viernes, 31 de enero de 2014

Instantáneas #9. Enero 2014

Estas son algunas de las imágenes que han pasado por mi agenda este mes:
-Un alumno de la Complutense, Enrique Gambín, tiene un blog llamado “Lengua y literatura de bolsillo” en el que me hizo una entrevista. Aquí la enlazo.

-En invierno son muy adecuadas lecturas sobre mundos cerrados: la novela Stoner de John Williams, sobre la universidad norteamericana, sus mediocridades y miserias (¡ay, tan similares a las de la universidad española!) y la deliciosa 84 Charing Cross Road, epistolario en torno a una de esas librerías de lance de que os hablaba en la entrada anterior. 
La traducción de Stoner no me ha gustado. La 2.ª edición, al parecer, está revisada



-Anduve por Zufre, precioso pueblo de Huelva, que en tiempos fue parte del Reino de Sevilla. Lo declaro el pueblo de la Z. Su topónimo se ha vinculado al árabe sujr ‘tributo’ u otras formas árabes, entre ellas sutefie, por eso se llama así su colegio.Una de sus patronas es la italiana santa Zita, cuya advocación se adscribe legendariamente a un grupo de genoveses que pasó por la localidad. 

Calles de piedra muy empinadas, el paisaje verdísimo del Parque Natural de Aracena y un poquito de ese aire que te corta la cara y te limpia el ánimo.



Al fondo, el embalse de Zufre
-La agenda de febrero está más llena. Os paso la invitación a una charla divulgativa que daré el próximo jueves 6 de febrero de 2014 a las 18,30 en el Archivo Histórico Provincial. Lanzan un ciclo muy interesante que se llama “El documento del mes”; cada mes se expone en la vitrina un documento que es explicado por un especialista. Yo hablaré (en conformidad con los tiempos) de una queja laboral hecha a fines del XVIII por un trabajador de la Fábrica de Tabacos de Sevilla. ¡Allí os espero!


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Estas son algunas de las imágenes que han pasado por mi agenda este mes:
-Un alumno de la Complutense, Enrique Gambín, tiene un blog llamado “Lengua y literatura de bolsillo” en el que me hizo una entrevista. Aquí la enlazo.

-En invierno son muy adecuadas lecturas sobre mundos cerrados: la novela Stoner de John Williams, sobre la universidad norteamericana, sus mediocridades y miserias (¡ay, tan similares a las de la universidad española!) y la deliciosa 84 Charing Cross Road, epistolario en torno a una de esas librerías de lance de que os hablaba en la entrada anterior. 
La traducción de Stoner no me ha gustado. La 2.ª edición, al parecer, está revisada



-Anduve por Zufre, precioso pueblo de Huelva, que en tiempos fue parte del Reino de Sevilla. Lo declaro el pueblo de la Z. Su topónimo se ha vinculado al árabe sujr ‘tributo’ u otras formas árabes, entre ellas sutefie, por eso se llama así su colegio.Una de sus patronas es la italiana santa Zita, cuya advocación se adscribe legendariamente a un grupo de genoveses que pasó por la localidad. 

Calles de piedra muy empinadas, el paisaje verdísimo del Parque Natural de Aracena y un poquito de ese aire que te corta la cara y te limpia el ánimo.



Al fondo, el embalse de Zufre
-La agenda de febrero está más llena. Os paso la invitación a una charla divulgativa que daré el próximo jueves 6 de febrero de 2014 a las 18,30 en el Archivo Histórico Provincial. Lanzan un ciclo muy interesante que se llama “El documento del mes”; cada mes se expone en la vitrina un documento que es explicado por un especialista. Yo hablaré (en conformidad con los tiempos) de una queja laboral hecha a fines del XVIII por un trabajador de la Fábrica de Tabacos de Sevilla. ¡Allí os espero!


6 comentarios:

Carota dijo...

¡Buenos viernes, Lola! Yo descubrí estas navidades 84 Charing Cross Road y me dejó emocionada… Pero es que tu entrada ha desencadenado mil resonancias en mi cabeza, primero porque Zufre es uno de los pueblos que entrevistamos en la genial campaña COSER "Huelva 2012" (yo no entrevisté en Zufre, pero de tanto manejar archivos con sus nombres, se nos graban a fuego en la memoria y nos es imposible no leer un nombre de un pueblo y pensar: ¡encuestado!) y luego que mi señora madre, que me viene de visita en dos días, se llama Zita. Y he pensado, voy a contarle todo esto a Lola, que no le va a interesar un pimiento. :) (Oye, ¿y los del Archivo Histórico Provincial no querrán ser hitos de la modernidad filológica y ofrecer tu charla en streaming?)

Lola Pons dijo...

Andá, ¿y tu madre por qué se llama Zita (si no es indiscreción)? Mi traducción de 84... en Anagrama tiene un laísmo gigantesco, de los que os gustan a los yonkis pronominales. Abrazo.

Carlota dijo...

Pues mi madre se llama Zita porque su abuela se llamaba Carmen. Que así explicado no tiene mucho sentido, pero lo que ocurre es que todo el mundo llamaba Cita a mi bisabuela y ahora mi madre se llama Zita y tengo dos primas que también, para no perder la tradición. Y luego estoy yo, que no sé escribir mi nombre a derechas…
Sí, sí, la misma traducción leí yo, me hacían los ojos chiribitas :) ¡Un beso!

Andrés dijo...

"Stoner" la tengo pendiente en una edición que sacó la Diputación de Sevilla. ¿Conoces "Pnin" de Nabokov? Otra curiosa novela de "campus"

Lola Pons dijo...

¿En la Diputación de Sevilla? No la conocía (ni la de Nabokov, que me apunto),mi edición, de la editorial Baile del sol, tiene una traducción mejorable ¡y hasta faltas de ortografía!

Andrés dijo...

Sí, es curioso que la Diputación de Sevilla edite una novela como "Stoner" ¿verdad?

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