Se acabó esta belleza de mes que abre el otoño en España, estos días que en Sevilla ya barruntan algo de frío, estas mañanas donde aún se puede trabajar mientras amanece con la ventana abierta. Se acaban esos primeros días de clase donde nadie sabe cómo va a ser la película. Empieza otra cosa. Y esto que acaba ha sido un mes lleno de lengua en movimiento:
1.- Una señal de que la vida vuelve a rodar y ya no con las ruedas cuadradas de la pandemia: por fin se pudo presentar en Madrid la exposición didáctica Mujeres con pluma: cartas de mujeres de los siglos XVIII a XX, comisariada por Historia15. La conferencia contó con la lectura dramatizada de la actriz Alicia Rodríguez Ruiz, que nos trajo a la Biblioteca Pérez Galdós de Madrid las voces de una guerrillera del XIX, una enamorada afrancesada, una marquesa cotilla, una monja pidona, una joven enfermera de 1951... Agradezco muchísimo a los asistentes su presencia. Espero que la conferencia se pueda pasear para que más personas la puedan ver.
2.- Mis artículos de El País. Tras un descanso en septiembre, vuelvo a El País, en este tiempo como columnista semanal cada jueves. Este mes me he ocupado de cómo hablamos del terrorismo, de la necesidad de la profesión de correctores de estilo, de Elio Antonio de Nebrija y su nieto en América y de cómo se impersonaliza con intención en el lenguaje político.
3.- Muy contenta de hablar sobre paisaje lingüístico en su explotación didáctica y en su historia en dos conferencias. La virtualidad empieza ya (¡por fin!) a ser menos común, y de hecho las ponencias en el Congreso Internacional de Lenguas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y en la Facultad de Filología de la Universidad del País Vasco han sido mis penúltimas conferencias virtuales de 2021.
4.- La radio en sus días habituales, miércoles en la SER y sábado en Canal Sur, para hablar de temas tan distintos como los diminutivos, el español en Canarias o la condicionalidad (enlace a pódcasts de la SER) y, en la radio andaluza, sobre las relaciones lingüísticas entre Madrid y Sevilla, el romance andalusí y los nombres de calles que nos dicen cosas del léxico andaluz.
Y más cosas, llegará noviembre para que las vaya contando. Gracias por leer.
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