viernes, 27 de abril de 2012

La Feria de abril de Sevilla y la Historia del español

Con ánimo de investigación filológica esta semana he visitado la Feria de abril. Hace un buen tiempo de feria: soleado, agradable y con algo de brisa. Es también un momento ideal para hablar del genitivo en latín, un tema que no para de comentarse en las casetas, como se puede deducir del nombre de esta, sita en la calle Ricardo Bombita (las calles de la Feria tienen nombre de torero):  Domus Romanorum o 'casa de los romanos'.
 ROMANORUM es genitivo plural en latín, una lengua con casos, donde la terminación de las palabras definía su papel sintáctico. Tal sistema se perdió en la génesis de las lenguas romances, que reemplazaron generalmente casos por preposiciones, por ejemplo, en lugar del genitivo empleamos estructuras con de: FERIA APRILIS se hubiera llamado en latín lo que es hoy Feria de abril.
En esta foto estoy reflexionando
en la Feria sobre el latín vulgar
Y no solo hemos barrido el sistema de casos, hemos perdido otras cosas latinas. También tema recurrente sobre el que se conversa en el albero sevillano es la pérdida léxica ocurrida en latín vulgar. Pensemos que hoy ya no decimos DOMUS sino casa. DOMUS era la palabra convencional para ‘casa’ en latín, mientras que CASA era una construcción menos elaborada: una cabaña (¡o una caseta de la Feria!, al fin y al cabo las casetas son estructuras efímeras) eran CASAS en latín. En un fenómeno típico del latín vulgar, este par léxico se redistribuyó de forma que se hizo forma general justamente la palabra que aludía a la realidad menos refinada, perdiéndose la otra. Así, DOMUS no ha dejado herencia en español, más allá de algún derivado.
Los cambios lingüísticos sobrevenidos en latín vulgar inquietan mucho en mi ciudad; como pude comprobar en la Feria, unos bailan sevillanas para celebrar el triunfo de las preposiciones en tanto que otros pasean a caballo por ver si hallan un resto de caso locativo en alguna esquina. Luego están quienes se encuentran anclados en el pasado, como los de DOMUS ROMANORUM o como muchos otros que se encuentran fuera de la Feria. Deja tu comentario y olé.
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Con ánimo de investigación filológica esta semana he visitado la Feria de abril. Hace un buen tiempo de feria: soleado, agradable y con algo de brisa. Es también un momento ideal para hablar del genitivo en latín, un tema que no para de comentarse en las casetas, como se puede deducir del nombre de esta, sita en la calle Ricardo Bombita (las calles de la Feria tienen nombre de torero):  Domus Romanorum o 'casa de los romanos'.
 ROMANORUM es genitivo plural en latín, una lengua con casos, donde la terminación de las palabras definía su papel sintáctico. Tal sistema se perdió en la génesis de las lenguas romances, que reemplazaron generalmente casos por preposiciones, por ejemplo, en lugar del genitivo empleamos estructuras con de: FERIA APRILIS se hubiera llamado en latín lo que es hoy Feria de abril.
En esta foto estoy reflexionando
en la Feria sobre el latín vulgar
Y no solo hemos barrido el sistema de casos, hemos perdido otras cosas latinas. También tema recurrente sobre el que se conversa en el albero sevillano es la pérdida léxica ocurrida en latín vulgar. Pensemos que hoy ya no decimos DOMUS sino casa. DOMUS era la palabra convencional para ‘casa’ en latín, mientras que CASA era una construcción menos elaborada: una cabaña (¡o una caseta de la Feria!, al fin y al cabo las casetas son estructuras efímeras) eran CASAS en latín. En un fenómeno típico del latín vulgar, este par léxico se redistribuyó de forma que se hizo forma general justamente la palabra que aludía a la realidad menos refinada, perdiéndose la otra. Así, DOMUS no ha dejado herencia en español, más allá de algún derivado.
Los cambios lingüísticos sobrevenidos en latín vulgar inquietan mucho en mi ciudad; como pude comprobar en la Feria, unos bailan sevillanas para celebrar el triunfo de las preposiciones en tanto que otros pasean a caballo por ver si hallan un resto de caso locativo en alguna esquina. Luego están quienes se encuentran anclados en el pasado, como los de DOMUS ROMANORUM o como muchos otros que se encuentran fuera de la Feria. Deja tu comentario y olé.

8 comentarios:

jaramos.g dijo...

Interesante "trabajo de campo" en el campus ferial. Y no menos iteresante e instructiva explicación. Sin tener grandes conocimientos de latín, me asalta una duda: ¿la construcción latina "fetén" no sería la inversa, o sea, "romanorum domus"? Felicidades por este blog tuyo, que sigo desde hace un tiempo. Salud(os).

Chus dijo...

FERIA.Dicc.Autoridades:"Qualquiera de los dias de la semana,, excepto el Sábado y el Domingo. Llámase asi por disposición de San Sylvestre Papa: y se dice Feria segunda el lunes, Feria tercera el martes,&c." Pues eso es lo que siempre entendí: para mi el descanso y suspensión del trabajo puede ocurrir cada lunes o cada martes. Y no porque yo haya sido un bohemio, sino por guía papal. Cuando me encuentro con más fuerza para trabajar son los dias de fiesta, quién sabe si para tapar la falta de comercio en ellos. En las ferias, como tu, me puedo encontrar tan ricamente reflexionando sobre el latín vulgar, o cosas así. Muchas veces creí que era un poco raro, aunque, también, yo mismo. Gracias a tu foto y tu comentario, me encuentro reforzado. Gracias

Lola Pons dijo...

Las ferias eran las celebraciones no religiosas, ya que las religiosas eran fiestas ("Santificarás las fiestas"). La gracia de la Feria de Sevilla es que es una fiesta completamente ajena a lo religioso, y, en cambio, absolutamente tradicional.
JA Ramos, el orden latino típico cuando había adjetivos junto al nombre era la anteposición del adjetivo; el genitivo gozaba de libertad de posición, en cambio.

jaramos.g dijo...

Vale, quedo enterado, mi duda se ha disipado. Gracias. No sé si has visto que a dos artículos anteriores ("Cosas que he hecho últimamente" y "Lección de columpios") les he hecho sendos comentarios. Salud(os).

Lola Pons dijo...

Sí, los he visto y respondido. Gracias por comentar, los comentarios dan sentido al blog.

Manuel Jesús Rodríguez Rechi dijo...

Buenas tardes, soy administrador de Blogueros de Sevilla. Nos gustaría si tuviera a bien, facilitarnos su dirección de correo. Puedes hacerla llegara cm@bloguerosdesevilla.com Gracias.

Lola Pons dijo...

Te he escrito ya. Saludos

Gaspar Murillo dijo...

Lola, últimamente pienso muy a menudo lo lamentable (al menos, para mí) que fue la pérdida de los casos en las lenguas derivadas del latín. Ahora que llevo dos años estudiando ruso, me fascina la complejidad de las declinaciones en esa lengua y cómo la utilización correcta o incorrecta de éstas determina la educación del hablante. También me sorprende el ejemplo que detallas de la palabra DOMUS. Si en ruso la palabra CASA se dice DOM,esto indicaría que DOMUS ha dejado herencia en una lengua eslava y, por el contrario, no ha hecho lo propio en las lenguas de origen latino (en rumano, portugués, italiano y español es CASA, sólo en francés, MAISON). Pero la raíz DOM- no se atisba por ninguna parte. Veo penosa la ingente pérdida léxica y gramatical acontecida en el latín vulgar mientras todas las lenguas eslavas se aferraron a las declinaciones y no simplificaron su gramática de una forma tan cobarde. Esto únicamente me lleva a pensar en la laxitud y el abandono de los hablantes hacia su propia lengua, desidia que se perpetúa hasta la actualidad. De hecho, muchos de los problemas de España provienen de la Edad Media y parece que la lengua tampoco quedó incólume en ese etapa oscura y destructiva que nos apabulló hace siglos. Habría que aprender del pasado y proteger de la corrupción a un idioma. De lo contrario, el español de aquí a poco más de un siglo perderá el 50% del vocabulario, el imperfecto y a saber cuántas cosas más. Soy GASPAR MURILLO, su ex-alumno de la Facultad de Comunicación.

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