sábado, 28 de mayo de 2011

10 razones para ir a Lovaina

1.- Por la rotunda monumentalidad de esta ciudad belga.
2.- Porque esa grandeza puede disfrutarse desde el recoleto y exquisito b&b donde me hospedé: De Kapel, regentado por hispanohablantes.
3.- Porque es una vivísima ciudad universitaria: hay cerca de 35000 estudiantes y una parte de ellos estudia español, como se ve en esta placa en flamenco (spaans) en una planta de la Facultad de Letras:

4.- Porque entre los profesores de español figura Bert Cornillie, conocido por sus trabajos sobre subjetivización y gramaticalización y uno de los dinamizadores de la investigación actual sobre español sincrónico y diacrónico.
5.- Porque en el siglo XVI no se publicó ninguna gramática del español en España y en cambio en Lovaina se publicaron dos, los famosos “anónimos de Lovaina": Útil y breve institución para aprender los principios y fundamentos de la lengua Hespañola (1555, portada a la derecha) y el otro anónimo: Gramática de la lengua vulgar de España (1559).
6.- Porque de Flandes llegaron muchas palabras al español en época áurea, como dijeron en 1650 los andaluces Figueroa (No hubo más lugar en Flandes / que en aprender el lenguaje / del país, y el que la guerra / en sus términos encierra; / lamando al hurtar pillaje; / a la prensa, contradique; (...) a los lugares, Mastrique, / Bulburque, Brujas, Dunquerque, / Lovaina, Ostende, Malinas; / a las montañas, colina; / a las tapias, onaberque").
7.- Porque allí enseñó Erasmo, y algo erasmista era Juan de Valdés, el autor del Diálogo de la lengua (1535) al que dedicamos un par de horas en el grupo de maestría. 8.- Porque tenía que encontrarme con los primeros grupos de alumnos que han utilizado La lengua de ayer como manual de clase de historia de la lengua.
9.- Porque en una calle cualquiera, cerca de la estación, hay una pintada en español como esta ("amor y rabia"):
10. Y porque... deja tu comentario.
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1.- Por la rotunda monumentalidad de esta ciudad belga.
2.- Porque esa grandeza puede disfrutarse desde el recoleto y exquisito b&b donde me hospedé: De Kapel, regentado por hispanohablantes.
3.- Porque es una vivísima ciudad universitaria: hay cerca de 35000 estudiantes y una parte de ellos estudia español, como se ve en esta placa en flamenco (spaans) en una planta de la Facultad de Letras:

4.- Porque entre los profesores de español figura Bert Cornillie, conocido por sus trabajos sobre subjetivización y gramaticalización y uno de los dinamizadores de la investigación actual sobre español sincrónico y diacrónico.
5.- Porque en el siglo XVI no se publicó ninguna gramática del español en España y en cambio en Lovaina se publicaron dos, los famosos “anónimos de Lovaina": Útil y breve institución para aprender los principios y fundamentos de la lengua Hespañola (1555, portada a la derecha) y el otro anónimo: Gramática de la lengua vulgar de España (1559).
6.- Porque de Flandes llegaron muchas palabras al español en época áurea, como dijeron en 1650 los andaluces Figueroa (No hubo más lugar en Flandes / que en aprender el lenguaje / del país, y el que la guerra / en sus términos encierra; / lamando al hurtar pillaje; / a la prensa, contradique; (...) a los lugares, Mastrique, / Bulburque, Brujas, Dunquerque, / Lovaina, Ostende, Malinas; / a las montañas, colina; / a las tapias, onaberque").
7.- Porque allí enseñó Erasmo, y algo erasmista era Juan de Valdés, el autor del Diálogo de la lengua (1535) al que dedicamos un par de horas en el grupo de maestría. 8.- Porque tenía que encontrarme con los primeros grupos de alumnos que han utilizado La lengua de ayer como manual de clase de historia de la lengua.
9.- Porque en una calle cualquiera, cerca de la estación, hay una pintada en español como esta ("amor y rabia"):
10. Y porque... deja tu comentario.

viernes, 27 de mayo de 2011

Fe de erratas de "La lengua de ayer"

Cuelgo en este vínculo la lista de erratas halladas en La lengua de ayer; saldrán corregidas en la segunda edición de la obra. Gracias a quienes habéis colaborado.
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Cuelgo en este vínculo la lista de erratas halladas en La lengua de ayer; saldrán corregidas en la segunda edición de la obra. Gracias a quienes habéis colaborado.

sábado, 21 de mayo de 2011

Feliz cumpleaños, Felipe


"En los días de Fernando e Isabel no había una corte propiamente dicha, y su padre nunca estuvo en algún sitio el tiempo suficiente para crear una" dice el historiador Henry Kamen hablando del rey Felipe II en su biografía Felipe de España. El 21 de mayo (un día como hoy) de 1527 nació Felipe II, responsable de que en 1561 Madrid se estableciera como capital del reino. Esa fijación geográfica de un núcleo permanente administrativo en el centro de la península hizo que llegasen a la nueva capital contingentes de población venidos de otras partes del Reino, muchos de ellos de la cornisa cantábrica y las dos Castillas. La ciudad que en 1561 tenía veinte mil habitantes llegó seis años después a setenta mil. Para la historia de la lengua española, que Madrid se hiciera capital tuvo importantes consecuencias en la difusión de fenómenos fónicos que ya existían en el XVI pero que eran tenidos como vulgares. La mezcla de poblaciones llegadas en aluvión pudo hacer comunes rasgos como la reducción de la pareja de labiales sonoras, el ensordecimiento de sibilantes o la pérdida de la aspiración (esto es, se dejará de pronunciar hambre con aspirada y se propagará la equivalencia norteña de h a cero fonético). Para los interesados, recomiendo el trabajo de Eugenio Bustos y Ramón Santiago ("Para un nuevo planteamiento de la llamada norma madrileña ”).

Cuando el mundo observa lo que está pasando en la Puerta del Sol de Madrid, miramos a Madrid lingüísticamente. Como lugar de prestigio lingüístico en la mente de los hablantes Madrid reemplazó a Toledo, la que fue capital del reino visigótico, llena de fama intelectual en la Edad Media pero sospechosa en el XVI de ser enclave criptojudaico y arabizante.

En la celebración de este cumpleaños de Felipe II, nosolodeyod te invita a volver la vista a ese periodo de la segunda mitad del XVI. ¿Qué otros fenómenos o acontecimientos de la época podríamos reseñar de importantes para la historia del español? Echa a un lado la Leyenda Negra y deja tu comentario...
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"En los días de Fernando e Isabel no había una corte propiamente dicha, y su padre nunca estuvo en algún sitio el tiempo suficiente para crear una" dice el historiador Henry Kamen hablando del rey Felipe II en su biografía Felipe de España. El 21 de mayo (un día como hoy) de 1527 nació Felipe II, responsable de que en 1561 Madrid se estableciera como capital del reino. Esa fijación geográfica de un núcleo permanente administrativo en el centro de la península hizo que llegasen a la nueva capital contingentes de población venidos de otras partes del Reino, muchos de ellos de la cornisa cantábrica y las dos Castillas. La ciudad que en 1561 tenía veinte mil habitantes llegó seis años después a setenta mil. Para la historia de la lengua española, que Madrid se hiciera capital tuvo importantes consecuencias en la difusión de fenómenos fónicos que ya existían en el XVI pero que eran tenidos como vulgares. La mezcla de poblaciones llegadas en aluvión pudo hacer comunes rasgos como la reducción de la pareja de labiales sonoras, el ensordecimiento de sibilantes o la pérdida de la aspiración (esto es, se dejará de pronunciar hambre con aspirada y se propagará la equivalencia norteña de h a cero fonético). Para los interesados, recomiendo el trabajo de Eugenio Bustos y Ramón Santiago ("Para un nuevo planteamiento de la llamada norma madrileña ”).

Cuando el mundo observa lo que está pasando en la Puerta del Sol de Madrid, miramos a Madrid lingüísticamente. Como lugar de prestigio lingüístico en la mente de los hablantes Madrid reemplazó a Toledo, la que fue capital del reino visigótico, llena de fama intelectual en la Edad Media pero sospechosa en el XVI de ser enclave criptojudaico y arabizante.

En la celebración de este cumpleaños de Felipe II, nosolodeyod te invita a volver la vista a ese periodo de la segunda mitad del XVI. ¿Qué otros fenómenos o acontecimientos de la época podríamos reseñar de importantes para la historia del español? Echa a un lado la Leyenda Negra y deja tu comentario...

miércoles, 18 de mayo de 2011

Lo que necesito

El valenciano Gregorio Mayans (1699-1781) pretendía obtener un puesto remunerado de Cronista de Indias y lo justificaba así en sus Pensamientos literarios (pág. 259, Obras completas disponibles digitalmente en la edición de Antonio Mestre en Gregorio Mayans i Siscar digital):

“I si sólo puedo contribuir a renovar las impressiones de muchas obras excelentes de que ai gran penuria, o a publicar de nuevo otras inéditas (...) me aplicaré gustossísimo a semejante fatiga, mandado el Rei nuestro señor (Dios le guarde) dar las providencias necessarias para este fin: que en suma se pueden reducir a mantener un hombre de letras con la devida decencia, concediéndole el ocio que es razón, esto es, libertad de usar del tiempo sin imponerle agenas ocupaciones, i destinándole una annual i moderada pensión, para que pueda mantener dos escrivientes hábiles en leer letras antiguas (i devieran ser dos, para que con más acierto se comprobassen las copias), un corrector diligentíssimo para lo que se fuesse imprimiendo, i una prensa que continuamente estuviesse empleada en lo que tengo referido; sopena que todo esto cessasse immediatamente que se viere que no resultava una evidente utilidad”.


Poca cosa, como veis. ¿Quién más se apunta a esta petición?
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El valenciano Gregorio Mayans (1699-1781) pretendía obtener un puesto remunerado de Cronista de Indias y lo justificaba así en sus Pensamientos literarios (pág. 259, Obras completas disponibles digitalmente en la edición de Antonio Mestre en Gregorio Mayans i Siscar digital):

“I si sólo puedo contribuir a renovar las impressiones de muchas obras excelentes de que ai gran penuria, o a publicar de nuevo otras inéditas (...) me aplicaré gustossísimo a semejante fatiga, mandado el Rei nuestro señor (Dios le guarde) dar las providencias necessarias para este fin: que en suma se pueden reducir a mantener un hombre de letras con la devida decencia, concediéndole el ocio que es razón, esto es, libertad de usar del tiempo sin imponerle agenas ocupaciones, i destinándole una annual i moderada pensión, para que pueda mantener dos escrivientes hábiles en leer letras antiguas (i devieran ser dos, para que con más acierto se comprobassen las copias), un corrector diligentíssimo para lo que se fuesse imprimiendo, i una prensa que continuamente estuviesse empleada en lo que tengo referido; sopena que todo esto cessasse immediatamente que se viere que no resultava una evidente utilidad”.


Poca cosa, como veis. ¿Quién más se apunta a esta petición?

sábado, 14 de mayo de 2011

Yod is in the air

Como una presencia que no ocupa espacio, un día cualquiera puede estar trufado de guiños a la Historia de la Lengua española. Esta es la crónica del jueves pasado. Salgo de casa y me tropiezo en la calle Bailén (junto al Museo de Bellas Artes de Sevilla) con esta pequeña placa ("Calle del ABC"), que me hace recordar la frase de Valdés sobre el “abecé” español en la primeras páginas de su Diálogo de la lengua:

“Confórmase también [el castellano] con el latín en el a.b.c, aunque difieren en esto, que la lengua castellana tiene una j larga que vale por gi, y tiene una que nosotros llamamos cerilla, la cual haze que la c valga por z; tiene más una tilde que en muchas partes puesta sobre la n vale tanto como g”.

Camino a la Facultad me paro en la preciosa Casa de los Pinelo, esa joya tan poco frecuentada por los turistas, que pasan distraídos ante ella, dirigidos, mapa en mano, a la carne rosa de la Giralda o al pintoresquismo recreado del Barrio de Santa Cruz. En esta vieja casa renacentista, mojada y luminosa, con su aire italiano, se muestra hasta el 31 de mayo una modesta exposición en torno a “La Generación del 27 en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras” con libros de la Biblioteca de la Academia allí establecida pertenecientes a integrantes de la Generación del 27 o autografiados por ellos. En una de las vitrinas, el ejemplar del Polifemo de Góngora estudiado por Dámaso Alonso me recuerda al Dámaso Alonso historiador de la lengua: su capítulo sobre "La fragmentación fonética peninsular", el concepto de sintagma binario, sus trabajos sobre sibilantes en la época áurea, la metafonía, la diptongación... Hace cuarenta años hacía una evaluación de lo que quedaba por hacer en la Historia de la lengua (pág. 4 de este trabajo) y hoy me pregunto: ¿cuánto de eso nos sigue quedando pendiente?
Horas después, esa misma tarde del jueves 12, se presentó en la Facultad de Filología de Sevilla, el libro Pro tantis redditur homenaje al profesor Juan Gil Fernández, catedrático jubilado de Filología Latina en la US.


La presentación resultó oportunísima por coincidir en el tiempo con el nombramiento de este latinista como académico de la RAE. En el acto se destacó el magisterio y la trayectoria investigadora del profesor Gil, la amplitud de sus campos de interés y su pasión por los textos. Hubo quien, glosando el nombramiento del profesor como académico, pensaba que lo correcto era más bien... felicitar a la RAE. También para los estudiantes de Historia de la Lengua Española el profesor Gil es un nombre conocido, que nos ha ayudado a entender el estado lingüístico de la Península Ibérica en la etapa en la que se gesta la separación de romances, entre ellos el castellano. Capítulos como “El latín tardío y medieval” incluido en la Historia de la Lengua de Ariel coordinada por R. Cano, la recuperación de los Textos y documentos de Colón, los trabajos sobre el latín de los mozárabes o las actas de la Inquisición en Sevilla son fuentes básicas para nuestros estudios de lingüística histórica. En suma, la tarde acabó con una conformación entre latín y castellano paralela a la que mencionaba Valdés al hablar del ABC. Y la historia de la lengua parecía estar en el aire. O eso pensaba yo cuando volvía a casa. Deja tu comentario...

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Como una presencia que no ocupa espacio, un día cualquiera puede estar trufado de guiños a la Historia de la Lengua española. Esta es la crónica del jueves pasado. Salgo de casa y me tropiezo en la calle Bailén (junto al Museo de Bellas Artes de Sevilla) con esta pequeña placa ("Calle del ABC"), que me hace recordar la frase de Valdés sobre el “abecé” español en la primeras páginas de su Diálogo de la lengua:

“Confórmase también [el castellano] con el latín en el a.b.c, aunque difieren en esto, que la lengua castellana tiene una j larga que vale por gi, y tiene una que nosotros llamamos cerilla, la cual haze que la c valga por z; tiene más una tilde que en muchas partes puesta sobre la n vale tanto como g”.

Camino a la Facultad me paro en la preciosa Casa de los Pinelo, esa joya tan poco frecuentada por los turistas, que pasan distraídos ante ella, dirigidos, mapa en mano, a la carne rosa de la Giralda o al pintoresquismo recreado del Barrio de Santa Cruz. En esta vieja casa renacentista, mojada y luminosa, con su aire italiano, se muestra hasta el 31 de mayo una modesta exposición en torno a “La Generación del 27 en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras” con libros de la Biblioteca de la Academia allí establecida pertenecientes a integrantes de la Generación del 27 o autografiados por ellos. En una de las vitrinas, el ejemplar del Polifemo de Góngora estudiado por Dámaso Alonso me recuerda al Dámaso Alonso historiador de la lengua: su capítulo sobre "La fragmentación fonética peninsular", el concepto de sintagma binario, sus trabajos sobre sibilantes en la época áurea, la metafonía, la diptongación... Hace cuarenta años hacía una evaluación de lo que quedaba por hacer en la Historia de la lengua (pág. 4 de este trabajo) y hoy me pregunto: ¿cuánto de eso nos sigue quedando pendiente?
Horas después, esa misma tarde del jueves 12, se presentó en la Facultad de Filología de Sevilla, el libro Pro tantis redditur homenaje al profesor Juan Gil Fernández, catedrático jubilado de Filología Latina en la US.


La presentación resultó oportunísima por coincidir en el tiempo con el nombramiento de este latinista como académico de la RAE. En el acto se destacó el magisterio y la trayectoria investigadora del profesor Gil, la amplitud de sus campos de interés y su pasión por los textos. Hubo quien, glosando el nombramiento del profesor como académico, pensaba que lo correcto era más bien... felicitar a la RAE. También para los estudiantes de Historia de la Lengua Española el profesor Gil es un nombre conocido, que nos ha ayudado a entender el estado lingüístico de la Península Ibérica en la etapa en la que se gesta la separación de romances, entre ellos el castellano. Capítulos como “El latín tardío y medieval” incluido en la Historia de la Lengua de Ariel coordinada por R. Cano, la recuperación de los Textos y documentos de Colón, los trabajos sobre el latín de los mozárabes o las actas de la Inquisición en Sevilla son fuentes básicas para nuestros estudios de lingüística histórica. En suma, la tarde acabó con una conformación entre latín y castellano paralela a la que mencionaba Valdés al hablar del ABC. Y la historia de la lengua parecía estar en el aire. O eso pensaba yo cuando volvía a casa. Deja tu comentario...

domingo, 8 de mayo de 2011

Dientes

Los primeros comienzan a brotar en torno a los ocho meses; luego se caen (¿no es bonito ese término de “dientes de leche”?) y salen otros nuevos. En el primer diccionario de la Academia, el diente se definía por su utilidad más inmediata y carnal (‘sirve para cortar y moler el manjar’, Autoridades 1732) pero otra utilidad de los dientes es servir de muralla contra la que choca la lengua en la producción de los llamados sonidos dentales.




Consonantes dentales son /t/ y /d/ en español. La /d/ tiende al debilitamiento en nuestra lengua, ya que en ciertos contextos desaparece. La –D- latina intervocálica se perdió en gran medida en su paso al español (CADERE > caer; AUDIRE > oír) pero se conservó en algunas palabras (como en NODU > nudo). En cambio la d procedente de T latina se pierde de forma menos intensa. Cayó a fines de la Edad Media en terminaciones verbales (cantades > cantáis) y desde el XVI sabemos que también en participios –ado, -ido (cenao, bailao, más frecuentes que comi(d)o > comío, partío...) o en formas asimiladas (todo > to, nada > na). Este es uno de esos cambios que se han difundido “desde abajo”, llegando también a los hablantes cultos .
Se pierde la d como se pierden los dientes con los años, pero el fonema /d/ no desaparece del idioma; se mantiene en otros contextos, resistente al derrumbe, igual que apretamos los dientes y la mandíbula cuando el viento es fuerte y buscamos sitio hasta que amaine y nos deje de hacer daño en la cara.

¿Alguna vez te han dejado el corazón partío en cristales?, ¿qué te parece que te quiten lo bailao? Deja tu comentario...
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Los primeros comienzan a brotar en torno a los ocho meses; luego se caen (¿no es bonito ese término de “dientes de leche”?) y salen otros nuevos. En el primer diccionario de la Academia, el diente se definía por su utilidad más inmediata y carnal (‘sirve para cortar y moler el manjar’, Autoridades 1732) pero otra utilidad de los dientes es servir de muralla contra la que choca la lengua en la producción de los llamados sonidos dentales.




Consonantes dentales son /t/ y /d/ en español. La /d/ tiende al debilitamiento en nuestra lengua, ya que en ciertos contextos desaparece. La –D- latina intervocálica se perdió en gran medida en su paso al español (CADERE > caer; AUDIRE > oír) pero se conservó en algunas palabras (como en NODU > nudo). En cambio la d procedente de T latina se pierde de forma menos intensa. Cayó a fines de la Edad Media en terminaciones verbales (cantades > cantáis) y desde el XVI sabemos que también en participios –ado, -ido (cenao, bailao, más frecuentes que comi(d)o > comío, partío...) o en formas asimiladas (todo > to, nada > na). Este es uno de esos cambios que se han difundido “desde abajo”, llegando también a los hablantes cultos .
Se pierde la d como se pierden los dientes con los años, pero el fonema /d/ no desaparece del idioma; se mantiene en otros contextos, resistente al derrumbe, igual que apretamos los dientes y la mandíbula cuando el viento es fuerte y buscamos sitio hasta que amaine y nos deje de hacer daño en la cara.

¿Alguna vez te han dejado el corazón partío en cristales?, ¿qué te parece que te quiten lo bailao? Deja tu comentario...