Recién vuelvo de viaje. El viernes 21 y el sábado 22 de octubre estuve en Logroño en la celebración de las I Jornadas Vocento sobre “El futuro en español” organizadas por www.larioja.com. Ha sido emocionante estar en La Rioja, tan cerca de los parajes hacia donde miramos cuando hablamos de los orígenes pasados del romance (como San Millán de la Cogolla, Ojacastro o Berceo) atendiendo a cuestiones sobre el presente y el futuro del español.
En el programa se reunían conferencias de Jorge Edwards, Humberto López Morales o Jon Juaristi, entre otros, con ponencias de filólogos, sociólogos, escritores, periodistas y hasta una vlogger (con v, porque no hace un blog escrito sino un blog de vídeos) como Cristtyspain. Podéis ver en esta web (una web con ñ) algunos resúmenes de prensa así como los resultados de la encuesta que sobre el uso del español en la red promovieron los organizadores. También he colgado en nuestra galería virtual algunas fotos.
Participé con el periodista Fermín Bocos y los profesores Ana Pano y Antonio Briz en una mesa sobre el tema jóvenes, nuevas tecnologías y español que llevaba el provocativo título de Escribimos como hablamos. En mi intervención (de título un poco largo: “Escondidas en las mesas, a gritos en las paredes: las palabras de la comunicación adolescente”) expuse que hay convenciones en la escritura (abreviaturas en pro de la economía pero también reduplicaciones en pro de la expresividad) tanto en los documentos medievales como en los SMS y en la escritura epistolar adolescente (no hay nada nuevo) y expuse algunas muestras de escritura adolescente no digital, esto es, literacidad adolescente "en analógico", en papel, en las que se podía observar cómo la naturaleza personal de algunos escritos de jóvenes propicia usos lingüísticos identitarios venidos de chats y SMS que no se observan en otros escritos también hechos por adolescentes donde la ortografía es estándar.
Pese al discurso generalizado socialmente de que la era digital arremete contra el idioma, el tono general de las intervenciones en las Jornadas ha sido optimista con respecto a los posibles efectos de las nuevas técnicas de comunicación sobre el español, aunque se llamó la atención continuamente sobre la necesidad de no traspasar convenciones de los géneros digitales a otros géneros donde su uso puede afectar a la imagen social del individuo.
Participé con el periodista Fermín Bocos y los profesores Ana Pano y Antonio Briz en una mesa sobre el tema jóvenes, nuevas tecnologías y español que llevaba el provocativo título de Escribimos como hablamos. En mi intervención (de título un poco largo: “Escondidas en las mesas, a gritos en las paredes: las palabras de la comunicación adolescente”) expuse que hay convenciones en la escritura (abreviaturas en pro de la economía pero también reduplicaciones en pro de la expresividad) tanto en los documentos medievales como en los SMS y en la escritura epistolar adolescente (no hay nada nuevo) y expuse algunas muestras de escritura adolescente no digital, esto es, literacidad adolescente "en analógico", en papel, en las que se podía observar cómo la naturaleza personal de algunos escritos de jóvenes propicia usos lingüísticos identitarios venidos de chats y SMS que no se observan en otros escritos también hechos por adolescentes donde la ortografía es estándar.
Pese al discurso generalizado socialmente de que la era digital arremete contra el idioma, el tono general de las intervenciones en las Jornadas ha sido optimista con respecto a los posibles efectos de las nuevas técnicas de comunicación sobre el español, aunque se llamó la atención continuamente sobre la necesidad de no traspasar convenciones de los géneros digitales a otros géneros donde su uso puede afectar a la imagen social del individuo.
Ahora es tiempo de preguntar: ¿eres de los que escribe los SMS o los tuits sin hurtar ni una letra o acortas absolutamente todo? ¿Empleas alguna abreviatura propia, absolutamente particular que nadie entiende? Deja tu comentario...
9 comentarios:
Personalmente, en general intento escribir correctamente en las redes sociales(lo contrario,estudiando Filología sería casi un delito) pero a veces se escapa algo a la vista,dependiendo de la rapidez y demás y a lo acalorado de la conversación. Eso sí,vengo observando que según la red social,las faltas de ortografía son mayores,en cantidad sobre todo,de menos a más: Twiter(exceptuando a algún futbolista),Facebook y Tuenti. Además,mucha gente,en las mismas redes sociales,atacan a aquellos que escriben incorrectamente,en una página web relacionada con estas redes sociales llamada http://www.vistoenfb.com/ ,casi a diario hay muestras de estos ataques. Por lo tanto,podríamos estar ante una especie de sistema por el cual la gente,con tal de no hacer el ridículo,podría esforzarse en escribir mejor. A ver si ocurre. Un saludo
Pd: Un ejemplo de lo que acabo de exponer es este enlace: http://www.vistoenfb.com/conversaciones/recomendaciones-interesantes
Hasta hace poco escribía un SMS con absolutamente todas las letras y signos de puntuación. Y entonces alguien, doctorado en Historia, me dijo: "¡Qué antiguo, te has quedado atrás!". Confieso haber caído.
En cuanto a las "economías" que utilizo cuando tomo apuntes, utilizo:
el signo + dentro de un círculo: mucho,
el signo > en un círculo: la mayoría,
dd pdv: desde el punto de vista
dmq: de manera que
Y otras tantas también usadas por casi todos.
En los sms suelo abusar de secuencias consonánticas impronunciables, pero lo hago por economía monetaria, no lingüística. Sin embargo en las redes sociales y en los programas de mensajería instantánea intento ceñirme a la norma ortográfica.
La economía monetaria era también la causa de mucha abreviatura en la manuscritura medieval (la carestía de la tinta, la dificultad de elaboración del papel, lo costoso de los pergaminos...). No somos tan distintos de nuestros antepasados sin imprenta.
Recuerdo que hace unos años, en una de las clases de Historia de la Lengua antes de navidades con Lola Pons nos hizo partícipes de unas "notitas" de clase de algunos alumnos de la ESO y las analizamos comparándolas con documentos medievales para ver si existía o no algún tipo de semejanzas entre una y otra. Recuerdo aquel día porque fue una clase diferente y muy, pero que muy interesante porque nos hizo ver que tampoco habíamos cambiado tanto: no somos tan innovadores como pensamos.Evidentemente, hoy en día el lenguaje está cambiando; actualmente estoy trabajando en la posible "deformación ortográfica" que existe en las redes sociales, ese universo paralelo del que muchos formamos parte. Pero, qué se considerarían faltas de ortografía en la red¿todos los errores ortográficos?¿Las elipsis o las epéntesis vocálicas y consonánticas que están ya generalizadas en estas redes o sólo las confusiones de b/v o el uso de la y por la ll? ¿Son conscientes los individuos de que cometen faltas de ortografía o simplemente utilizan la lengua de una forma arbitraria?Ante todas estas preguntas sólo puedo decir que la lengua cambia, evoluciona, pero nunca muere; pero, ante todo, hay que cuidarla.
No nos rasgemos las vestiduras tanto con el eterno problema ortográfico, y tomemos el rábano por los hojas para decir, con todas las letras ahora sí, que la ortografía es algo ajeno a la lengua, y que estas no degeneran, se empobrecen o menguan por una hache de más o de menos o una be mal puesta (cantad con la música de Let it be: "Letra be, letrá be, letra be, letrá be, suenas como la uve, letra be. Exitazo de los Berzas). El problema no es escribir sms con k, y o w (dado mi amor al maestro Korreas, soy particularmente afecto a la grafía , como la de la cébre nodicia de kesos), sino no tener la suficiente competencia sociolingüística como para saber variar de registro. Los móviles, internet y demás no van a arruinar el español; no lo hizo la imprenta, que también acarreó cambios y vaivenes en los usos gráficos, así que...
JRM
A mi juicio, todo el mundo utiliza distintas maneras de escribir dependiendo de la situación en la que se encuentre. Como bien se puede observar en los comentarios anteriores todos coincidimos en que muchas veces utilizamos esas abreviaciones como en los SMS, ya que es mucho más fácil a la hora de escribir y son entendibles para los receptores, aunque, en realidad, no con todo el mundo puedes utilizar las mismas abreviaturas porque no todos las puede llegar a entender. Hoy en día esas abreviaturas se dan cada vez con más frecuencia tanto el los SMS como en los apuntes de clase. Yo mismo, cuando debo de copiar rápido para coger apuntes hay veces que utilizo iconos o signos los cuales tienen un significado personal para que así me de tiempo de seguir copiando sin perderme. Creo, sinceramente, que no es un mal acto hablar así, puesto que todo el mundo se entiende y se debe saber en que momento se pueden utilizar esos signos o esas abreviaciones y en que momentos no.
Estoy de acuerdo con el sentir general. Pero entiendo también a quienes, tratando cotidianamente con jóvenes que escriben los exámenes con las abreviaturas del móvil, se lamentan por un uso ortográfico extendido más allá de lo deseable. Lanzo una reflexión: si antes los jóvenes nos pasábamos las tardes hablando (en el parque, en la plaza, por teléfono) ahora se la pasan escribiendo, y escriben más en género informal que académico. Es normal (pero no loable) que las convenciones de la escritura informal traspasen en muchos casos a la escritura académica. Gracias por vuestros comentarios.
Hoy en día mucha gente utiliza las abreviaciones para mandar un mensaje de texto(sms)ya que resulta más fácil a la hora de escribirlo; y no hay ningún tipo de problema puesto que para los receptores no es nada difícil averiguar lo que pone ya que como bien dije antes al utilizarlo un gran número de personas se entienden entre sí. Pero no con todo el mundo pasa eso, hay personas que te escriben con totalidad todas las palabras ya bien sea porque les parece mal el tipo de escritura utilizada por la gran mayoría de personas o bien porque no entienden el contenido como muchas otras.
Por otra parte también suelo utilizar signos y abreviaciones de palabras en los apuntes de clase para poder coger más rápido los apuntes y no quedarme detrás, signos personales que no se entenderían ya que son creados por mi para mis propios apuntes como muchas otras personas también lo hará.
Yo pienso sinceramente que no estamos hablando de un mal acto de comunicación puesto que se entienden los unos con los otros y eso en realidad es lo importante ya que aunque cambiemos la forma de comunicarnos seguimos entendiéndonos y eso es algo bastante importante. Por otra parte también creo que cada persona sabe cuando se debe utilizar estas abreviaciones y cuando no, dependiendo del lugar y del tipo de mensaje o de comunicación.
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