domingo, 31 de diciembre de 2017

Así me visto

Cada mes de diciembre la Fundéu elige una palabra del año. La de 2017 es aporofobia o repulsión a los pobres. Pero ¿cuál es la palabra del año de cada uno? ¿Enfermedad, nacimiento, máster, mudanza, boda, superación...? Con el escenario de fondo de los informativos de los medios de comunicación, nuestras propias noticias se ponen en primer plano siempre, se hacen con su sitio, nos llenan con sus palabras. Nos ocupan tanto que es normal que pidamos no me digas más esa palabra, no quiero oírla más, si es un mal diagnóstico; o, al contrario, que nos acaricien de tal forma que en silencio y a solas repitamos para nuestros adentros las palabras que nos hacen felices: se acabó o lo conseguí o por fin... ¿No os ha pasado?
Claro que pasar del 31 de diciembre de 2017 al 1 de enero de 2018 no modifica nuestras noticias, no sustituye ni releva de nuestro diccionario personal palabra alguna. Pero sí nos invita a pensar con qué palabras nos hemos vestido en este año, cómo nos hemos sentido con ese atuendo lingüístico; cuáles deberíamos empezar a dejar en el armario y qué otras deberían salir con nosotros a pasear este pimpante 2018 que estrenamos.
Entre las palabras que me abrigan, espero que siga viniéndose conmigo cada mañana la palabra lector. Porque yo tengo el orgullo de tener alumnos y de tener lectores: desde 2009 los de este blog, que son los más fieles, y tras ellos los de mis libros y los de los medios de comunicación. Y son un atavío la mar de agradable: los lectores me escriben, me cuentan cosas lingüísticas, felicitan las fiestas y se acuerdan de mí; los hay críticos, pero educadísimos. Lector es una de mis palabras de 2017 y lo seguirá siendo, espero, en 2018. Eso depende de vosotros, los que estáis al otro lado.

Feliz 2018 desde Nosolodeyod.
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Cada mes de diciembre la Fundéu elige una palabra del año. La de 2017 es aporofobia o repulsión a los pobres. Pero ¿cuál es la palabra del año de cada uno? ¿Enfermedad, nacimiento, máster, mudanza, boda, superación...? Con el escenario de fondo de los informativos de los medios de comunicación, nuestras propias noticias se ponen en primer plano siempre, se hacen con su sitio, nos llenan con sus palabras. Nos ocupan tanto que es normal que pidamos no me digas más esa palabra, no quiero oírla más, si es un mal diagnóstico; o, al contrario, que nos acaricien de tal forma que en silencio y a solas repitamos para nuestros adentros las palabras que nos hacen felices: se acabó o lo conseguí o por fin... ¿No os ha pasado?
Claro que pasar del 31 de diciembre de 2017 al 1 de enero de 2018 no modifica nuestras noticias, no sustituye ni releva de nuestro diccionario personal palabra alguna. Pero sí nos invita a pensar con qué palabras nos hemos vestido en este año, cómo nos hemos sentido con ese atuendo lingüístico; cuáles deberíamos empezar a dejar en el armario y qué otras deberían salir con nosotros a pasear este pimpante 2018 que estrenamos.
Entre las palabras que me abrigan, espero que siga viniéndose conmigo cada mañana la palabra lector. Porque yo tengo el orgullo de tener alumnos y de tener lectores: desde 2009 los de este blog, que son los más fieles, y tras ellos los de mis libros y los de los medios de comunicación. Y son un atavío la mar de agradable: los lectores me escriben, me cuentan cosas lingüísticas, felicitan las fiestas y se acuerdan de mí; los hay críticos, pero educadísimos. Lector es una de mis palabras de 2017 y lo seguirá siendo, espero, en 2018. Eso depende de vosotros, los que estáis al otro lado.

Feliz 2018 desde Nosolodeyod.

4 comentarios:

Maite dijo...

Feliz Año y felices lecturas.
Besossssss

MªCarmen dijo...

Apreciada Lola,
Desde que descubrí tu libro "Una lengua muy muy larga" he amado un poco más la historia de la lengua española; dudaba entre dos libros para la navidad de 2017, pero al ser una lectora filóloga joven y ver que explicas los conceptos con tanto amor... lo compré y acerté. Gracias. Feliz año nuevo.

Lola Pons dijo...

Gracias, Mª Carmen y Maite por vuestros comentarios de lectoras. Un abrazo

Anónimo dijo...

Me calzo la palabra "lector" con alegría, querida Lola.
El mejor regalo de Navidad y Añonuevo para una artesana de las palabras es leerlas y llevarlas puestas.
Feliz año "bebé" 2018, lectora de tus lectores.
Un abrazo.
Lázaro :-)

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