María, Blanca, quien escribe, Jaime y Ana |
Bueno,
pues aquí están. Son los de la foto: mis cuatro becarios de investigación, unos
lo han sido y otros lo son ahora. Todos ellos están adscritos a Historia15, los sucesivos proyectos de investigación sobre la lengua de los
siglos XV y XVI de los que he sido responsable. Ser directora de proyectos me hizo comenzar a dirigir becas de investigación, las ayudas que se conceden para
que los estudiantes que han acabado la carrera con mejor expediente puedan
hacer su tesis con un sueldo y con la posibilidad de ir entrenándose
en la docencia universitaria y en estancias fuera. Dirigir a becarios es una experiencia muy
intensa, llena de inquietudes y de alegrías, de picos y valles. Y este mes de
febrero, justamente, siento que es un buen momento para reflexionar por escrito
sobre este asunto. La primera becaria de investigación que dirigí, Blanca
Garrido, acaba de firmar un contrato de profesora en la Universidad de Sevilla.
El segundo becario que dirigí, Jaime González, termina este mes su periodo de
formación y, ya doctor, se marcha de la Universidad de Sevilla a hacer
investigación posdoctoral. Una que vuelve, otro que se va, y dos que
permanecen: Ana Romera y María Fernández, dedicadas ambas a sus tesis sobre
textos del español del siglo XV. Ya son casi diez años los que llevo dirigiendo
alumnos, junto con estos becarios están también los estudiantes de Grado que
consiguen becas de seis meses, de colaboración o de introducción a la
investigación.
Y ahora, con esa experiencia, puedo decir que también se aprende a dirigir, a combinar firmeza y flexibilidad, a saber delegar. Dirigir becarios es una forma distinta de dar clases: es formar, con una relación más estrecha y constante de la que tienes con un estudiante. Ya no podría entender la Universidad sin el equipo de becarios. Lo que he aprendido con ellos..., lo que he aprendido de mí misma gracias a ellos. En este vídeo que ha preparado la Universidad de Sevilla para el 11 de febrero, el Día de la Mujer en la Ciencia, salimos algunas de las mujeres del equipo (yo llevo en las manos un microfilm... algo casi tan vetusto como un manuscrito). Hacemos ciencia, y en su momento empezamos haciéndola como becarios. ¿Estará leyendo este blog mi próximo becario? Ojalá que sí.
Y ahora, con esa experiencia, puedo decir que también se aprende a dirigir, a combinar firmeza y flexibilidad, a saber delegar. Dirigir becarios es una forma distinta de dar clases: es formar, con una relación más estrecha y constante de la que tienes con un estudiante. Ya no podría entender la Universidad sin el equipo de becarios. Lo que he aprendido con ellos..., lo que he aprendido de mí misma gracias a ellos. En este vídeo que ha preparado la Universidad de Sevilla para el 11 de febrero, el Día de la Mujer en la Ciencia, salimos algunas de las mujeres del equipo (yo llevo en las manos un microfilm... algo casi tan vetusto como un manuscrito). Hacemos ciencia, y en su momento empezamos haciéndola como becarios. ¿Estará leyendo este blog mi próximo becario? Ojalá que sí.
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