El escenario es este: final del siglo XV, grupos de soldados de lengua
germana, tal vez suizos, coaligados como mercenarios con los castellanos en las
guerras contra musulmanes en el Reino de Granada. A alguno se le cae el arma,
se tropieza al correr o se ve estorbado por el cuerpo de otro compañero de misión.
Atribulado y tenso, grita el juramento a Dios Bei Got! ('Por Dios'), al tiempo que se tuerce el mostacho. Si la hipótesis que explicó Baist y luego amplió Lapesa es correcta, bigote viene de ese juramento germánico y reemplazó a mostacho para nombrar el
adorno capilar masculino. Nebrija ya dice en 1495 que mostax en latín significaba en castellano bigot de barva, y hoy pocos son los que dicen mostacho en lugar de bigote.
Esta es mi interpretación: como hemos tomado prestado ese germanismo en el español, y es producto que
hemos importado gratis y sin aranceles, Merkel nos lo está haciendo pagar
negándose a la emisión de eurobonos y respaldando los agresivos recortes
sociales. Creo que quiere que le devolvamos su bigote.
sábado, 12 de mayo de 2012
El bigote de Angela Merkel
El escenario es este: final del siglo XV, grupos de soldados de lengua
germana, tal vez suizos, coaligados como mercenarios con los castellanos en las
guerras contra musulmanes en el Reino de Granada. A alguno se le cae el arma,
se tropieza al correr o se ve estorbado por el cuerpo de otro compañero de misión.
Atribulado y tenso, grita el juramento a Dios Bei Got! ('Por Dios'), al tiempo que se tuerce el mostacho. Si la hipótesis que explicó Baist y luego amplió Lapesa es correcta, bigote viene de ese juramento germánico y reemplazó a mostacho para nombrar el
adorno capilar masculino. Nebrija ya dice en 1495 que mostax en latín significaba en castellano bigot de barva, y hoy pocos son los que dicen mostacho en lugar de bigote.
Esta es mi interpretación: como hemos tomado prestado ese germanismo en el español, y es producto que
hemos importado gratis y sin aranceles, Merkel nos lo está haciendo pagar
negándose a la emisión de eurobonos y respaldando los agresivos recortes
sociales. Creo que quiere que le devolvamos su bigote.
Entradas relacionadas:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Pero bueno,bueno,bueno... como morritos-Merkel lea tu entrada que se preparen la eurozona,las pymes y el IBEX 35, porque las consecuencias pueden ser desastrozas: !vaya foto has elegido!. Si parece esa tía Carmen que todos tenemos, en la Comunión de su sobrino, harta de tarta de merengue y chocolate.
Lola, tenemos que arreglar el desaguisado como sea. Podríamos devolverles su "bigote" y nosotros quedarnos con los "mostachones" de Utrera.Y aquí Paz y después Gloria.
Es una posibilidad, claro, quizá nos podría ayudar a renegociar diplomáticamente con el mundo germano. Pero, ¿no crees que estamos claudicando demasiado pronto, Andrés? Se me ocurre que les devolvamos a Gunilla Von Bismarck, que es alemana y que también vino sin pagar aranceles. El tema está en cómo incorporar a la púrpura cara de no-pego-ni-sello de la rubia marbellí el elemento mostacho. Por otra parte, ¿qué pintan un montón de utreranos cargados de mostachones atados con guitas en Bonn?
Yo había escuchado algo parecido, aunque no igual, por parte de otra profesora. Pero lo que me llama la atención es ese: "bigot de barva", ¿perilla?
Saludos, y qué mujén ma' esaboría bei Got!
Lola, no puedo estar más de acuerdo. Ojalá que cambie de idea en la próxima cumbre, ajolá, porque nos va a convertir en recortados vitalicios. Esta buena señora pretende alemanizar Europa, y se trata de lo contrario, de europeizar Alemania. Piensa solo en la economía de su país, la Merkel. Así nombrada, con el artículo ante el apellido, supone en algunos contextos reconocimiento profesional, prestigio; por tanto, de otra manera habrá que nombrarla, con Ángela Merkel bastará -vaya, verbo al final de la frase: influencia latina-. Saludos
Gracias, Lola. Ahora entiendo la iconicidad del bigote de Aznar. ;-)
La historia de esta palabra la había oído en clase de Dialectología y me pareció muy curiosa, aunque por la forma de contarla me sonó más a broma que a un hecho documentado (y eso que no hubo foto con los morritos de la Merkel). Ahora que citas a Nebrija y Lapesa la cosa cambia.
Interesantísima explicación, sobre todo para los que, además de ser filólogos, siempre hemos llevado bigote o mostacho, rodeado o no de barba, según las épocas. Por cierto, a la Sr. Merkel lo único que le falta es tener uno bien poblado. ¡Es tan poco agraciada!
Publicar un comentario
Closed