jueves, 29 de diciembre de 2011

Un año más

Una vez más llegará la noche del 31, haré recapitulación y sentiré que la vida sigue subiendo de volumen, que a veces voy corriendo tras la gota dulce del helado que resbala lenta y que otras veces paladeo a dentelladas el sabor del placer y la frescura estremecida. Vendrá 2012. Y yo me siento a escribir la última entrada del año de este blog pensando qué pasará.
Sé que llegará enero y cientos de estudiantes ordenarán sus apuntes y sus libros preparando los exámenes de Historia de la Lengua. Pero tal vez en mitad de una noche solitaria en que alguien pase los folios dedicados a las Glosas, los sonidos medievales y las formas de las letras en los manuscritos, un alumno descubra su vocación.
Luego febrero se echará encima, se enfrentarán don Carnal y la Cuaresma en el Libro del Buen Amor, que nos mostrará en sus formas de tratamiento cómo reverenciar según se debe a la diosa romana: “Señora Doña Venus, muger de Don Amor, / noble dueña, omíllome yo, vuestro servidor”.
En sus clases, miles de escolares escribirán en su cuaderno la fecha de cada día del mes de marzo sin notar que unos siglos atrás ese marzo se pronunciaba poniendo la lengua tras los dientes, se escribía con ç y sonaba como martso.
Nos volveremos a mirar al espejo, sentiré que la vida brota de nuevo en la calle y que la ciudad se pinta los labios en abril. El Tesoro de Covarrubias lo justificaba así en 1611 al explicar el refrán Las mañanicas de abril buenas son de dormir: ‘Porque crece entonces la sangre con que se humedece el celebro, y causa sueño’.
Que por mayo era por mayo cuando hace la calor, decía el romance, donde el que inicial nos abre el enigma de la narración y la sintaxis, y calor-caloris, masculino en latín, ha pasado a femenino. Porque no es prisionera la lengua viva, sonando aún en el viejo cantar su variación y su cambio.
Vendrá junio y un alumno de Historia de la Lengua volverá a suspender por poner en un examen que la h latina (de homine o hibernus) se aspira en español.
Volveremos a sacar el bikini en julio, ignorando que al mencionar esa prenda citamos una isla del Pacífico que se empleó para hacer pruebas atómicas en los años 40 y cuyo nombre, en boga en los periódicos de Estados Unidos en esa época, se reutilizó para designar al breve y nuevo traje de baño que se puso de moda. Pronunciaremos bikini evocando la creatividad de quien escogió esa palabra para el nuevo invento asociada con la capacidad más destructiva del ser humano.
En agosto miles de señoras sevillanas, parcamente alfabetizadas en tiempos difíciles pero capaces de cantar el Salve regina en latín, rodearán a la patrona, la Virgen de los Reyes, sin saber que están rozando a su lado en la Catedral hispalense la tumba de Alfonso X el Sabio, el monarca que confió en el castellano para escribir libros de altura.
En septiembre comenzará el curso, volveré a entrar en un aula después del descanso del verano, volveré a estar nerviosa como la primera vez y volveré a hablar de la lengua española a los alumnos nuevos que aún no tengo.
Más tarde de lo que esperamos, regresará el frío mañanero y con él octubre. Al pronunciar otoño, algunos saborearán una palabra de tres oes que en latín (autumnus) no tenía ninguna, y verán que el diptongo au no ha permitido que la t sonorizara y se hiciera *odoño.
Vendrá noviembre, que era el mes noveno en latín y nos mostrará en cada uno de sus treinta días que la o breve latina de novem diptongó en nueve.
Llegará diciembre y de nuevo miles de niños escribirán su carta a los Reyes Magos con la misma reverencia de quien puso por escrito la primera pieza teatral conservada en castellano, el Auto de los Reyes Magos. Y en cualquier tarde de ese mes, dentro de un año, tal vez yo esté saliendo de la Facultad volviendo a casa bajo un cielo a oscuras sitiado de luces navideñas pensando, como hoy, en que la vida sigue subiendo de volumen. Ojalá.

¡Feliz año 2012 a todos los lectores de este blog!
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Una vez más llegará la noche del 31, haré recapitulación y sentiré que la vida sigue subiendo de volumen, que a veces voy corriendo tras la gota dulce del helado que resbala lenta y que otras veces paladeo a dentelladas el sabor del placer y la frescura estremecida. Vendrá 2012. Y yo me siento a escribir la última entrada del año de este blog pensando qué pasará.
Sé que llegará enero y cientos de estudiantes ordenarán sus apuntes y sus libros preparando los exámenes de Historia de la Lengua. Pero tal vez en mitad de una noche solitaria en que alguien pase los folios dedicados a las Glosas, los sonidos medievales y las formas de las letras en los manuscritos, un alumno descubra su vocación.
Luego febrero se echará encima, se enfrentarán don Carnal y la Cuaresma en el Libro del Buen Amor, que nos mostrará en sus formas de tratamiento cómo reverenciar según se debe a la diosa romana: “Señora Doña Venus, muger de Don Amor, / noble dueña, omíllome yo, vuestro servidor”.
En sus clases, miles de escolares escribirán en su cuaderno la fecha de cada día del mes de marzo sin notar que unos siglos atrás ese marzo se pronunciaba poniendo la lengua tras los dientes, se escribía con ç y sonaba como martso.
Nos volveremos a mirar al espejo, sentiré que la vida brota de nuevo en la calle y que la ciudad se pinta los labios en abril. El Tesoro de Covarrubias lo justificaba así en 1611 al explicar el refrán Las mañanicas de abril buenas son de dormir: ‘Porque crece entonces la sangre con que se humedece el celebro, y causa sueño’.
Que por mayo era por mayo cuando hace la calor, decía el romance, donde el que inicial nos abre el enigma de la narración y la sintaxis, y calor-caloris, masculino en latín, ha pasado a femenino. Porque no es prisionera la lengua viva, sonando aún en el viejo cantar su variación y su cambio.
Vendrá junio y un alumno de Historia de la Lengua volverá a suspender por poner en un examen que la h latina (de homine o hibernus) se aspira en español.
Volveremos a sacar el bikini en julio, ignorando que al mencionar esa prenda citamos una isla del Pacífico que se empleó para hacer pruebas atómicas en los años 40 y cuyo nombre, en boga en los periódicos de Estados Unidos en esa época, se reutilizó para designar al breve y nuevo traje de baño que se puso de moda. Pronunciaremos bikini evocando la creatividad de quien escogió esa palabra para el nuevo invento asociada con la capacidad más destructiva del ser humano.
En agosto miles de señoras sevillanas, parcamente alfabetizadas en tiempos difíciles pero capaces de cantar el Salve regina en latín, rodearán a la patrona, la Virgen de los Reyes, sin saber que están rozando a su lado en la Catedral hispalense la tumba de Alfonso X el Sabio, el monarca que confió en el castellano para escribir libros de altura.
En septiembre comenzará el curso, volveré a entrar en un aula después del descanso del verano, volveré a estar nerviosa como la primera vez y volveré a hablar de la lengua española a los alumnos nuevos que aún no tengo.
Más tarde de lo que esperamos, regresará el frío mañanero y con él octubre. Al pronunciar otoño, algunos saborearán una palabra de tres oes que en latín (autumnus) no tenía ninguna, y verán que el diptongo au no ha permitido que la t sonorizara y se hiciera *odoño.
Vendrá noviembre, que era el mes noveno en latín y nos mostrará en cada uno de sus treinta días que la o breve latina de novem diptongó en nueve.
Llegará diciembre y de nuevo miles de niños escribirán su carta a los Reyes Magos con la misma reverencia de quien puso por escrito la primera pieza teatral conservada en castellano, el Auto de los Reyes Magos. Y en cualquier tarde de ese mes, dentro de un año, tal vez yo esté saliendo de la Facultad volviendo a casa bajo un cielo a oscuras sitiado de luces navideñas pensando, como hoy, en que la vida sigue subiendo de volumen. Ojalá.

¡Feliz año 2012 a todos los lectores de este blog!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mi paisaje

El paisaje lingüístico es el conjunto de realizaciones materiales de la lengua que vemos por escrito en los espacios públicos. En enero de 2010, comencé a trabajar sobre el paisaje lingüístico andaluz recopilando imágenes de lenguas distintas del español o variedades diferentes del español estándar en el espacio urbano de Sevilla. En nuestra galería he publicado algunas fotos para que veáis el tipo de signos a que me refiero. Durante meses, y con la ayuda de Pablo Cordero, paseé por todos los barrios de Sevilla acopiando imágenes, que hoy se cuentan por más de mil en mi base de datos. Sigo aún haciendo fotos como ésta, del edificio Cristina junto al río:
La profundización sociolingüística posterior mostró que lenguas del turismo y lenguas de la inmigración hacen de la ciudad de Sevilla un espacio visualmente multilingüe, con casi treinta lenguas documentadas además de muchas imágenes de andaluz puesto (deliberadamente o no) por escrito y de español de América traído por la migración latina.
Esta investigación nació por mi vocación por recuperar lo olvidado, en este caso por inmortalizar muestras lingüísticas destinadas a ser efímeras (pintadas, carteles, rótulos de tiendas, grafitis...) y ha terminado siendo El paisaje lingüístico de Sevilla, un libro sobre sociolingüística urbana y conciencia lingüística que ha sido galardonado por la Diputación de Sevilla con el 1º Premio Archivo Hispalense en el apartado de Ciencias Sociales. El libro se publicará en 2012, aún está en prensa, ya informaré en el blog de su salida. Pero hasta entonces quiero compartir con vosotros la noticia de que el próximo martes 27 de diciembre a las 12,30 en la Diputación de Sevilla (Avda. Menéndez Pelayo, frente a los Jardines de Murillo) se hará la entrega oficial del premio. Os invito a todos los lectores, alumnos. ex-alumnos, amigos y colegas a acompañarme. De una forma u otra formáis también parte de mi paisaje.
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El paisaje lingüístico es el conjunto de realizaciones materiales de la lengua que vemos por escrito en los espacios públicos. En enero de 2010, comencé a trabajar sobre el paisaje lingüístico andaluz recopilando imágenes de lenguas distintas del español o variedades diferentes del español estándar en el espacio urbano de Sevilla. En nuestra galería he publicado algunas fotos para que veáis el tipo de signos a que me refiero. Durante meses, y con la ayuda de Pablo Cordero, paseé por todos los barrios de Sevilla acopiando imágenes, que hoy se cuentan por más de mil en mi base de datos. Sigo aún haciendo fotos como ésta, del edificio Cristina junto al río:
La profundización sociolingüística posterior mostró que lenguas del turismo y lenguas de la inmigración hacen de la ciudad de Sevilla un espacio visualmente multilingüe, con casi treinta lenguas documentadas además de muchas imágenes de andaluz puesto (deliberadamente o no) por escrito y de español de América traído por la migración latina.
Esta investigación nació por mi vocación por recuperar lo olvidado, en este caso por inmortalizar muestras lingüísticas destinadas a ser efímeras (pintadas, carteles, rótulos de tiendas, grafitis...) y ha terminado siendo El paisaje lingüístico de Sevilla, un libro sobre sociolingüística urbana y conciencia lingüística que ha sido galardonado por la Diputación de Sevilla con el 1º Premio Archivo Hispalense en el apartado de Ciencias Sociales. El libro se publicará en 2012, aún está en prensa, ya informaré en el blog de su salida. Pero hasta entonces quiero compartir con vosotros la noticia de que el próximo martes 27 de diciembre a las 12,30 en la Diputación de Sevilla (Avda. Menéndez Pelayo, frente a los Jardines de Murillo) se hará la entrega oficial del premio. Os invito a todos los lectores, alumnos. ex-alumnos, amigos y colegas a acompañarme. De una forma u otra formáis también parte de mi paisaje.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Nosolodeyod regala libros a...

...a todos los que han participado, que relaciono en la lista de abajo con el mismo nombre con que han firmado (solo ha habido un total anónimo, que irremediablemente he tenido que excluir). Para poder asignar un libro a cada persona respetando sus preferencias, os pido a los agraciados que me escribáis un correo con vuestra dirección postal y una prelación de los tres títulos que más os interesan. Trataré de que recibáis uno de esos tres.
1. Andrés
2. Angelus-Ruy
3. Antonio Pedrote
4. Bissente R
5. Blanca
6. Daniel Varo
7. David Avilés
8. Elena Díez DCA
9. Elena S. Calonge
10. Esperanza
11. Fer
12. Iñaki Cano
13. Iteraciones
14. Itzall
15. Joaquín Gómez Schez-Molero
16. Joaquín P. Borge
17. José Luis Nogales
18. José Manuel Garrido
19. La aguja piruja
20. Laura Esteban Ar
21. M.J. Olmedo
22. Manuel Piqueras
23. María Córdoba
24. Pascual Garrido
25. Patricia Manzano
26. Sara González A
27. Uranía Kúmi
28. Veronica Ruscio
¡Gracias por participar en el segundo aniversario de Nosolodeyod! Y no dejéis de seguir apareciendo por aquí, vuestros comentarios dan calor a este espacio virtual dedicado a la historia de la lengua.
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...a todos los que han participado, que relaciono en la lista de abajo con el mismo nombre con que han firmado (solo ha habido un total anónimo, que irremediablemente he tenido que excluir). Para poder asignar un libro a cada persona respetando sus preferencias, os pido a los agraciados que me escribáis un correo con vuestra dirección postal y una prelación de los tres títulos que más os interesan. Trataré de que recibáis uno de esos tres.
1. Andrés
2. Angelus-Ruy
3. Antonio Pedrote
4. Bissente R
5. Blanca
6. Daniel Varo
7. David Avilés
8. Elena Díez DCA
9. Elena S. Calonge
10. Esperanza
11. Fer
12. Iñaki Cano
13. Iteraciones
14. Itzall
15. Joaquín Gómez Schez-Molero
16. Joaquín P. Borge
17. José Luis Nogales
18. José Manuel Garrido
19. La aguja piruja
20. Laura Esteban Ar
21. M.J. Olmedo
22. Manuel Piqueras
23. María Córdoba
24. Pascual Garrido
25. Patricia Manzano
26. Sara González A
27. Uranía Kúmi
28. Veronica Ruscio
¡Gracias por participar en el segundo aniversario de Nosolodeyod! Y no dejéis de seguir apareciendo por aquí, vuestros comentarios dan calor a este espacio virtual dedicado a la historia de la lengua.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Mi tipo

Estoy leyéndome estos días un libro muy entretenido sobre fuentes de letras: Es mi tipo, de Simon Garfield. En él se analizan los tipos de letras de carteles electorales, paradas de metro, discos de Amy Winehouse, los aviones de Easy Jet, la revista Rolling Stone o la camiseta de Messi y se cuentan los orígenes, triunfos y fracasos de las fuentes más usadas hoy. Los tipos de letras suscitan adhesiones y odios inquebrantables y también tuvieron efectos sobre la historia de los idiomas.
Antes de la imprenta, había familias de letras, modos de escribir que se transmitían por zonas y escuelas de generación en generación. En la península, la letra más extendida en la Alta Edad Media fue la llamada letra visigótica, mientras que en Francia se había popularizado entre quienes sabían escribir la llamada letra carolingia (imagen a la derecha), que toma su nombre del emperador Carlomagno en torno a cuya corte floreció. Esta letra se comenzó a emplear desde fines del siglo VIII y fue una verdadera revolución para Occidente, ya que poco a poco fue reemplazando a otras letras haciéndose una fuente internacional. Era una letra clara, con pocas ligaduras, con espacio entre palabras y muy legible.
A la Península llegó en fecha más tardía y reemplazó a la letra visigótica (una muestra en la imagen de la izquierda) en torno al siglo XII. Este cambio de letra es algo más que un mero reemplazo gráfico: solemos estar muy apegados a escribir como nos han enseñado, y si los escribas gradualmente fueron inclinándose a cambiar de letra fue porque una nueva corriente de influjo francés estaba llegando a la Península legitimada por matrimonios reales, ayudada por el Camino de Santiago y expresa también en otros rasgos lingüísticos que calaron en las lenguas romances peninsulares: nuevo léxico, por ejemplo (bachiller, garzón, deán, galán, paje). No fue un cambio inocente esta adopción de la letra carolingia, que luego transitó hacia una nueva letra, la llamada gótica.
Hablamos, pues, de las letras. ¿Perpetúas alguna particularidad gráfica que te transmitieron en la escuela al aprender a escribir? ¿Haces una e rara que nada más que escribes tú? ¿Círculos perfectos sobre las íes? ¿Prefieres la a “de imprenta” a la a? Existe un grupo de detractores de la letra Comic Sans Serif, que la critican y persiguen con odio ¿Estás entre ellos? Yo adoro las fuentes Cambria, Helvetica y Verdana, soy neutral ante la Times New Roman y me parece un pastiche la Book Antiqua. ¿Cuál es tu letra en el ordenador y por qué? Piensa en tu tipo y deja tu comentario...
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Estoy leyéndome estos días un libro muy entretenido sobre fuentes de letras: Es mi tipo, de Simon Garfield. En él se analizan los tipos de letras de carteles electorales, paradas de metro, discos de Amy Winehouse, los aviones de Easy Jet, la revista Rolling Stone o la camiseta de Messi y se cuentan los orígenes, triunfos y fracasos de las fuentes más usadas hoy. Los tipos de letras suscitan adhesiones y odios inquebrantables y también tuvieron efectos sobre la historia de los idiomas.
Antes de la imprenta, había familias de letras, modos de escribir que se transmitían por zonas y escuelas de generación en generación. En la península, la letra más extendida en la Alta Edad Media fue la llamada letra visigótica, mientras que en Francia se había popularizado entre quienes sabían escribir la llamada letra carolingia (imagen a la derecha), que toma su nombre del emperador Carlomagno en torno a cuya corte floreció. Esta letra se comenzó a emplear desde fines del siglo VIII y fue una verdadera revolución para Occidente, ya que poco a poco fue reemplazando a otras letras haciéndose una fuente internacional. Era una letra clara, con pocas ligaduras, con espacio entre palabras y muy legible.
A la Península llegó en fecha más tardía y reemplazó a la letra visigótica (una muestra en la imagen de la izquierda) en torno al siglo XII. Este cambio de letra es algo más que un mero reemplazo gráfico: solemos estar muy apegados a escribir como nos han enseñado, y si los escribas gradualmente fueron inclinándose a cambiar de letra fue porque una nueva corriente de influjo francés estaba llegando a la Península legitimada por matrimonios reales, ayudada por el Camino de Santiago y expresa también en otros rasgos lingüísticos que calaron en las lenguas romances peninsulares: nuevo léxico, por ejemplo (bachiller, garzón, deán, galán, paje). No fue un cambio inocente esta adopción de la letra carolingia, que luego transitó hacia una nueva letra, la llamada gótica.
Hablamos, pues, de las letras. ¿Perpetúas alguna particularidad gráfica que te transmitieron en la escuela al aprender a escribir? ¿Haces una e rara que nada más que escribes tú? ¿Círculos perfectos sobre las íes? ¿Prefieres la a “de imprenta” a la a? Existe un grupo de detractores de la letra Comic Sans Serif, que la critican y persiguen con odio ¿Estás entre ellos? Yo adoro las fuentes Cambria, Helvetica y Verdana, soy neutral ante la Times New Roman y me parece un pastiche la Book Antiqua. ¿Cuál es tu letra en el ordenador y por qué? Piensa en tu tipo y deja tu comentario...

sábado, 10 de diciembre de 2011

Solamente una vez...

La palabra hápax viene del griego, significa 'una sola vez' y se emplea para designar a una palabra o expresión de la que solo se tiene un ejemplo documentado en la historia de un idioma. Como hablantes, heredamos palabras, sonidos y gramática de otros, pero también tenemos capacidad para crear e innovar, por eso cambian las lenguas. Pero ¿existen construcciones únicas en la historia de la lengua? Sobre este tema se ha celebrado el jueves y viernes de esta semana en la Universidad de Tubinga, en el suroeste de Alemania y junto a la Selva Negra, el Coloquio sobre Hápax sintácticos y gramática histórica en español, exquisitamente organizado por Johannes Kabatek, Álvaro Octavio de Toledo y Huerta y Albert Wall (www.kabatek.de/hapax)
Las sesiones se han celebrado en una preciosa sala del Schloss o castillo de la ciudad, donde una veintena de asistentes (en la galería he colgado algunas fotos) hemos intercambiado ideas y argumentos en torno al asunto. Ha sido un coloquio muy interesante, con un tema realmente original y provocador: ¿qué margen da la creatividad lingüística para crear anomalías en la sintaxis?, ¿cómo convive lo tradicional con lo único en la historia de la lengua española?, ¿cuánto de lo anómalo lo es solamente a nuestros ojos pero no lo era para los hablantes pasados del español? Creo que estos asuntos van a ocuparnos mucho en los próximos años, al igual que ha ocurrido con el concepto de tradición discursiva, difundido desde Tubinga muy exitosamente a la comunidad hispánica particularmente desde el coloquio que sobre ese tema organizó J. Kabatek en 2005. Tú como hablante, ¿eres consciente de haber creado alguna vez una palabra o uso lingüístico nuevo? ¿Qué palabras o estructuras has oído muy raramente y te parecen que solo han pasado una vez? ¿Eres original o conservador al hablar y escribir? Deja tu comentario.
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La palabra hápax viene del griego, significa 'una sola vez' y se emplea para designar a una palabra o expresión de la que solo se tiene un ejemplo documentado en la historia de un idioma. Como hablantes, heredamos palabras, sonidos y gramática de otros, pero también tenemos capacidad para crear e innovar, por eso cambian las lenguas. Pero ¿existen construcciones únicas en la historia de la lengua? Sobre este tema se ha celebrado el jueves y viernes de esta semana en la Universidad de Tubinga, en el suroeste de Alemania y junto a la Selva Negra, el Coloquio sobre Hápax sintácticos y gramática histórica en español, exquisitamente organizado por Johannes Kabatek, Álvaro Octavio de Toledo y Huerta y Albert Wall (www.kabatek.de/hapax)
Las sesiones se han celebrado en una preciosa sala del Schloss o castillo de la ciudad, donde una veintena de asistentes (en la galería he colgado algunas fotos) hemos intercambiado ideas y argumentos en torno al asunto. Ha sido un coloquio muy interesante, con un tema realmente original y provocador: ¿qué margen da la creatividad lingüística para crear anomalías en la sintaxis?, ¿cómo convive lo tradicional con lo único en la historia de la lengua española?, ¿cuánto de lo anómalo lo es solamente a nuestros ojos pero no lo era para los hablantes pasados del español? Creo que estos asuntos van a ocuparnos mucho en los próximos años, al igual que ha ocurrido con el concepto de tradición discursiva, difundido desde Tubinga muy exitosamente a la comunidad hispánica particularmente desde el coloquio que sobre ese tema organizó J. Kabatek en 2005. Tú como hablante, ¿eres consciente de haber creado alguna vez una palabra o uso lingüístico nuevo? ¿Qué palabras o estructuras has oído muy raramente y te parecen que solo han pasado una vez? ¿Eres original o conservador al hablar y escribir? Deja tu comentario.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pelea por unos quesos

A mí me hacen gracia esas historias de rivalidades entre pueblos en los que los de un pueblo van al otro a robar el santo y echarlo al pilón, lanzan infundios sobre la moralidad de las mozas vecinas o se enzarzan en competiciones de caza, pesca, paella o lanzamiento de melones. El caso es que esas historias palidecen y pierden todo interés al lado de la que cuento hoy: dos pueblos leoneses (Chozas de Abajo y Ardón) en lucha por atribuirse la propiedad de un papelito en que alguien hizo la lista de los quesos de una despensa. El detalle que aclara el conflicto: ese documento es del siglo X. Fue escrito al dorso de un testamento, y hoy se guarda en el Archivo de la Catedral de León, aunque procede del monasterio leonés de Rozuela, ya desaparecido, y sobre cuyo emplazamiento esos dos pueblos leoneses rivalizan para poder arrimar a su linde el hallazgo.
La Nodizia de kesos es un texto muy corto, en que un fraile relaciona lo que se ha gastado en la despensa: Nodicia de / kesos que / espisit frater / Semeno: In Labore / de fratres In ilo ba- / celare / de cirka Sancte Ius- / te, kesos U; In ilo / alio de apate, / II kesos; en que[e] / puseron ogano, / kesos IIII; In ilo / de Kastrelo, I; / In Ila uinia maIore... (O sea... Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: En el trabajo de los frailes, en el viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que pusieron este año, cuatro quesos. En el de Castrillo, uno. En la viña mayor...). Se ha considerado el primer texto escrito en leonés, aunque, como ocurre con todos los textos tempranos, nunca podemos determinar si hay otros anteriores a él o si realmente estamos ante romance o latín inexperto.
Dámaso Alonso, al describir los testimonios que se tienen como las primeras muestras de romance en francés (los Juramentos de Estrasburgo), en italiano (los documentos de Montecassino) y en castellano (las Glosas) afirmaba: “Se diría que está presagiando el carácter de esas tres grandes culturas”... la vocación política europeísta de Francia, el desarrollo jurídico italiano y el fervor religioso español. Problemático sería ahora hacer entrar a la Nodizia como muestra primeriza de nuestra cultura hispánica, cambiándole el hábito de beata a zampona. Deja tu comentario...
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A mí me hacen gracia esas historias de rivalidades entre pueblos en los que los de un pueblo van al otro a robar el santo y echarlo al pilón, lanzan infundios sobre la moralidad de las mozas vecinas o se enzarzan en competiciones de caza, pesca, paella o lanzamiento de melones. El caso es que esas historias palidecen y pierden todo interés al lado de la que cuento hoy: dos pueblos leoneses (Chozas de Abajo y Ardón) en lucha por atribuirse la propiedad de un papelito en que alguien hizo la lista de los quesos de una despensa. El detalle que aclara el conflicto: ese documento es del siglo X. Fue escrito al dorso de un testamento, y hoy se guarda en el Archivo de la Catedral de León, aunque procede del monasterio leonés de Rozuela, ya desaparecido, y sobre cuyo emplazamiento esos dos pueblos leoneses rivalizan para poder arrimar a su linde el hallazgo.
La Nodizia de kesos es un texto muy corto, en que un fraile relaciona lo que se ha gastado en la despensa: Nodicia de / kesos que / espisit frater / Semeno: In Labore / de fratres In ilo ba- / celare / de cirka Sancte Ius- / te, kesos U; In ilo / alio de apate, / II kesos; en que[e] / puseron ogano, / kesos IIII; In ilo / de Kastrelo, I; / In Ila uinia maIore... (O sea... Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: En el trabajo de los frailes, en el viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que pusieron este año, cuatro quesos. En el de Castrillo, uno. En la viña mayor...). Se ha considerado el primer texto escrito en leonés, aunque, como ocurre con todos los textos tempranos, nunca podemos determinar si hay otros anteriores a él o si realmente estamos ante romance o latín inexperto.
Dámaso Alonso, al describir los testimonios que se tienen como las primeras muestras de romance en francés (los Juramentos de Estrasburgo), en italiano (los documentos de Montecassino) y en castellano (las Glosas) afirmaba: “Se diría que está presagiando el carácter de esas tres grandes culturas”... la vocación política europeísta de Francia, el desarrollo jurídico italiano y el fervor religioso español. Problemático sería ahora hacer entrar a la Nodizia como muestra primeriza de nuestra cultura hispánica, cambiándole el hábito de beata a zampona. Deja tu comentario...