rompería?); luego su libro fue revendido a un librero madrileño, mi compañera Marga tuvo el buen gusto de elegir ese libro para regalármelo, la obra con Luisito dentro se vino a Sevilla conmigo... Y ahora la estampa está en mi colección de escritura azarosa topada dentro de los libros. Así se van perdiendo o se van custodiando los documentos de otro tiempo. Y con esos azares se reconstruye la historia de un tiempo pasado.


Leer más
Es una de estas historias sin relevancia pero que podría, con la ficción y la documentación adecuadas, llegar a ser curiosa. Una buena compañera me regaló por mi cumpleaños una primera edición de uno de los libros infantiles de Celia escritos por Elena Fortún.  Cuando yo era pequeña aún se leían las colecciones de libros de Celia, pero nunca fue mi lectura, ya eran otros los libros preferidos entre los niños. Por eso, me acerqué con cierta curiosidad al libro de El mundo de Celia una noche de febrero. Sí, es el retrato de otra infancia: de niñas que hacen solo cosas de niñas, de rutinas domésticas que ya no se practican o nos resultan ridículas, pero también (¡qué grande como autora Elena Fortún!) verdades enormes que, como dichas por una niña, disfrazan críticas a la sociedad de ese tiempo, a los repartos sociales de mujeres y hombres... Pero os quiero hablar hoy por aquí de otra cosa, de eso que veis en la foto. (Si pincháis en la imagen la podéis ver más grande).
Es una estampa rota, escondida dentro del libro, que cayó de las páginas mientras leía. Luisito Hompanera en el anverso, y en el reverso la letra de una canción donde se imita el habla cubana. ¿Quién podría evitar la tentación de bucear en el personaje tratando de averiguar algo más? No saqué mucho: una referencia en prensa y la certeza de que Luisito Hompanera fue un cantante infantil de los años 30 que se movió por la escena madrileña.

Pero si hablo de esto en un blog que trata sobre historia de la lengua es porque esta clase de textos difícilmente supera su propia etapa de uso. Su conservación es azarosa, no suelen entrar en los archivos de documentación. Y aunque la Biblioteca Nacional tenga una curiosa colección (Ephemera) de tarjetas de invitación, recordatorios de comunión y similares, muchas de estas estampas se habrán perdido. La misma niña que asistió a ese espectáculo infantil donde cantó el niño Hompanera guardó la estampa en las páginas de su libro (¿por qué la rompería?); luego su libro fue revendido a un librero madrileño, mi compañera Marga tuvo el buen gusto de elegir ese libro para regalármelo, la obra con Luisito dentro se vino a Sevilla conmigo... Y ahora la estampa está en mi colección de escritura azarosa topada dentro de los libros. Así se van perdiendo o se van custodiando los documentos de otro tiempo. Y con esos azares se reconstruye la historia de un tiempo pasado.


miércoles, 21 de febrero de 2018

Dos citas sobre la lengua

Siguen dos citas, una del XV y otra del XVI, para que os acompañen en esta segunda quincena de febrero. La del XV está en boca de Alonso de Cartagena dentro de la Questión fecha por el noble marqués de Santillana:

Tanta es ya la mudança de las palabras que en muchas cosas fallaredes que se muda el tajo del fablar como el de las ropas. 

La del XVI es de Bernardo Pérez de Chinchón, traductor de Erasmo, que dice de la facultad de hablar:

Ella sola es el engrudo, la liga, el ñudo que ata, sustenta y govierna a todo el linage humano.

Es precioso que algo que muda y cambia tanto (la lengua) sea también lo que (ya no lengua sino lenguaje) más nos puede unir. Estoy maravillosamente atrapada en la edición de un texto renacentista.  Es apasionante. Sé que me entendéis.
Leer más
Siguen dos citas, una del XV y otra del XVI, para que os acompañen en esta segunda quincena de febrero. La del XV está en boca de Alonso de Cartagena dentro de la Questión fecha por el noble marqués de Santillana:

Tanta es ya la mudança de las palabras que en muchas cosas fallaredes que se muda el tajo del fablar como el de las ropas. 

La del XVI es de Bernardo Pérez de Chinchón, traductor de Erasmo, que dice de la facultad de hablar:

Ella sola es el engrudo, la liga, el ñudo que ata, sustenta y govierna a todo el linage humano.

Es precioso que algo que muda y cambia tanto (la lengua) sea también lo que (ya no lengua sino lenguaje) más nos puede unir. Estoy maravillosamente atrapada en la edición de un texto renacentista.  Es apasionante. Sé que me entendéis.

miércoles, 1 de junio de 2016

Una lengua muy larga

Llevaba tiempo con esto en la cabeza y hace un año lo terminé. Quería escribir un libro que reflejase todo lo que para mí significa enseñar:  allanar el camino, tender lazos entre la lengua de hoy y la de ayer, verle la poesía al lenguaje cotidiano, explicar en qué consiste ser historiadora de la lengua; en suma, y sabéis que es mi lema, quería sacar la Filología a la calle
Y ahora ese libro ha salido y me hace feliz enseñároslo. Os lo presento:
Una lengua muy larga. Cien historias curiosas sobre el español.
Barcelona: Arpa Editores.
978-84-16601-08-0
Se compra en librerías y aquí
Es una colección de 100 historias sobre una historia... la de la lengua española. Está pensado para el público en general: cualquiera podrá comprender las historias que incluyo y leerlas desordenada u ordenadamente. Los capítulos se agrupan en varias partes (Sonidos, Estructuras, Palabras, Textos...) y en cada uno de ellos (cien en total, pero bien cortos) se cuenta alguna cuestión relacionada con la historia de la lengua. 
Este libro ha nacido inspirado por este blog Nosolodeyod; de hecho, algunas de las historias incluidas se presentaron en borrador aquí, por eso es justo que os dé las gracias a todos los que me habéis seguido en estos años de aventura en las redes desde 2009. Y debo dar las gracias a más gente: al equipo de Arpa Editores, que confió el proyecto, a Francisco Rico, que quiso escribir unas líneas de recomendación para la contraportada, y a todos los amigos a los que he hablado de este libro y que me han acompañado en su desarrollo. Ahora deja de ser mío y es de todos. 
Leer más
Llevaba tiempo con esto en la cabeza y hace un año lo terminé. Quería escribir un libro que reflejase todo lo que para mí significa enseñar:  allanar el camino, tender lazos entre la lengua de hoy y la de ayer, verle la poesía al lenguaje cotidiano, explicar en qué consiste ser historiadora de la lengua; en suma, y sabéis que es mi lema, quería sacar la Filología a la calle
Y ahora ese libro ha salido y me hace feliz enseñároslo. Os lo presento:
Una lengua muy larga. Cien historias curiosas sobre el español.
Barcelona: Arpa Editores.
978-84-16601-08-0
Se compra en librerías y aquí
Es una colección de 100 historias sobre una historia... la de la lengua española. Está pensado para el público en general: cualquiera podrá comprender las historias que incluyo y leerlas desordenada u ordenadamente. Los capítulos se agrupan en varias partes (Sonidos, Estructuras, Palabras, Textos...) y en cada uno de ellos (cien en total, pero bien cortos) se cuenta alguna cuestión relacionada con la historia de la lengua. 
Este libro ha nacido inspirado por este blog Nosolodeyod; de hecho, algunas de las historias incluidas se presentaron en borrador aquí, por eso es justo que os dé las gracias a todos los que me habéis seguido en estos años de aventura en las redes desde 2009. Y debo dar las gracias a más gente: al equipo de Arpa Editores, que confió el proyecto, a Francisco Rico, que quiso escribir unas líneas de recomendación para la contraportada, y a todos los amigos a los que he hablado de este libro y que me han acompañado en su desarrollo. Ahora deja de ser mío y es de todos. 

martes, 9 de septiembre de 2014

Beca en Historia15

¡Oferta de beca de investigación!
El proyecto de investigación que dirijo, Historia15 ("La escritura historiográfica en español: variantes y variación"), tiene ya una andadura de varios años. Arrancó en enero de 2011 apoyado por el Mineco (Ministerio de Economía y Competitividad) y fue renovado en julio de 2014 con más financiación y la incorporación de nuevos investigadores. Actualmente trabajamos dentro de Historia15 compañeros de universidades españolas (Sevilla, País Vasco) y extranjeras (Oxford, Múnich, Birmingham, París 8). La relación completa de miembros y los trabajos que estamos realizando se pueden ver aquí, en nuestra web.
Básicamente nos dedicamos a la edición y el estudio lingüístico de obras de tipo historiográfico escritas en la Baja Edad Media y la época áurea (crónicas, relaciones, epítomes, memoriales...). Hemos organizado jornadas varias (de ellas habéis tenido noticia en este blog) y promovido diversos trabajos de investigación. Actualmente preparamos nuevas actividades, ¡no paramos!
Desde hoy y hasta el 26 de septiembre está abierto el plazo para solicitar una beca de investigación FPI para realizar una tesis doctoral durante los próximos 4 años dentro del proyecto Historia15. Además de la tesis, quienes se incorporan como becarios al proyecto tienen la oportunidad de impartir docencia universitaria y de desarrollar otras actividades asociadas a la investigación. Los requisitos detallados los podéis leer en el BOE de la convocatoria: aquíAnimo a quienes los cumplan y tengan ganas de trabajar, investigar con independencia y leer mucha bibliografía a pedir esta beca. 
Aviso: hay que lidiar con la burocracia española. Pero también advierto: es una buena beca (y lo sabes...). 


Leer más
¡Oferta de beca de investigación!
El proyecto de investigación que dirijo, Historia15 ("La escritura historiográfica en español: variantes y variación"), tiene ya una andadura de varios años. Arrancó en enero de 2011 apoyado por el Mineco (Ministerio de Economía y Competitividad) y fue renovado en julio de 2014 con más financiación y la incorporación de nuevos investigadores. Actualmente trabajamos dentro de Historia15 compañeros de universidades españolas (Sevilla, País Vasco) y extranjeras (Oxford, Múnich, Birmingham, París 8). La relación completa de miembros y los trabajos que estamos realizando se pueden ver aquí, en nuestra web.
Básicamente nos dedicamos a la edición y el estudio lingüístico de obras de tipo historiográfico escritas en la Baja Edad Media y la época áurea (crónicas, relaciones, epítomes, memoriales...). Hemos organizado jornadas varias (de ellas habéis tenido noticia en este blog) y promovido diversos trabajos de investigación. Actualmente preparamos nuevas actividades, ¡no paramos!
Desde hoy y hasta el 26 de septiembre está abierto el plazo para solicitar una beca de investigación FPI para realizar una tesis doctoral durante los próximos 4 años dentro del proyecto Historia15. Además de la tesis, quienes se incorporan como becarios al proyecto tienen la oportunidad de impartir docencia universitaria y de desarrollar otras actividades asociadas a la investigación. Los requisitos detallados los podéis leer en el BOE de la convocatoria: aquíAnimo a quienes los cumplan y tengan ganas de trabajar, investigar con independencia y leer mucha bibliografía a pedir esta beca. 
Aviso: hay que lidiar con la burocracia española. Pero también advierto: es una buena beca (y lo sabes...). 


jueves, 26 de junio de 2014

Di sí; pon no; da alas; lee ese

Di sí; pon no; da alas; lee ese... u otras frases absurdas que se me ocurren omitiendo cuatro de las cinco vocales. Juan de Robles (1631, El culto sevillano)  aconsejaba no escribir con la misma vocal toda la frase (“Las armas dan a España gran fama”, “Todos los moços son locos”) y para evitar eso recomendaba el uso “de los sinónimos que ha de tener el escritor mui bien vistos, i sienpre para este propósito a la mano". No sería muy del gusto de lo que hoy llamamos lipogramas.
Como juego, el lipograma (que consiste en evitar a propósito una o varias letras del alfabeto en un texto) se ha practicado desde la Antigüedad. Para el español, las muestras más viejas están en las novelas de Alonso de Alcalá y Herrera (1599-1682), de origen luso, que escribió cinco novelas, en cada una de las cuales falta una letra. 
Y se ha mantenido hasta hoy: hay lipogramas de Jardiel Poncela y la obra lipogramática más extensa que conozco: la novela de Georges Perec La disparition (1969) que se publicó originalmente en francés sin usar la e y en español se tradujo como El secuestro (sin usar la a, vocal más frecuente en nuestro idioma). Disfruté leyéndola (gracias, Álvaro, por dármela a conocer), pero más por la gracia que por el contenido.
El español tiene cinco vocales, como el latín, pero este tenía vocales largas y breves y ese factor de la cantidad vocálica se perdió entre los siglos III y V d.C. Suena a una cosa muy apocalíptica decir derrumbe de la cantidad vocálica y uno se imagina a un edificio cayendo replegado piso tras piso desde la planta superior al suelo. Pero no es nada muy dramático materialmente, sino algo como esto: 

Hay vocales que se mantienen (pero sin rasgo de cantidad), otras se funden con otras, y otras como la e breve y la o breve diptongan (ie, ue), por eso en español tenemos NOVU > nuevo o BENE> bien. Es el fenómeno de la diptongación, que no se da en gallego-portugués, en zonas suritálicas o en sardo. Pese al derrumbe de la cantidad, hay variedad suficiente de vocales en las lenguas romances como para no hacer lipogramas salvo por juego. Da alas a la andanada; cese el reserve... o sea, deja tu comentario o tu lipograma.
Leer más
Di sí; pon no; da alas; lee ese... u otras frases absurdas que se me ocurren omitiendo cuatro de las cinco vocales. Juan de Robles (1631, El culto sevillano)  aconsejaba no escribir con la misma vocal toda la frase (“Las armas dan a España gran fama”, “Todos los moços son locos”) y para evitar eso recomendaba el uso “de los sinónimos que ha de tener el escritor mui bien vistos, i sienpre para este propósito a la mano". No sería muy del gusto de lo que hoy llamamos lipogramas.
Como juego, el lipograma (que consiste en evitar a propósito una o varias letras del alfabeto en un texto) se ha practicado desde la Antigüedad. Para el español, las muestras más viejas están en las novelas de Alonso de Alcalá y Herrera (1599-1682), de origen luso, que escribió cinco novelas, en cada una de las cuales falta una letra. 
Y se ha mantenido hasta hoy: hay lipogramas de Jardiel Poncela y la obra lipogramática más extensa que conozco: la novela de Georges Perec La disparition (1969) que se publicó originalmente en francés sin usar la e y en español se tradujo como El secuestro (sin usar la a, vocal más frecuente en nuestro idioma). Disfruté leyéndola (gracias, Álvaro, por dármela a conocer), pero más por la gracia que por el contenido.
El español tiene cinco vocales, como el latín, pero este tenía vocales largas y breves y ese factor de la cantidad vocálica se perdió entre los siglos III y V d.C. Suena a una cosa muy apocalíptica decir derrumbe de la cantidad vocálica y uno se imagina a un edificio cayendo replegado piso tras piso desde la planta superior al suelo. Pero no es nada muy dramático materialmente, sino algo como esto: 

Hay vocales que se mantienen (pero sin rasgo de cantidad), otras se funden con otras, y otras como la e breve y la o breve diptongan (ie, ue), por eso en español tenemos NOVU > nuevo o BENE> bien. Es el fenómeno de la diptongación, que no se da en gallego-portugués, en zonas suritálicas o en sardo. Pese al derrumbe de la cantidad, hay variedad suficiente de vocales en las lenguas romances como para no hacer lipogramas salvo por juego. Da alas a la andanada; cese el reserve... o sea, deja tu comentario o tu lipograma.

viernes, 18 de abril de 2014

La intimidad de Gabriel

Podría haber titulado este post La intimidad de Gabo, como imaginando una familiaridad con Gabriel García Márquez que no tengo. No quiero hablar de su intimidad ni de la mía, o sí, pero de ambas a un tiempo. Selvas, fiestas de dictadores, mujeres criollas que levitan, paren, beben o se enamoran, hombres míseros que lucen enormes a la luz de todos, retratos colectivos de pueblos, de historias, de clanes... es la galería que le pintan al universo del Nobel. Pero, en mi lectura de las novelas y cuentos de GGM, disfruté mucho más con los instantes en que la soledad de un personaje permitía conocer el alcance de su pequeñez o su grandeza. García Márquez me ha dejado palabras, fragmentos, párrafos que he repetido mentalmente las veces que me he querido sentir menos sola. En mi particular historia de la lengua española, no podrán nunca separarse de estas frases de García Márquez momentos como: 
Leer más
Podría haber titulado este post La intimidad de Gabo, como imaginando una familiaridad con Gabriel García Márquez que no tengo. No quiero hablar de su intimidad ni de la mía, o sí, pero de ambas a un tiempo. Selvas, fiestas de dictadores, mujeres criollas que levitan, paren, beben o se enamoran, hombres míseros que lucen enormes a la luz de todos, retratos colectivos de pueblos, de historias, de clanes... es la galería que le pintan al universo del Nobel. Pero, en mi lectura de las novelas y cuentos de GGM, disfruté mucho más con los instantes en que la soledad de un personaje permitía conocer el alcance de su pequeñez o su grandeza. García Márquez me ha dejado palabras, fragmentos, párrafos que he repetido mentalmente las veces que me he querido sentir menos sola. En mi particular historia de la lengua española, no podrán nunca separarse de estas frases de García Márquez momentos como: 

viernes, 7 de marzo de 2014

Ucrania en la Historia de la Lengua Española

La primera vez que estudié Geografía en el cole, aún existía la URSS; en el curso siguiente, había caído el muro de Berlín; al otro, había un conjunto de nombres de repúblicas del este nuevas. Recordaba ese cambiar del mapa al oír las alarmantes noticias sobre Ucrania en estos días. Puedo imaginarme a muchos, como yo, redescubriendo la oportunidad geográfica de ese país al mismo tiempo que asistíamos a su moderno proceso de desmoronamiento.
Si ucranio y ucraniano están en el diccionario de la RAE desde el siglo XX (1925 y 1984, respectivamente) resulta que Ucrania y Crimea dejaron su huella geográfica en la obra académica antes, ya en 1884, dentro de definiciones cuanto menos curiosas. Cimerio es un individuo que moró... (leed, leed):


y basterna es el 'individuo de un pueblo antiguo sármata que...'
Leer más
La primera vez que estudié Geografía en el cole, aún existía la URSS; en el curso siguiente, había caído el muro de Berlín; al otro, había un conjunto de nombres de repúblicas del este nuevas. Recordaba ese cambiar del mapa al oír las alarmantes noticias sobre Ucrania en estos días. Puedo imaginarme a muchos, como yo, redescubriendo la oportunidad geográfica de ese país al mismo tiempo que asistíamos a su moderno proceso de desmoronamiento.
Si ucranio y ucraniano están en el diccionario de la RAE desde el siglo XX (1925 y 1984, respectivamente) resulta que Ucrania y Crimea dejaron su huella geográfica en la obra académica antes, ya en 1884, dentro de definiciones cuanto menos curiosas. Cimerio es un individuo que moró... (leed, leed):


y basterna es el 'individuo de un pueblo antiguo sármata que...'

miércoles, 12 de junio de 2013

Gramática prescriptiva


Pétalo a pétalo, memorizó la rosa,
la aspiró tantas veces en su ensueño,
que cuando vio una rosa
verdadera
le dijo
desdeñoso,
volviéndole la espalda:
-mentirosa.


(Ángel González, Diatribas, homenajes).

Leer más

Pétalo a pétalo, memorizó la rosa,
la aspiró tantas veces en su ensueño,
que cuando vio una rosa
verdadera
le dijo
desdeñoso,
volviéndole la espalda:
-mentirosa.


(Ángel González, Diatribas, homenajes).

jueves, 14 de marzo de 2013

¡Etiquétate!



En el siglo XV, el gran Enrique de Villena en la Glosa a la Carta al rey de Navarra por su traducción de la Eneida (edición de Pedro Cátedra pág. 43) clasificaba así las formas de estar en el mundo:

"prinçipalmente en el mundo son doze maneras de estados, siquiere condiçiones de gentes, que son: 
Leer más


En el siglo XV, el gran Enrique de Villena en la Glosa a la Carta al rey de Navarra por su traducción de la Eneida (edición de Pedro Cátedra pág. 43) clasificaba así las formas de estar en el mundo:

"prinçipalmente en el mundo son doze maneras de estados, siquiere condiçiones de gentes, que son: 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Pusieron a Cupido con alas

... pusieron a Cupido con alas. 
Esto fue necessario por dos cosas: 
-La primera, por hazer creíble lo que los poetas dél affirmavan; dizen que Cupido por todo el mundo hiere con saetas e con ardor a todos los onbres e todos los que aman son dél encendidos. Empero no podría esto hazer Cupido si no bolasse muy apriessa, porque en todos los lugares pudiesse esto hazer (...) 
Leer más
... pusieron a Cupido con alas. 
Esto fue necessario por dos cosas: 
-La primera, por hazer creíble lo que los poetas dél affirmavan; dizen que Cupido por todo el mundo hiere con saetas e con ardor a todos los onbres e todos los que aman son dél encendidos. Empero no podría esto hazer Cupido si no bolasse muy apriessa, porque en todos los lugares pudiesse esto hazer (...) 

jueves, 8 de marzo de 2012

Seis edades

"Es de saber que en los onbres son seys hedades, por horden delas quales la primera es ynfançia desde el nasçer fasta los siete años; segunda es pueriçia, que es de los siete fasta los doze. La terçera es adolesçençia fasta los veynte e çinco; la quarta juventud fasta los çinquenta; la quinta vejez fasta los setenta (...) en aquellas tres primeras hedades o alo menos enlas dos son los onbres administrados por las madres" (siglo XV, Diego de Valera, Tratado en defensa de virtuosas mugeres).

Feliz Día de la Mujer Trabajadora a todas las madres que cuidan y administran a nosotros y a nuestros hijos.

¿En qué edad estás tú? Deja tu comentario...
Leer más
"Es de saber que en los onbres son seys hedades, por horden delas quales la primera es ynfançia desde el nasçer fasta los siete años; segunda es pueriçia, que es de los siete fasta los doze. La terçera es adolesçençia fasta los veynte e çinco; la quarta juventud fasta los çinquenta; la quinta vejez fasta los setenta (...) en aquellas tres primeras hedades o alo menos enlas dos son los onbres administrados por las madres" (siglo XV, Diego de Valera, Tratado en defensa de virtuosas mugeres).

Feliz Día de la Mujer Trabajadora a todas las madres que cuidan y administran a nosotros y a nuestros hijos.

¿En qué edad estás tú? Deja tu comentario...

sábado, 25 de febrero de 2012

Di un número: 3733

Conservamos 3733... versos del Cantar de Mio Cid, al que tenemos por uno de los grandes monumentos literarios del castellano y el símbolo de una decisión: la de escribir literatura en romance.
Ha aparecido varias veces en Nosolodeyod: hemos mirado la sevillana estatua de Rodrigo Díaz de Vivar a caballo, le hemos puesto cuerpo al héroe en dibujos animados, hemos comentado la adaptación en verso que hizo del Cantar el poeta Pedro Salinas y hemos mencionado algún recurso en línea que ayuda a entenderlo, como esta página de la Universidad de Texas, a la que ahora sumamos otro vínculo más, muy recomendable, Caminos del Cid, con una introducción histórica al personaje y al Cantar dirigida por el gran cidiano Alberto Montaner.
Hoy, por otro motivo, volvemos a mirar al héroe que llora. Acabo de leer un libro muy particular: ¡Mío Cid! de A. Orejudo, L, Martín y R. Reig, publicado en 2007 por la editorial 451.Re: Aquí el Cid es... otro cantar. Pasado a prosa, modernizado, lleno de humor e irreverencia, leemos en esta obra en español actualísimo tres historias sobre un Mio Cid que parte no al destierro, sino a la conquista de las Galaxias o que asiste al proceso por la afrenta de Corpes como si de una película de juicios se tratase. No sé si a D. Ramón Menéndez Pidal lo escandalizaría o divertiría leer este libro en el que el héroe no se encuentra en Burgos a una inocente niña de nuef años sino a un robot Nokia con voz de metal. Mira, mira el inicio de esta moderna versión:
“Rodrigo volvió la cabeza y con lágrimas en los ojos miró su casa por última vez. Vio las puertas con el dispositivo de seguridad desconectado y las antenas parabólicas sin cables coaxiales. Hacía esfuerzos por ser positivo, pero los presagios no le ayudaban: a la salida de Vivar se le había cruzado una corneja eléctrica por la derecha y luego, entrando en Burgos, otra por la izquierda. (...) nadie le abría la puerta. Ni siquiera el Parador Nacional. Y eso que sus hombres llamaron a voces. Intentaron incluso tirar la puerta a patadas, pero estaba blindada y no se abrió. Fue un robot doméstico Nokia, accionado a distancia por no sé qué vecino, el que se acercó a ellos con sus ruedecitas todoterreno y les informó de lo que había sucedido”.
¿Qué te parece este tipo de adaptación o modernización? ¿Dónde queda el sabor antiguo de la lengua medieval en esta clase de versiones? ¿Cómo has leído el Cantar de Mio Cid, en qué edición? ¿Nos transcribes algunos versos? Deja tu comentario...
Leer más
Conservamos 3733... versos del Cantar de Mio Cid, al que tenemos por uno de los grandes monumentos literarios del castellano y el símbolo de una decisión: la de escribir literatura en romance.
Ha aparecido varias veces en Nosolodeyod: hemos mirado la sevillana estatua de Rodrigo Díaz de Vivar a caballo, le hemos puesto cuerpo al héroe en dibujos animados, hemos comentado la adaptación en verso que hizo del Cantar el poeta Pedro Salinas y hemos mencionado algún recurso en línea que ayuda a entenderlo, como esta página de la Universidad de Texas, a la que ahora sumamos otro vínculo más, muy recomendable, Caminos del Cid, con una introducción histórica al personaje y al Cantar dirigida por el gran cidiano Alberto Montaner.
Hoy, por otro motivo, volvemos a mirar al héroe que llora. Acabo de leer un libro muy particular: ¡Mío Cid! de A. Orejudo, L, Martín y R. Reig, publicado en 2007 por la editorial 451.Re: Aquí el Cid es... otro cantar. Pasado a prosa, modernizado, lleno de humor e irreverencia, leemos en esta obra en español actualísimo tres historias sobre un Mio Cid que parte no al destierro, sino a la conquista de las Galaxias o que asiste al proceso por la afrenta de Corpes como si de una película de juicios se tratase. No sé si a D. Ramón Menéndez Pidal lo escandalizaría o divertiría leer este libro en el que el héroe no se encuentra en Burgos a una inocente niña de nuef años sino a un robot Nokia con voz de metal. Mira, mira el inicio de esta moderna versión:
“Rodrigo volvió la cabeza y con lágrimas en los ojos miró su casa por última vez. Vio las puertas con el dispositivo de seguridad desconectado y las antenas parabólicas sin cables coaxiales. Hacía esfuerzos por ser positivo, pero los presagios no le ayudaban: a la salida de Vivar se le había cruzado una corneja eléctrica por la derecha y luego, entrando en Burgos, otra por la izquierda. (...) nadie le abría la puerta. Ni siquiera el Parador Nacional. Y eso que sus hombres llamaron a voces. Intentaron incluso tirar la puerta a patadas, pero estaba blindada y no se abrió. Fue un robot doméstico Nokia, accionado a distancia por no sé qué vecino, el que se acercó a ellos con sus ruedecitas todoterreno y les informó de lo que había sucedido”.
¿Qué te parece este tipo de adaptación o modernización? ¿Dónde queda el sabor antiguo de la lengua medieval en esta clase de versiones? ¿Cómo has leído el Cantar de Mio Cid, en qué edición? ¿Nos transcribes algunos versos? Deja tu comentario...

viernes, 20 de enero de 2012

Desintoxicación

¿Serías tú capaz de discernir
los hemistiquios en el beso último
de dos amantes, y ponerle acentos
al silencio sutil de sus pupilas?
¿Qué humana ortografía serviría
para ese ladrido que a lo lejos
se oye en plena noche o para el pulso
que late en todo astro, incluso muerto?
Dime con qué alfabeto se transcribe
el sueño de la vida,
dímelo sin palabras, que son merma,
sin rima, acentos, sin medida,
y luego, habla.

(Andrés Trapiello, fragmento del poema “Habla”, Un sueño en otro).
Leer más
¿Serías tú capaz de discernir
los hemistiquios en el beso último
de dos amantes, y ponerle acentos
al silencio sutil de sus pupilas?
¿Qué humana ortografía serviría
para ese ladrido que a lo lejos
se oye en plena noche o para el pulso
que late en todo astro, incluso muerto?
Dime con qué alfabeto se transcribe
el sueño de la vida,
dímelo sin palabras, que son merma,
sin rima, acentos, sin medida,
y luego, habla.

(Andrés Trapiello, fragmento del poema “Habla”, Un sueño en otro).

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pelea por unos quesos

A mí me hacen gracia esas historias de rivalidades entre pueblos en los que los de un pueblo van al otro a robar el santo y echarlo al pilón, lanzan infundios sobre la moralidad de las mozas vecinas o se enzarzan en competiciones de caza, pesca, paella o lanzamiento de melones. El caso es que esas historias palidecen y pierden todo interés al lado de la que cuento hoy: dos pueblos leoneses (Chozas de Abajo y Ardón) en lucha por atribuirse la propiedad de un papelito en que alguien hizo la lista de los quesos de una despensa. El detalle que aclara el conflicto: ese documento es del siglo X. Fue escrito al dorso de un testamento, y hoy se guarda en el Archivo de la Catedral de León, aunque procede del monasterio leonés de Rozuela, ya desaparecido, y sobre cuyo emplazamiento esos dos pueblos leoneses rivalizan para poder arrimar a su linde el hallazgo.
La Nodizia de kesos es un texto muy corto, en que un fraile relaciona lo que se ha gastado en la despensa: Nodicia de / kesos que / espisit frater / Semeno: In Labore / de fratres In ilo ba- / celare / de cirka Sancte Ius- / te, kesos U; In ilo / alio de apate, / II kesos; en que[e] / puseron ogano, / kesos IIII; In ilo / de Kastrelo, I; / In Ila uinia maIore... (O sea... Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: En el trabajo de los frailes, en el viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que pusieron este año, cuatro quesos. En el de Castrillo, uno. En la viña mayor...). Se ha considerado el primer texto escrito en leonés, aunque, como ocurre con todos los textos tempranos, nunca podemos determinar si hay otros anteriores a él o si realmente estamos ante romance o latín inexperto.
Dámaso Alonso, al describir los testimonios que se tienen como las primeras muestras de romance en francés (los Juramentos de Estrasburgo), en italiano (los documentos de Montecassino) y en castellano (las Glosas) afirmaba: “Se diría que está presagiando el carácter de esas tres grandes culturas”... la vocación política europeísta de Francia, el desarrollo jurídico italiano y el fervor religioso español. Problemático sería ahora hacer entrar a la Nodizia como muestra primeriza de nuestra cultura hispánica, cambiándole el hábito de beata a zampona. Deja tu comentario...
Leer más
A mí me hacen gracia esas historias de rivalidades entre pueblos en los que los de un pueblo van al otro a robar el santo y echarlo al pilón, lanzan infundios sobre la moralidad de las mozas vecinas o se enzarzan en competiciones de caza, pesca, paella o lanzamiento de melones. El caso es que esas historias palidecen y pierden todo interés al lado de la que cuento hoy: dos pueblos leoneses (Chozas de Abajo y Ardón) en lucha por atribuirse la propiedad de un papelito en que alguien hizo la lista de los quesos de una despensa. El detalle que aclara el conflicto: ese documento es del siglo X. Fue escrito al dorso de un testamento, y hoy se guarda en el Archivo de la Catedral de León, aunque procede del monasterio leonés de Rozuela, ya desaparecido, y sobre cuyo emplazamiento esos dos pueblos leoneses rivalizan para poder arrimar a su linde el hallazgo.
La Nodizia de kesos es un texto muy corto, en que un fraile relaciona lo que se ha gastado en la despensa: Nodicia de / kesos que / espisit frater / Semeno: In Labore / de fratres In ilo ba- / celare / de cirka Sancte Ius- / te, kesos U; In ilo / alio de apate, / II kesos; en que[e] / puseron ogano, / kesos IIII; In ilo / de Kastrelo, I; / In Ila uinia maIore... (O sea... Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: En el trabajo de los frailes, en el viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que pusieron este año, cuatro quesos. En el de Castrillo, uno. En la viña mayor...). Se ha considerado el primer texto escrito en leonés, aunque, como ocurre con todos los textos tempranos, nunca podemos determinar si hay otros anteriores a él o si realmente estamos ante romance o latín inexperto.
Dámaso Alonso, al describir los testimonios que se tienen como las primeras muestras de romance en francés (los Juramentos de Estrasburgo), en italiano (los documentos de Montecassino) y en castellano (las Glosas) afirmaba: “Se diría que está presagiando el carácter de esas tres grandes culturas”... la vocación política europeísta de Francia, el desarrollo jurídico italiano y el fervor religioso español. Problemático sería ahora hacer entrar a la Nodizia como muestra primeriza de nuestra cultura hispánica, cambiándole el hábito de beata a zampona. Deja tu comentario...

martes, 4 de enero de 2011

Los otros Reyes Magos

Como todos los niños españoles de mi generación, yo pensaba que el trineo de Papá Noel sólo podía circular por países nórdicos nevados, así que mis cartas se dirigían exclusivamente a los Reyes Magos. Creo recordar que en mi mente de niña los Reyes no tenían otra individualidad que su nombre, viajaban juntos, ponían los juguetes juntos y tiraban caramelos de la misma forma. Fue años después, en las clases de Historia de la Lengua, cuando aprendí que para un desconocido hombre medieval del siglo XII, anónimo escritor de una obra de teatro en verso sobre los Reyes Magos, cada uno de los reyes tenía su propio carácter. En el Auto de los Reyes Magos, la primera pieza teatral conocida escrita en castellano, los tres reyes ven la estrella y deciden seguirla, y, en sus parlamentos, muestran su distinta personalidad: Melchor es el el astrólogo, el más intelectual y culto de los personajes; Gaspar es un personaje de acción, más decidido en sus parlamentos y el rey Baltasar el más incrédulo de los tres. Es uno de esos textos tempranos rodeados de oscuridad por las circunstancias en que se ha conservados y sus rasgos lingüísticos (¿influencia mozárabe, gascona?): el propio nombre de Auto de los RRMM le fue asignado por Menéndez Pidal ya que es un texto copiado en los folios en blanco que sobraron en un códice hallado en Toledo y compuesto de textos religiosos. Dice uno de los reyes:
Oro, mir[r]a i acenso a el ofrecremos
si fure rey de t[i]erra, el oro querá
si fure omne mortal, la mira tomará,
si rei celestrial, estos dos dexara
tomara el enceso quel pertenecera
Como otros niños, yo también tenía mi Rey Mago, que era Baltasar. Como mi rey mago preferido, el Auto es uno de mis textos favoritos de esa época primera de los romances peninsulares. ¿Tenéis alguno vosotros? Que los Reyes Magos os sorprendan mañana...
Leer más
Como todos los niños españoles de mi generación, yo pensaba que el trineo de Papá Noel sólo podía circular por países nórdicos nevados, así que mis cartas se dirigían exclusivamente a los Reyes Magos. Creo recordar que en mi mente de niña los Reyes no tenían otra individualidad que su nombre, viajaban juntos, ponían los juguetes juntos y tiraban caramelos de la misma forma. Fue años después, en las clases de Historia de la Lengua, cuando aprendí que para un desconocido hombre medieval del siglo XII, anónimo escritor de una obra de teatro en verso sobre los Reyes Magos, cada uno de los reyes tenía su propio carácter. En el Auto de los Reyes Magos, la primera pieza teatral conocida escrita en castellano, los tres reyes ven la estrella y deciden seguirla, y, en sus parlamentos, muestran su distinta personalidad: Melchor es el el astrólogo, el más intelectual y culto de los personajes; Gaspar es un personaje de acción, más decidido en sus parlamentos y el rey Baltasar el más incrédulo de los tres. Es uno de esos textos tempranos rodeados de oscuridad por las circunstancias en que se ha conservados y sus rasgos lingüísticos (¿influencia mozárabe, gascona?): el propio nombre de Auto de los RRMM le fue asignado por Menéndez Pidal ya que es un texto copiado en los folios en blanco que sobraron en un códice hallado en Toledo y compuesto de textos religiosos. Dice uno de los reyes:
Oro, mir[r]a i acenso a el ofrecremos
si fure rey de t[i]erra, el oro querá
si fure omne mortal, la mira tomará,
si rei celestrial, estos dos dexara
tomara el enceso quel pertenecera
Como otros niños, yo también tenía mi Rey Mago, que era Baltasar. Como mi rey mago preferido, el Auto es uno de mis textos favoritos de esa época primera de los romances peninsulares. ¿Tenéis alguno vosotros? Que los Reyes Magos os sorprendan mañana...

sábado, 25 de diciembre de 2010

Ese niño que ha nacido

Un viernes de diciembre del siglo XVII. No es de noche pero la calleja que lleva a la Inclusa está oscura, el aire huele a lluvia y hace frío en la esquina por la que una mujer pasa con algo arremolinado entre los brazos: un niño de lágrima breve. La madre lo arrulla aún más en la manta vieja y lo pone en el torno. Al girar la madera, dice Ave María y deposita con el niño esta notita:

este niño no ba cristiano / llamen le anton por esta +
[o sea, este niño no está bautizado, llámenle Antón por esta cruz].

La mujer se va llorando por el niño abandonado y nos dejó un documento que se conserva en el Archivo de la Comunidad de Madrid y que fue editado por Pedro Sánchez-Prieto Borja, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y director del grupo de investigación GITHE en el volumen IV de los Textos para la historia del español. Aquí otra muestra:

esta niña esta christiana / y se llama Juana Fernandez / no tiene padre ni madre.
Afortunadamente, esos documentos se conservaron como parte de los expedientes de nacimiento guardados en el archivo de la Inclusa. En ellos puede observarse (como en la primera imagen aquí incluida) la grafía poco perita de quienes, sin ser ágrafos, tenían poca práctica en la escritura. Son los documentos poco elaborados, escritos a veces por semicultos, que están siendo recuperados en los últimos años para reconstruir la historia de la lengua no literaria, poco elaborada y apegada a la vida cotidiana. Estas notitas de niños abandonados me recuerdan a la letra de un villancico... Madre en la puerta hay un niño,más hermoso que el sol bello, diciendo que tiene frío,porque viene casi en cueros.Pues dile que entre y se calentará, porque en esta tierra ya no hay caridad
Feliz Navidad a los lectores de nosolodeyod
Leer más
Un viernes de diciembre del siglo XVII. No es de noche pero la calleja que lleva a la Inclusa está oscura, el aire huele a lluvia y hace frío en la esquina por la que una mujer pasa con algo arremolinado entre los brazos: un niño de lágrima breve. La madre lo arrulla aún más en la manta vieja y lo pone en el torno. Al girar la madera, dice Ave María y deposita con el niño esta notita:

este niño no ba cristiano / llamen le anton por esta +
[o sea, este niño no está bautizado, llámenle Antón por esta cruz].

La mujer se va llorando por el niño abandonado y nos dejó un documento que se conserva en el Archivo de la Comunidad de Madrid y que fue editado por Pedro Sánchez-Prieto Borja, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y director del grupo de investigación GITHE en el volumen IV de los Textos para la historia del español. Aquí otra muestra:

esta niña esta christiana / y se llama Juana Fernandez / no tiene padre ni madre.
Afortunadamente, esos documentos se conservaron como parte de los expedientes de nacimiento guardados en el archivo de la Inclusa. En ellos puede observarse (como en la primera imagen aquí incluida) la grafía poco perita de quienes, sin ser ágrafos, tenían poca práctica en la escritura. Son los documentos poco elaborados, escritos a veces por semicultos, que están siendo recuperados en los últimos años para reconstruir la historia de la lengua no literaria, poco elaborada y apegada a la vida cotidiana. Estas notitas de niños abandonados me recuerdan a la letra de un villancico... Madre en la puerta hay un niño,más hermoso que el sol bello, diciendo que tiene frío,porque viene casi en cueros.Pues dile que entre y se calentará, porque en esta tierra ya no hay caridad
Feliz Navidad a los lectores de nosolodeyod

domingo, 17 de octubre de 2010

La diosa del primer texto

Hace más de 2500 años, tal vez en el siglo VII a.C., alguien en Sevilla se arrodilló ante esta figura de mujer y le dio las gracias por haberle cumplido una petición. Se trata de la representación de la diosa fenicia Astarté encontrada en el área de El Carambolo y hoy preservada en el Museo Arqueológico de Sevilla. En la peana de esta diosa sedente de la fecundidad aparece un mensaje en alfabeto fenicio que ha sido traducido como:
Este (voto) ha hecho Baalytn hijo de D'mlk y Abdabaal hijo de D'mlk hijo de Yš'l para 'Aštarté de la colina ya que ha escuchado la voz de sus plegarias
La inscripción de Astarté es particularmente interesante porque puede tratarse del primer testimonio de texto que tenemos en la Península Ibérica. Aunque este blog se dedique a historia de la lengua española, hoy consagramos un espacio a una escultura que testimonia la situación lingüística de la Península Ibérica antes de la llegada del latín en el 218 a.C.: la convivencia de un mosaico de lenguas (fenicio y griego a través del comercio colonial junto con lenguas prerromanas vernáculas llamadas “paleohispánicas” como el ibérico, tartésico-turdetano, celta o vasco) de filiación muy diversa y con distinto grado de extensión por nuestro territorio. La lengua fenicia terminó desapareciendo de la Península, aunque aún en época romana podían encontrarse inscripciones latinas con nombres fenicios de personas.
Más allá del texto que sostiene, esta figura es también la representación del anhelo de quien encamina una oración en la esperanza de ser oído y la agradece materialmente; y ese símbolo aún me parece que está vivo, por eso, el aliento que todavía quede en el bronce de esta mujer desnuda, encajado dentro del vidrio de un museo, yo lo deseo dirigir desde Sevilla en dirección al hospital alemán donde el amigo convalece. Y esa es mi plegaria para la diosa pagana de las primeras palabras.
Leer más
Hace más de 2500 años, tal vez en el siglo VII a.C., alguien en Sevilla se arrodilló ante esta figura de mujer y le dio las gracias por haberle cumplido una petición. Se trata de la representación de la diosa fenicia Astarté encontrada en el área de El Carambolo y hoy preservada en el Museo Arqueológico de Sevilla. En la peana de esta diosa sedente de la fecundidad aparece un mensaje en alfabeto fenicio que ha sido traducido como:
Este (voto) ha hecho Baalytn hijo de D'mlk y Abdabaal hijo de D'mlk hijo de Yš'l para 'Aštarté de la colina ya que ha escuchado la voz de sus plegarias
La inscripción de Astarté es particularmente interesante porque puede tratarse del primer testimonio de texto que tenemos en la Península Ibérica. Aunque este blog se dedique a historia de la lengua española, hoy consagramos un espacio a una escultura que testimonia la situación lingüística de la Península Ibérica antes de la llegada del latín en el 218 a.C.: la convivencia de un mosaico de lenguas (fenicio y griego a través del comercio colonial junto con lenguas prerromanas vernáculas llamadas “paleohispánicas” como el ibérico, tartésico-turdetano, celta o vasco) de filiación muy diversa y con distinto grado de extensión por nuestro territorio. La lengua fenicia terminó desapareciendo de la Península, aunque aún en época romana podían encontrarse inscripciones latinas con nombres fenicios de personas.
Más allá del texto que sostiene, esta figura es también la representación del anhelo de quien encamina una oración en la esperanza de ser oído y la agradece materialmente; y ese símbolo aún me parece que está vivo, por eso, el aliento que todavía quede en el bronce de esta mujer desnuda, encajado dentro del vidrio de un museo, yo lo deseo dirigir desde Sevilla en dirección al hospital alemán donde el amigo convalece. Y esa es mi plegaria para la diosa pagana de las primeras palabras.

viernes, 26 de febrero de 2010

Dibujitos e historia de la lengua

Una cita bíblica (“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y el vino nuevo se derrama y se pierde, por eso el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar”. San Marcos 2.22) sirvió para dar nombre a la colección Odres nuevos (“Vino viejo en odres nuevos") de Castalia, que en el colegio nos familiarizó a muchos con la literatura medieval española cuando éramos menos filólogos que ahora y sólo podíamos leer versiones adaptadas. En la colección se publicaban obras clásicas en español, con bastante modernización lingüística, muchas notas, actividades e información complementaria. Pero algunos de los personajes ya nos eran familiares: los habíamos conocido en los dibujitos (¿dibujos animados?, ¿periquitos?, ¿cómo los llamáis?). En los últimos años ha cambiado mucho el panorama audiovisual al que estamos expuestos, pero quizá alguno guarde en la memoria algunas de las imágenes con que se entretenía a los niños hace años. Las series de animación que ponían en la televisión de los ochenta nos presentaron épocas e historias que reaparecen continuamente en nuestras clases de Filología: el pequeño Ruy Díaz (el Cid niño de la imagen), el Quijote... e incluso la Francia carolingia, el liderazgo de Carlomagno y sus denuedos por aprender a leer eran objeto de uno de los capítulos de la serie francesa Érase una vez.
La reciente película española de animación El Cid: la leyenda recuperó la figura del Cid, pero esta vez un Cid adulto. No os asustéis:








Pero, ¿de dónde ha salido este Cid gigante, este superhéroe afeitado y sin barba bellida? ¿Qué niño va a querer leer un poema que comienza poniendo a este jayán con espaldas doble de ancho a llorar? ¡El De los sos ojos tan fuertemientre llorando no es apto para un Cid así, dibujado para trabajar como portero de discoteca o dar tortazos en películas de acción!
¿Cómo leisteis por primera vez los clásicos de la literatura española? ¿Os enganchó su lectura? Leídas las versiones originales, ¿os parece que esas versiones adaptadas os traicionaron un tanto? Dejad vuestros comentarios (u os mandaré al nuevo Cid musculoso para meter miedo...).
Leer más
Una cita bíblica (“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y el vino nuevo se derrama y se pierde, por eso el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar”. San Marcos 2.22) sirvió para dar nombre a la colección Odres nuevos (“Vino viejo en odres nuevos") de Castalia, que en el colegio nos familiarizó a muchos con la literatura medieval española cuando éramos menos filólogos que ahora y sólo podíamos leer versiones adaptadas. En la colección se publicaban obras clásicas en español, con bastante modernización lingüística, muchas notas, actividades e información complementaria. Pero algunos de los personajes ya nos eran familiares: los habíamos conocido en los dibujitos (¿dibujos animados?, ¿periquitos?, ¿cómo los llamáis?). En los últimos años ha cambiado mucho el panorama audiovisual al que estamos expuestos, pero quizá alguno guarde en la memoria algunas de las imágenes con que se entretenía a los niños hace años. Las series de animación que ponían en la televisión de los ochenta nos presentaron épocas e historias que reaparecen continuamente en nuestras clases de Filología: el pequeño Ruy Díaz (el Cid niño de la imagen), el Quijote... e incluso la Francia carolingia, el liderazgo de Carlomagno y sus denuedos por aprender a leer eran objeto de uno de los capítulos de la serie francesa Érase una vez.
La reciente película española de animación El Cid: la leyenda recuperó la figura del Cid, pero esta vez un Cid adulto. No os asustéis:








Pero, ¿de dónde ha salido este Cid gigante, este superhéroe afeitado y sin barba bellida? ¿Qué niño va a querer leer un poema que comienza poniendo a este jayán con espaldas doble de ancho a llorar? ¡El De los sos ojos tan fuertemientre llorando no es apto para un Cid así, dibujado para trabajar como portero de discoteca o dar tortazos en películas de acción!
¿Cómo leisteis por primera vez los clásicos de la literatura española? ¿Os enganchó su lectura? Leídas las versiones originales, ¿os parece que esas versiones adaptadas os traicionaron un tanto? Dejad vuestros comentarios (u os mandaré al nuevo Cid musculoso para meter miedo...).

viernes, 19 de febrero de 2010

El Cid te espera enfrente

El edificio en que damos clases, la antigua Fábrica de Tabacos, tiene frente a una de sus salidas una contundente estatua del Cid (popularmente conocida como “el caballo”) con una particular historia. La regaló a la ciudad en 1923 Anna Huntington (1876-1973), escultora casada con el filántropo millonario Archer Milton Huntington, fundador (1904) de la Hispanic Society en de Nueva York.
Hay otros Cides iguales al sevillano en Buenos Aires, San Francisco, San Diego y en los propios jardines neoyorquinos de la Hispanic Society. ¡Rodrigo Díaz de Vivar campando por USA! ¿Cómo fue eso? Ocurre que los Huntington, cautivados por la cultura hispánica, no sólo invirtieron en crear un organismo que la fomentase sino que regalaron esculturas de motivos ibéricos a ciudades de su continente. Justamente el matrimonio Huntington fue quien encargó al pintor J. Sorolla el conjunto de catorce murales sobre escenas españolas (Visión de España) que hace un par de años pudimos ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Sería muy difícil responder a la pregunta de cuántas estatuas ecuestres hay en Sevilla (buff...), así que planteo alternativas: ¿figura en la base de la estatua del Cid un fragmento del Poema del Mio Cid?, ¿qué versos del Poema podrían más ser representativos y simbólicos como para ser incluidos en ese lugar? Deja tu comentario...
Leer más
El edificio en que damos clases, la antigua Fábrica de Tabacos, tiene frente a una de sus salidas una contundente estatua del Cid (popularmente conocida como “el caballo”) con una particular historia. La regaló a la ciudad en 1923 Anna Huntington (1876-1973), escultora casada con el filántropo millonario Archer Milton Huntington, fundador (1904) de la Hispanic Society en de Nueva York.
Hay otros Cides iguales al sevillano en Buenos Aires, San Francisco, San Diego y en los propios jardines neoyorquinos de la Hispanic Society. ¡Rodrigo Díaz de Vivar campando por USA! ¿Cómo fue eso? Ocurre que los Huntington, cautivados por la cultura hispánica, no sólo invirtieron en crear un organismo que la fomentase sino que regalaron esculturas de motivos ibéricos a ciudades de su continente. Justamente el matrimonio Huntington fue quien encargó al pintor J. Sorolla el conjunto de catorce murales sobre escenas españolas (Visión de España) que hace un par de años pudimos ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Sería muy difícil responder a la pregunta de cuántas estatuas ecuestres hay en Sevilla (buff...), así que planteo alternativas: ¿figura en la base de la estatua del Cid un fragmento del Poema del Mio Cid?, ¿qué versos del Poema podrían más ser representativos y simbólicos como para ser incluidos en ese lugar? Deja tu comentario...

martes, 8 de diciembre de 2009

43 palabras

43 palabras contiene el famoso texto de la Glosa Emilianense 89 “Cono ajutorio”, que se tiene como primer texto en una lengua española. No se escribieron en 977, aunque alguien celebró sus 1000 años en 1977, no os perdáis el telediario de entonces.
Deja tu comentario; como esta entrada, debería tener justo 43 palabras...
Leer más
43 palabras contiene el famoso texto de la Glosa Emilianense 89 “Cono ajutorio”, que se tiene como primer texto en una lengua española. No se escribieron en 977, aunque alguien celebró sus 1000 años en 1977, no os perdáis el telediario de entonces.
Deja tu comentario; como esta entrada, debería tener justo 43 palabras...