sábado, 12 de mayo de 2012

El bigote de Angela Merkel

El escenario es este: final del siglo XV, grupos de soldados de lengua germana, tal vez suizos, coaligados como mercenarios con los castellanos en las guerras contra musulmanes en el Reino de Granada. A alguno se le cae el arma, se tropieza al correr o se ve estorbado por el cuerpo de otro compañero de misión. Atribulado y tenso, grita el juramento a Dios Bei Got! ('Por Dios'), al tiempo que se tuerce el mostacho. Si la hipótesis que explicó Baist y luego amplió Lapesa es correcta, bigote viene de ese juramento germánico y reemplazó a mostacho para nombrar el adorno capilar masculino. Nebrija ya dice en 1495 que mostax en latín significaba en castellano bigot de barva, y hoy pocos son los que dicen mostacho en lugar de bigote. Esta es mi interpretación: como hemos tomado prestado ese germanismo en el español, y es producto que hemos importado gratis y sin aranceles, Merkel nos lo está haciendo pagar negándose a la emisión de eurobonos y respaldando los agresivos recortes sociales. Creo que quiere que le devolvamos su bigote.
Leer más
El escenario es este: final del siglo XV, grupos de soldados de lengua germana, tal vez suizos, coaligados como mercenarios con los castellanos en las guerras contra musulmanes en el Reino de Granada. A alguno se le cae el arma, se tropieza al correr o se ve estorbado por el cuerpo de otro compañero de misión. Atribulado y tenso, grita el juramento a Dios Bei Got! ('Por Dios'), al tiempo que se tuerce el mostacho. Si la hipótesis que explicó Baist y luego amplió Lapesa es correcta, bigote viene de ese juramento germánico y reemplazó a mostacho para nombrar el adorno capilar masculino. Nebrija ya dice en 1495 que mostax en latín significaba en castellano bigot de barva, y hoy pocos son los que dicen mostacho en lugar de bigote. Esta es mi interpretación: como hemos tomado prestado ese germanismo en el español, y es producto que hemos importado gratis y sin aranceles, Merkel nos lo está haciendo pagar negándose a la emisión de eurobonos y respaldando los agresivos recortes sociales. Creo que quiere que le devolvamos su bigote.

8 comentarios:

Andrés dijo...

Pero bueno,bueno,bueno... como morritos-Merkel lea tu entrada que se preparen la eurozona,las pymes y el IBEX 35, porque las consecuencias pueden ser desastrozas: !vaya foto has elegido!. Si parece esa tía Carmen que todos tenemos, en la Comunión de su sobrino, harta de tarta de merengue y chocolate.
Lola, tenemos que arreglar el desaguisado como sea. Podríamos devolverles su "bigote" y nosotros quedarnos con los "mostachones" de Utrera.Y aquí Paz y después Gloria.

Lola Pons dijo...

Es una posibilidad, claro, quizá nos podría ayudar a renegociar diplomáticamente con el mundo germano. Pero, ¿no crees que estamos claudicando demasiado pronto, Andrés? Se me ocurre que les devolvamos a Gunilla Von Bismarck, que es alemana y que también vino sin pagar aranceles. El tema está en cómo incorporar a la púrpura cara de no-pego-ni-sello de la rubia marbellí el elemento mostacho. Por otra parte, ¿qué pintan un montón de utreranos cargados de mostachones atados con guitas en Bonn?

Ángel Luis Robles dijo...

Yo había escuchado algo parecido, aunque no igual, por parte de otra profesora. Pero lo que me llama la atención es ese: "bigot de barva", ¿perilla?

Saludos, y qué mujén ma' esaboría bei Got!

Pascual Garrido dijo...

Lola, no puedo estar más de acuerdo. Ojalá que cambie de idea en la próxima cumbre, ajolá, porque nos va a convertir en recortados vitalicios. Esta buena señora pretende alemanizar Europa, y se trata de lo contrario, de europeizar Alemania. Piensa solo en la economía de su país, la Merkel. Así nombrada, con el artículo ante el apellido, supone en algunos contextos reconocimiento profesional, prestigio; por tanto, de otra manera habrá que nombrarla, con Ángela Merkel bastará -vaya, verbo al final de la frase: influencia latina-. Saludos

Bert Cornillie dijo...

Gracias, Lola. Ahora entiendo la iconicidad del bigote de Aznar. ;-)

Antonio dijo...

La historia de esta palabra la había oído en clase de Dialectología y me pareció muy curiosa, aunque por la forma de contarla me sonó más a broma que a un hecho documentado (y eso que no hubo foto con los morritos de la Merkel). Ahora que citas a Nebrija y Lapesa la cosa cambia.

jaramos.g dijo...

Interesantísima explicación, sobre todo para los que, además de ser filólogos, siempre hemos llevado bigote o mostacho, rodeado o no de barba, según las épocas. Por cierto, a la Sr. Merkel lo único que le falta es tener uno bien poblado. ¡Es tan poco agraciada!

replicas omega dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Publicar un comentario

Closed