domingo, 30 de septiembre de 2018

Instantáneas #37. Septiembre 2018


Septiembre ha sido un mes intenso. Resumo en fotos algunas cosas de estos últimos días
1. Sigo en El País, un curso más. Salieron en Verne dos artículos míos de divulgación lingüística: uno sobre los ex y su reflejo en la lengua, otro sobre eso que llamamos muletillas y que en lingüística se llaman marcadores discursivos. Me gustará mucho que entréis en los enlaces y los leáis.
2. En cuanto a viajes de trabajo, este mes tocó Salamanca, de lo que hablé ya en una entrada anterior del blog, con ocasión de la celebración del Congreso de la Semyr. Aprovecho ahora para difundir el enlace a la web del Semyr en la que podéis descargar buena parte de su fondo de publicaciones. Es verdad que son libros para tenerlos en papel, porque creo que pocos libros hay tan gustosos como los editados por la Semyr, con sus sobrecubiertas y sus páginas de papel grueso, pero para el investigador que busca en ocasiones un acceso digital rápido a un libro o artículo es una ventaja bucear por ese repositorio digital.
3. Y lanzamos el anuncio de un congreso que organizamos el equipo de Historia15 el próximo septiembre en Sevilla. Esta es la web, que os enseño como quien asoma la patita por debajo de la puerta. Más adelante os contaré todos los datos en una entrada. No estará de más que para entonces tengáis ya la fecha reservada en vuestra agenda; septiembre es un mes ideal para venir a Sevilla.
Tiene su gracia que una entrada sobre septiembre acabe hablando del septiembre próximo, porque septiembre es un mes muy recursivo, tiene sus repeticiones, sus constancias. La Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945) empezó y acabó un septiembre y hace poco supe que se habla de septiembre eterno o septiembre sin fin para las discusiones inacabables en la red. Pero yo creo que siempre estamos a tiempo de pasar de las guerras y de empezar una hoja en blanco. A ver qué escribimos en octubre. Buena suerte y mucha salud a mis lectores.
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Septiembre ha sido un mes intenso. Resumo en fotos algunas cosas de estos últimos días
1. Sigo en El País, un curso más. Salieron en Verne dos artículos míos de divulgación lingüística: uno sobre los ex y su reflejo en la lengua, otro sobre eso que llamamos muletillas y que en lingüística se llaman marcadores discursivos. Me gustará mucho que entréis en los enlaces y los leáis.
2. En cuanto a viajes de trabajo, este mes tocó Salamanca, de lo que hablé ya en una entrada anterior del blog, con ocasión de la celebración del Congreso de la Semyr. Aprovecho ahora para difundir el enlace a la web del Semyr en la que podéis descargar buena parte de su fondo de publicaciones. Es verdad que son libros para tenerlos en papel, porque creo que pocos libros hay tan gustosos como los editados por la Semyr, con sus sobrecubiertas y sus páginas de papel grueso, pero para el investigador que busca en ocasiones un acceso digital rápido a un libro o artículo es una ventaja bucear por ese repositorio digital.
3. Y lanzamos el anuncio de un congreso que organizamos el equipo de Historia15 el próximo septiembre en Sevilla. Esta es la web, que os enseño como quien asoma la patita por debajo de la puerta. Más adelante os contaré todos los datos en una entrada. No estará de más que para entonces tengáis ya la fecha reservada en vuestra agenda; septiembre es un mes ideal para venir a Sevilla.
Tiene su gracia que una entrada sobre septiembre acabe hablando del septiembre próximo, porque septiembre es un mes muy recursivo, tiene sus repeticiones, sus constancias. La Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945) empezó y acabó un septiembre y hace poco supe que se habla de septiembre eterno o septiembre sin fin para las discusiones inacabables en la red. Pero yo creo que siempre estamos a tiempo de pasar de las guerras y de empezar una hoja en blanco. A ver qué escribimos en octubre. Buena suerte y mucha salud a mis lectores.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Curso de L2: recapitulando

Foto de la inauguración
Hace unos meses informé por este mismo canal de que este año celebrábamos de nuevo en septiembre en Sevilla y en colaboración con el Instituto Cervantes la edición decimoctava del Curso de Formación para Profesores de Español como L2, una actividad de 100 horas que se divide en tres semanas de formación específica en clase y un periodo de prácticas en centros docentes o a través de una unidad didáctica. Abrió el curso el día 3 Pepe Gómez Asencio (entrevistado por Ana Sánchez Ameneiro en Diario de Sevilla con ocasión de su paso por Sevilla) y terminó el pasado martes. A falta de ver cómo se desarrollan las prácticas, me queda una positiva impresión de la tarea de dirigirlo.
L2 significa segunda lengua; otros prefieren hablar de ELE (español como lengua extranjera). Ambos términos son englobadores, ya que a veces se aprende español como ¡L3! y otras tampoco cabe hablar de ELE porque el estudiante puede que haya aprendido el español en casa pero en un contexto foráneo. El caso es que, sea como sea, saber una lengua no equivale a saber enseñarla. Para eso hay que aprender a ser profesor de español extranjera, tarea profesional con notable demanda laboral dentro y fuera de Europa y que han ejercido muchos de nuestros escritores, lingüistas y gramáticos más célebres.
Christoph Ehlers, Eva Bravo y yo.
18 años trabajando juntos en esto
Nuestro curso ofrece una primera semana de formación básica en metodología de aprendizaje de lenguas, técnicas grupales y trayectoria profesional para el enseñante de idiomas; una segunda semana en que explicamos con detalle cómo enseñar gramática, léxico, fonética y cómo dar clases a alumnado específico como el inmigrante o el que busca terminología concreta porque quiere aprender español de los negocios, y una tercera semana sobre montaje y planificación de unidades didácticas.
Me alegro de que 67 alumnos, divididos en dos grupos y venidos de dentro y de fuera de la Universidad de Sevilla, hayan elegido formarse con nosotros. De alguna forma, una siente que es crear riqueza atraer a estudiantes de otras universidades, nacionales y extranjeras, que eligen Andalucía para formarse y salir con un título debajo del brazo y con la satisfacción de haber aprendido.
El año que viene, en septiembre, repetimos... ¿Te lo piensas y nos vemos por aquí?

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Foto de la inauguración
Hace unos meses informé por este mismo canal de que este año celebrábamos de nuevo en septiembre en Sevilla y en colaboración con el Instituto Cervantes la edición decimoctava del Curso de Formación para Profesores de Español como L2, una actividad de 100 horas que se divide en tres semanas de formación específica en clase y un periodo de prácticas en centros docentes o a través de una unidad didáctica. Abrió el curso el día 3 Pepe Gómez Asencio (entrevistado por Ana Sánchez Ameneiro en Diario de Sevilla con ocasión de su paso por Sevilla) y terminó el pasado martes. A falta de ver cómo se desarrollan las prácticas, me queda una positiva impresión de la tarea de dirigirlo.
L2 significa segunda lengua; otros prefieren hablar de ELE (español como lengua extranjera). Ambos términos son englobadores, ya que a veces se aprende español como ¡L3! y otras tampoco cabe hablar de ELE porque el estudiante puede que haya aprendido el español en casa pero en un contexto foráneo. El caso es que, sea como sea, saber una lengua no equivale a saber enseñarla. Para eso hay que aprender a ser profesor de español extranjera, tarea profesional con notable demanda laboral dentro y fuera de Europa y que han ejercido muchos de nuestros escritores, lingüistas y gramáticos más célebres.
Christoph Ehlers, Eva Bravo y yo.
18 años trabajando juntos en esto
Nuestro curso ofrece una primera semana de formación básica en metodología de aprendizaje de lenguas, técnicas grupales y trayectoria profesional para el enseñante de idiomas; una segunda semana en que explicamos con detalle cómo enseñar gramática, léxico, fonética y cómo dar clases a alumnado específico como el inmigrante o el que busca terminología concreta porque quiere aprender español de los negocios, y una tercera semana sobre montaje y planificación de unidades didácticas.
Me alegro de que 67 alumnos, divididos en dos grupos y venidos de dentro y de fuera de la Universidad de Sevilla, hayan elegido formarse con nosotros. De alguna forma, una siente que es crear riqueza atraer a estudiantes de otras universidades, nacionales y extranjeras, que eligen Andalucía para formarse y salir con un título debajo del brazo y con la satisfacción de haber aprendido.
El año que viene, en septiembre, repetimos... ¿Te lo piensas y nos vemos por aquí?

viernes, 14 de septiembre de 2018

Generosa Salamanca


Hay ciudades que he visitado más por trabajo que en mi tiempo libre y de las que tengo muchos recuerdos filológicos. De todas las ciudades españolas, y después, obviamente, de Sevilla, para mí Salamanca es mi lugar filológico. Y lo es por razones exclusivamente personales. Cuando el ingreso como profesor titular se hacía por una acreditación a partir de tres exámenes orales en la ciudad de España donde por sorteo tocase cada año, yo me presenté a las oposiciones a titular en la ciudad de Salamanca. Eso fue de febrero a mayo de 2007 y cada viaje desde Sevilla hacia arriba por la Vía de la Plata implicaba que había pasado el examen anterior. Ahora recuerdo con más ternura que inquietud el miedo antes de cada prueba, cuando esperaba a que me llamaran para actuar en esa aula del Palacio Anaya que está de fondo en la foto.  Volver a Salamanca tiene para mí desde entonces ese recuerdo asociado a la oposición en que me hice funcionaria.
El caso es que septiempre ha comenzado de manera muy salmantina para mí, porque un grupo de ocho miembros de nuestro proyecto de investigación, Historia15, hemos participado en el interesantísimo  Congreso de la Sociedad Española de Estudios Medievales y Renacentistas (Semyr). En concreto, hemos asistido los doctorandos Inés Navarro di Meo y Ana Romera Manzanares y los doctores Blanca Garrido Martín, Jaime González Gómez, Marta López Izquierdo, Álvaro Octavio de Toledo, Consuelo Villacorta, así como esta que escribe.
Bajo el panel de título “La escritura elaborada en español de la Baja Edad Media al Renacimiento” nos hemos ocupado de variantes textuales que se ponen al servicio de la investigación lingüística. Hemos estado por Salamanca, hemos disfrutado del congreso, hemos oído un recital del Poema de Fernán González hecho por Antonio Rossell y hemos contactado con medievalistas de literatura. Aproveché para fotografiar paisaje lingüístico tan curioso como este:
Niños expósitos.
Calle Tentenecio. Pienso mandar a esa calle a mucha gente

Cuando veo que nuestros estudiantes de grado se hacen los viajes de fin de carrera a alguna playa perdida pienso que un gran viaje filológico sería ir de Sevilla a Salamanca, y de Salamanca a Italia, como fue Nebrija, y de allí a cualquier lugar donde se celebre la filología con generosidad.
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Hay ciudades que he visitado más por trabajo que en mi tiempo libre y de las que tengo muchos recuerdos filológicos. De todas las ciudades españolas, y después, obviamente, de Sevilla, para mí Salamanca es mi lugar filológico. Y lo es por razones exclusivamente personales. Cuando el ingreso como profesor titular se hacía por una acreditación a partir de tres exámenes orales en la ciudad de España donde por sorteo tocase cada año, yo me presenté a las oposiciones a titular en la ciudad de Salamanca. Eso fue de febrero a mayo de 2007 y cada viaje desde Sevilla hacia arriba por la Vía de la Plata implicaba que había pasado el examen anterior. Ahora recuerdo con más ternura que inquietud el miedo antes de cada prueba, cuando esperaba a que me llamaran para actuar en esa aula del Palacio Anaya que está de fondo en la foto.  Volver a Salamanca tiene para mí desde entonces ese recuerdo asociado a la oposición en que me hice funcionaria.
El caso es que septiempre ha comenzado de manera muy salmantina para mí, porque un grupo de ocho miembros de nuestro proyecto de investigación, Historia15, hemos participado en el interesantísimo  Congreso de la Sociedad Española de Estudios Medievales y Renacentistas (Semyr). En concreto, hemos asistido los doctorandos Inés Navarro di Meo y Ana Romera Manzanares y los doctores Blanca Garrido Martín, Jaime González Gómez, Marta López Izquierdo, Álvaro Octavio de Toledo, Consuelo Villacorta, así como esta que escribe.
Bajo el panel de título “La escritura elaborada en español de la Baja Edad Media al Renacimiento” nos hemos ocupado de variantes textuales que se ponen al servicio de la investigación lingüística. Hemos estado por Salamanca, hemos disfrutado del congreso, hemos oído un recital del Poema de Fernán González hecho por Antonio Rossell y hemos contactado con medievalistas de literatura. Aproveché para fotografiar paisaje lingüístico tan curioso como este:
Niños expósitos.
Calle Tentenecio. Pienso mandar a esa calle a mucha gente

Cuando veo que nuestros estudiantes de grado se hacen los viajes de fin de carrera a alguna playa perdida pienso que un gran viaje filológico sería ir de Sevilla a Salamanca, y de Salamanca a Italia, como fue Nebrija, y de allí a cualquier lugar donde se celebre la filología con generosidad.

viernes, 7 de septiembre de 2018

¡HOLA!

¡HOLA! No sé si resulta viejuno recordar cosas del año 1992, pero cuando veo un hola escrito en mayúsculas me viene a la cabeza la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, cuando todo el público al unísono saludaba con un Hola al mundo: 
https://www.youtube.com/watch?v=xF5mpfQdiBs

En esta entrada digo hola a lo que viene y adiós a a un verano que para mí ha sido algo distinto a otros, concentrada en una investigación que me tiene atrapada y enamorada. Pero eso os lo contaré más adelante, en algún viernes próximo, con tiempo y con fotos.
Este año vuelvo a la rutina con que empecé: entrada todos los viernes, blog en el dominio nosolodeyod.blogspot.com y actualizaciones en las redes sociales asociadas (Twitter, Facebook e Instagram... si me seguís en una veis lo que cuelgo en cualquiera de ellas, porque las tengo sincronizadas). Os invito a suscribiros al blog (aquí, con Feedburner, tenéis que meter vuestra dirección y luego pinchar a un vínculo que os llegará al correo) o a pasaros por aquí cada viernes para leer las entradas que iré publicando, relacionadas con mi actividad profesional como profesora e investigadora en historia de la lengua.
¿Estáis ahí? ¿Al otro lado? Si es así: ¡HOLA!

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¡HOLA! No sé si resulta viejuno recordar cosas del año 1992, pero cuando veo un hola escrito en mayúsculas me viene a la cabeza la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, cuando todo el público al unísono saludaba con un Hola al mundo: 
https://www.youtube.com/watch?v=xF5mpfQdiBs

En esta entrada digo hola a lo que viene y adiós a a un verano que para mí ha sido algo distinto a otros, concentrada en una investigación que me tiene atrapada y enamorada. Pero eso os lo contaré más adelante, en algún viernes próximo, con tiempo y con fotos.
Este año vuelvo a la rutina con que empecé: entrada todos los viernes, blog en el dominio nosolodeyod.blogspot.com y actualizaciones en las redes sociales asociadas (Twitter, Facebook e Instagram... si me seguís en una veis lo que cuelgo en cualquiera de ellas, porque las tengo sincronizadas). Os invito a suscribiros al blog (aquí, con Feedburner, tenéis que meter vuestra dirección y luego pinchar a un vínculo que os llegará al correo) o a pasaros por aquí cada viernes para leer las entradas que iré publicando, relacionadas con mi actividad profesional como profesora e investigadora en historia de la lengua.
¿Estáis ahí? ¿Al otro lado? Si es así: ¡HOLA!