viernes, 30 de marzo de 2012

Dolor y frescura

Hoy es mi santo, viernes de Dolores, víspera de Semana Santa. A este nombre femenino le ocurre como a otros antropónimos, que tienen un género como nombre común (el dolor, masculino) que contradice su uso como nombre de persona: Dolores es nombre de mujer, sobre todo, aunque hay en México hombres llamados Dolores (por cierto, Dolores es también un nombre fundamental para la historia de la Independencia mexicana por el famoso grito de Dolores).
Cuando he convivido con extranjeros y les he querido explicar que mi nombre significa en español ‘sufrimiento’ he recibido miradas extrañadas incapaces de comprender por qué en nuestra lengua es posible llamarse Dolores, Soledad, Angustias... Casi todos los nombres de esta naturaleza remiten a advocaciones religiosas a la Virgen María que se extendieron por España sobre todo desde el XVIII.

Más cosas sobre "Dolores": "La dolor e la cuita fue luego amansada", decía uno de los versos del Santo Domingo de Berceo en el siglo XIII. Sí, en la Edad Media se podía decir el dolor y la dolor. Los nombres que acaban en –or eran en general masculinos en latín, pero en castellano medieval se usaban a veces como femeninos (la dolor, la sabor, la honor). El cambio romance al femenino ha sido explicado por la similitud del sufijo –or con otra terminación, –ura, de género femenino. Hoy de hecho tenemos parejas en español como frescor-frescura, verdor-verdura, amargor-amargura... Y esa combinación del tormentoso dolor y de la frescura de un hipocorístico como Lola me ha parecido siempre una bicefalia interesante de mi nombre, que tengo como homenaje a mi abuela materna. ¿Cuál es tu nombre y cuál tu hipocorístico? ¿Cómo nació tu apodo? ¿Alguno de tus abuelos tenía uno de esos arcaicos nombres que se han quedado para la Historia de la Lengua? Deja tu comentario...

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Hoy es mi santo, viernes de Dolores, víspera de Semana Santa. A este nombre femenino le ocurre como a otros antropónimos, que tienen un género como nombre común (el dolor, masculino) que contradice su uso como nombre de persona: Dolores es nombre de mujer, sobre todo, aunque hay en México hombres llamados Dolores (por cierto, Dolores es también un nombre fundamental para la historia de la Independencia mexicana por el famoso grito de Dolores).
Cuando he convivido con extranjeros y les he querido explicar que mi nombre significa en español ‘sufrimiento’ he recibido miradas extrañadas incapaces de comprender por qué en nuestra lengua es posible llamarse Dolores, Soledad, Angustias... Casi todos los nombres de esta naturaleza remiten a advocaciones religiosas a la Virgen María que se extendieron por España sobre todo desde el XVIII.

Más cosas sobre "Dolores": "La dolor e la cuita fue luego amansada", decía uno de los versos del Santo Domingo de Berceo en el siglo XIII. Sí, en la Edad Media se podía decir el dolor y la dolor. Los nombres que acaban en –or eran en general masculinos en latín, pero en castellano medieval se usaban a veces como femeninos (la dolor, la sabor, la honor). El cambio romance al femenino ha sido explicado por la similitud del sufijo –or con otra terminación, –ura, de género femenino. Hoy de hecho tenemos parejas en español como frescor-frescura, verdor-verdura, amargor-amargura... Y esa combinación del tormentoso dolor y de la frescura de un hipocorístico como Lola me ha parecido siempre una bicefalia interesante de mi nombre, que tengo como homenaje a mi abuela materna. ¿Cuál es tu nombre y cuál tu hipocorístico? ¿Cómo nació tu apodo? ¿Alguno de tus abuelos tenía uno de esos arcaicos nombres que se han quedado para la Historia de la Lengua? Deja tu comentario...

13 comentarios:

Ángel Luis Robles dijo...

Bueno, yo digo, y me sale de forma natural, "la calor". El caso es que mi nombre es muy normal, y quitando una forma cariñosa con la que mis padres me tienen en sus móviles (pero que no usan) no tengo ningún hipocorístico. Sin embargo, sí hay gente que sólo me conoce por "Ruy", y otros que aún me llaman por "Syrtaki", sus historias son algo largas...

Entre mi familia hay: Herminias, Rufinos y Rufina, Eustaquio, Nicasia (nombre bonito, por cierto) y Constancia.

Algunos sonarán más antiguos que otros, pero creo que se usan bastante poco ya.

Saludos.

Trilce dijo...

Dolores también es el nombre de un pueblo al que le tengo bastante cariño.

En cuanto a mi nombre real, nada fuera de lo común, salvo que es doble. El único que tiene algo de historia es el segundo, que me pusieron por mi bisabuela (seguro que eso fue lo que marcó mi interés por lo diacrónico, jaja).

Hipocorísticos y apodos no tengo. Como mucho me cambian la última letra del nombre los amigos, pero tampoco es muy común.

Por cierto, felices fiestas.

Pepelu dijo...

Pues yo me llamo José Luis, que no es un nombre muy original, pero da mucho juego.

A mi me han nombrado y apodado de todas las formas posibles, creo, desde mi nombre completo, que sólo usan mis padres, hasta mi forma más usada, Pepelu, que es la que utilizo desde hace unos años incluso para presentarme en cualquier situación que no sea excesivamente formal, pasando por Jose, Luis, Joselu, Selu, Pepe, Pepeluis, Pepín, Pepito y Joselito.

Además, durante ciertos periodos de mi vida ha habido gente conviendo ha diario o semanalmente conmigo y con los que he utilizado, siempre por facilidad y sin ningún tipo de problema al respecto, alguna froma traducida de mi nombre: en catalán Josep o Pep, el italiano Giuseppe, la forma inglesa Joe, e incluso la forma árabe "Yusef" (no sé si se escribe así o no)cuando estuve trabajando con marroquíes por un tiempo...

Por otra parte he de añadir dos cosas, una es que siempre me divierto explicando la etimología de Pepe como derivado del Pater Putativos, y que me da igual que todos los expertos piensen que es una etimología popular, porque cuando yo explico lo de las siglas P.P. como reducción del Pater Putativos no estoy hablando con expertos ni tengo ninguna pretensión de estar hablando como tal, sino que a lo mejor estoy en un bar o charlando amistosamente con algún conocido al que sé que le va a encantar esa historia, y me hace muy feliz poder darle un poco de ficción a la gente de vez en cuando...

La otra cosa que iba a añadir es que, aunque he soportado todo tipo de traducciones y motes en mi vida, no sé por qué, pero no puedo soportar la pronunciación a lo francés de mi hipocorístico más común (y que conste que no tengo nada contra el pueblo francés ni los hablantes de esta lengua), pero es que odio cuando me hacen ese desplazamiento acentual hacia la última sílaba y me llaman "Pepelúúú"

Juan Fco. Cózar Peralta. dijo...

A pesar de tener casi 33 años, sigo siendo Juanito. Juanfra no fue nunca mi hipocorístico (tampoco me gusta), el segundo nombre es más por "cumplir" que por el que me citan.
El hipocorístico entre mis amigs es "Juano", no sé de dónde surgió, pero así me llaman y así se lo hago saber a mis nuevas amistades.

Anónimo dijo...

Lola, felicidades con retraso. Me gustan todos los nombres de tu patronímico, empezando por el hipocorístico y siguiendo con Dolores -diferente en el caso de las Angustias, Refugio, hasta Regla; en Jaén hay muchas Capillas, Capi-, bonito el catalán Dolors.
Respecto a los nombres compartidos,tengo un amigo que se hace llamar Trino, Trinidad de pila, de pura pila. Y hace algunos años conocí en Almagro a un nonagenario muy simpático llamado Natividad, me dijo que nunca nadie lo había llamado de una forma diferente -estaba sentadito muy erguido en un banco de la plaza del pueblo-, también me dijo que estaba esperando a su mujer, que estaba de compras; un año o dos después me contó lo mismo. Ahora hace años que no lo veo -suelo ir al festival de teatro-.
Y ya que hablo de teatro, ahora de cine -un poquito disperso el comentario-: hace unas semanas una película me hizo recordar un entrada del blog, un primer plano con zapatos; Las malas hierbas, de Alain Resnais, división de opiniones, a mí me gustó mucho. Saludos.

Anónimo dijo...

Mi nombre no da juego pero cuando er más joven conocí a un chico de Cazorla (pueblo) que se llamaba Consuelo. Aquello me llamó poderosamente la atención. Me explicó que su pueblo era un nombre frecuente para los chicos en honor al cristo que tenía mayor devoción: Nuestro Padre Jesús del gran Consuelo.

Pascual Garrido dijo...

Buenos días, Lola. Soy el anónimo primero, el que habla de Trinidad, de Natividad y de la película Las malas hierbas. Ni mucho menos fue intencionado el anonimato, se ve que no cumplimenté adecuadamente los trámites oportunos y salió sin mi nombre, cosas de la edad, lo siento. Saludos. Pascual Garrido

Anónimo dijo...

El nombre más chocante que he oído creo que es 'Violada', por la virgen de la Violada en Huesca, de etimología muy distinta pero constitutivo casi de delito para la pobre niña. Y rebuscando en el solar patrio, hallo Lauros, Nemesias, Fredesvindos, Florencios, Lautaros, Herminias, Tasios y Etelvinos. Como raros, siempre me han hecho gracia Filadelfo, Edelmiro, Casimiro, Lósimo, Nepomuceno y Nicéforo.

JRM

Lola Pons dijo...

Algunos nombres chocantes que he conocido directamente: María España, Dafrosa y uno precioso que tenía una anciana de mi pueblo: Roma.

jaramos.g dijo...

En el supermercado de mi barrio hay una chavala llamada "Cautiva", por el Cristo Cautivo, que tiene tanta devoción en Málaga. Me chocó el primer día que le vi la tarjeta colgada en la camisa. Como hecho curioso, se oye de vez en cuando en la megafonía del local "Señorita Cautiva, acuda a caja principal". Y yo pienso: "Si está 'cautiva', ¿cómo va a acudir?". Jeje.

marga dijo...

MUCHAS FELICIDADES! hoy buscaba felicitarte y ... sin antes mirar tu blog, pensé...: "Qué bueno sería que hoy escribiera en relación a su nombre..." y ...voilá! Me ha encantado! pues cuento un poco: mi nombre creo que está pasando a engrosar esa lista de arcaicos porque cada vez lo oigo menos, también me viene de mi abuela materna: Margarita, una reina de Escocia nacida en Hungría, cuya historia me fascina...y que yo, por tradición, sigo celebrando el diez de junio como ella hacía aunque con la reforma litúrgica de 1972 se pasara al 16 de noviembre, mi hipocorístico me viene con el apócope: Marga, que solo usan y dejo que usen aquellos que siento cercanos a mí. A pesar de haber tenido que padecer la gracieta del manido en una época: Margarita se llama mi amor..., tantas veces, mi nombre... me sigue encantando.

Daniel M. dijo...

"No me llames Dolores, llámame Lola": https://www.youtube.com/watch?v=ktwXDCTmcoQ

Valme Luna dijo...

¡¡Muchas felicidades, Lola!! Mi nombre es Valme y seguramente sabrás que proviene de un "váleme, Señora" con el que Fernando III pidió a la Virgen que lo ayudara a conquistar Sevilla. Puedo presumir de que tengo un nombre medieval -con síncopa incluida-.
Mis tías me suelen decir "Valmecita", pero una profesora del instituto me llamaba "Valmita" y siempre me planteé cuál sería la forma "correcta"... Un saludo, y gracias por el post :)

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