Hoy han comenzado mis clases del curso 2011/2012, con la asignatura
Historia de la Lengua Española (
bienvenidos, por cierto, mis nuevos alumnos a este blog). Ante el nuevo curso, uno se plantea otra vez cómo lograr que la materia llegue y que no genere miedos, sino responsabilidad o ganas de saber más. Como en los concursos, podría llegar a prometer premios a los alumnos más aplicados. ¿Regalar tal vez un sombrero de tres picos? Tal fue el obsequio conseguido en 1793 por el alumno más brillante del
Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla en los exámenes de Caligrafía, Doctrina Cristiana, Ortografía, Lectura y Gramática; la documentación de las actas de la época así nos testimonia el acuerdo de entrega de premios:
por lo que respecta al grado de excelente que [Josef de Muros] ha merecido se le premie dandole un sombrero nuevo de tres picos con una cucarda de color seleste, cuia divisa de premio traherá usando de ella los dia que salga con uniforme hasta concluir el año escolar, y que asimismo se le haga, y dè una Camisola con bueltas.Superando la anécdota, me pregunto cuál es el sentido de estudiar en una univers
idad, más de allá de aprobar o de ganarse un sombrero nuevo. Viene a mis manos un precioso librito en el que N. Vara Ferrero ha recuperado dos charlas inéditas que
Pedro Salinas dio en su exilio portorriqueño en los años 40:
Defensa del estudiante y de la universidad (Sevilla, Editorial Renacimiento). En tales conferencias, Salinas (visionario de la situación actual de la Universidad española) alertaba del nuevo viraje que parecía estar tomando la Universidad en el mundo: la celeridad en la adquisición de los conocimientos y el estudio deshumanizado.
"en la Universidad actual se hace evidente una contraposición de dos tipos de enseñanza: la de enseñanza de hechos y la de valores. Existe una coincidencia en la necesidad de que la Universidad sea, más que una escuela de entrenamiento profesional, un centro de formación del hombre y de orientación de su tarea vital"
"El estudiante debe tener clara conciencia de lo que es, de su papel, y de su importancia, modestamente. Y de ahí debe nacerle un sentimiento de responsabilidad hacia sí mismo y los demás. Esto es, debe preguntarse ¿qué hago, qué estoy haciendo, lo hago bien, lo puedo hacer mejor? Ese deseo de mejorarse es lo esencial. El estudiante se hace en la Universidad para el mundo. Y debe hacerse para el beneficio de los grandes valores humanos, verdad, justicia, no para su beneficio económico personal. La Universidad no es un negocio, es una empresa de alta mira: la formación del estudiante constituye un acto de altruismo y no de egoísmo".
Hoy, en el primer día de clase, me pregunto qué quieren los alumnos y qué podemos y queremos proporcionarles los profesores; pienso en cómo inevitablemente nuestra enseñanza de los hechos puede ilustrar sobre nuestros valores y qué puede mejorar el estudiante que tengo ante mí. ¿Es la Universidad algo más que el espacio físico donde nos enseñan Lengua? ¿Qué podemos hacer quienes la componemos para que no sea un fábrica de certificados deshumanizados? Deja tu comentario (no te regalaré un sombrero).
Hoy han comenzado mis clases del curso 2011/2012, con la asignatura
Historia de la Lengua Española (
bienvenidos, por cierto, mis nuevos alumnos a este blog). Ante el nuevo curso, uno se plantea otra vez cómo lograr que la materia llegue y que no genere miedos, sino responsabilidad o ganas de saber más. Como en los concursos, podría llegar a prometer premios a los alumnos más aplicados. ¿Regalar tal vez un sombrero de tres picos? Tal fue el obsequio conseguido en 1793 por el alumno más brillante del
Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla en los exámenes de Caligrafía, Doctrina Cristiana, Ortografía, Lectura y Gramática; la documentación de las actas de la época así nos testimonia el acuerdo de entrega de premios:
por lo que respecta al grado de excelente que [Josef de Muros] ha merecido se le premie dandole un sombrero nuevo de tres picos con una cucarda de color seleste, cuia divisa de premio traherá usando de ella los dia que salga con uniforme hasta concluir el año escolar, y que asimismo se le haga, y dè una Camisola con bueltas.Superando la anécdota, me pregunto cuál es el sentido de estudiar en una univers
idad, más de allá de aprobar o de ganarse un sombrero nuevo. Viene a mis manos un precioso librito en el que N. Vara Ferrero ha recuperado dos charlas inéditas que
Pedro Salinas dio en su exilio portorriqueño en los años 40:
Defensa del estudiante y de la universidad (Sevilla, Editorial Renacimiento). En tales conferencias, Salinas (visionario de la situación actual de la Universidad española) alertaba del nuevo viraje que parecía estar tomando la Universidad en el mundo: la celeridad en la adquisición de los conocimientos y el estudio deshumanizado.
"en la Universidad actual se hace evidente una contraposición de dos tipos de enseñanza: la de enseñanza de hechos y la de valores. Existe una coincidencia en la necesidad de que la Universidad sea, más que una escuela de entrenamiento profesional, un centro de formación del hombre y de orientación de su tarea vital"
"El estudiante debe tener clara conciencia de lo que es, de su papel, y de su importancia, modestamente. Y de ahí debe nacerle un sentimiento de responsabilidad hacia sí mismo y los demás. Esto es, debe preguntarse ¿qué hago, qué estoy haciendo, lo hago bien, lo puedo hacer mejor? Ese deseo de mejorarse es lo esencial. El estudiante se hace en la Universidad para el mundo. Y debe hacerse para el beneficio de los grandes valores humanos, verdad, justicia, no para su beneficio económico personal. La Universidad no es un negocio, es una empresa de alta mira: la formación del estudiante constituye un acto de altruismo y no de egoísmo".
Hoy, en el primer día de clase, me pregunto qué quieren los alumnos y qué podemos y queremos proporcionarles los profesores; pienso en cómo inevitablemente nuestra enseñanza de los hechos puede ilustrar sobre nuestros valores y qué puede mejorar el estudiante que tengo ante mí. ¿Es la Universidad algo más que el espacio físico donde nos enseñan Lengua? ¿Qué podemos hacer quienes la componemos para que no sea un fábrica de certificados deshumanizados? Deja tu comentario (no te regalaré un sombrero).