El blog nosodeyod se dedica hoy a Yoda, y no porque su nombre comience por un concepto como el de yod, ese sonido que da nombre a nuestro blog y que es tan importante para explicar los cambios del latín al español, sino por uno de sus rasgos lingüísticos más señeros y conocidos: la tendencia a colocar el verbo conjugado al final de la frase. Estas son algunas frases del longevo y reflexivo maestro Jedi:
"¿Tú crees que Yoda deja de enseñar, sólo porque su estudiante no quiere escuchar? Un maestro Yoda es. Yoda enseña como los borrachos beben, como los asesinos matan".
“No, si algo que decir al respecto yo tengo! [...] Al fin su reinado llego, y no lo bastante corto ha sido”.
Entre las posibilidades de orden de palabras en español, también está la colocación del verbo al final de la frase, una posición que puede aparecer espontáneamente (Sólo nos queda esperar a que buenamente vengan), pero que no es la más común, como podemos ver si es el verbo principal el que se coloca al final (Sólo esperar a que buenamente vengan nos queda).
En la literatura del siglo XV, especialmente en su primera mitad de siglo y en los textos que pertenecen a una corriente letrada, latinizante, esa colocación es bastante habitual: “Manifiesta cosa es” dice el Marqués de Santillana en esa centuria. Así parecía quererse imitar el orden de palabras tan común en la literatura latina, que colocaba el verbo al final (es el llamado orden SOV, sujeto-objeto-verbo). De hecho, algunos seguidores de la saga de las Galaxias sostienen que el habla de Yoda se compuso inspirada a partir del latín, de forma que Juan de Mena, el Marqués de Santillana y otros se inspiraron en la misma fuente que George Lucas y su galaxia ficticia.
“No, si algo que decir al respecto yo tengo! [...] Al fin su reinado llego, y no lo bastante corto ha sido”.
Entre las posibilidades de orden de palabras en español, también está la colocación del verbo al final de la frase, una posición que puede aparecer espontáneamente (Sólo nos queda esperar a que buenamente vengan), pero que no es la más común, como podemos ver si es el verbo principal el que se coloca al final (Sólo esperar a que buenamente vengan nos queda).
En la literatura del siglo XV, especialmente en su primera mitad de siglo y en los textos que pertenecen a una corriente letrada, latinizante, esa colocación es bastante habitual: “Manifiesta cosa es” dice el Marqués de Santillana en esa centuria. Así parecía quererse imitar el orden de palabras tan común en la literatura latina, que colocaba el verbo al final (es el llamado orden SOV, sujeto-objeto-verbo). De hecho, algunos seguidores de la saga de las Galaxias sostienen que el habla de Yoda se compuso inspirada a partir del latín, de forma que Juan de Mena, el Marqués de Santillana y otros se inspiraron en la misma fuente que George Lucas y su galaxia ficticia.
El latín nos queda más cerca de lo que pensamos, aunque no lo recoja así nuestro sistema educativo. Deja tu comentario...
¡ohhh! Empiezas nada menos que con Yoda... Soy una fan reconocida de la (cronológicamente hablando) primera trilogía.
ResponderEliminarSobre el orden de palabras, una aportación no histórica (y aprovecho para felicitarte públicamente por tu maternidad): en la lengua infantil, el orden SVO no se fija hasta los 3 años (aprox.), por eso los niños pequeños a veces suenan un poco como el maestro Jedi.
Besos,
MJGF
Pues yo no soy nada perita en la saga galáctica. Viendo que existe una enciclopedia en red sobre ella, donde hay pies de foto como "El Caballero Jedi Obi-Wan Kenobi se enfrenta al cazarrecompensas Mandaloriano Jango Fett en una plataforma de aterrizaje en Kamino" me pregunto por qué los alumnos piensan que la historia de la lengua es difícil, seguir la pista a la tribu del lado oscuro y a la de enfrente es más complejo... Gracias por tu enhorabuena, un saludo
ResponderEliminar"El latín nos queda más cerca de lo que pensamos", dices al final de tu entrada. ¡Y tanto! ¿Pues no hay quien asegura que las lenguas romances no son más que modalidades del latín vulgar?
ResponderEliminarWow, interesante, desconocía algunos puntos que abordas. Es una lástima que en la nueva película ya no salga este personaje. Definitivamente con The Force Awakens, me llevé una gran sorpresa. Como espectadora que ha asistido a los estrenos de los films previos, que prácticamente ha crecido con la primera trilogía, sólo puedo decir que me he enfrentado a una sensación con doble filo. Por un lado, feliz de reencontrarme con los viejos personajes, de palpar a ratos el espíritu de los films originales, de sentir la fuerza correr por mis venas mientras disfrutaba de una más que brillante mezcla de efectos digitales y físicos (uno de los mayores aciertos del film); pero por otro estaba todo el rato por delante del film, sabiendo en cada momento lo que iba a pasar, algo que sólo debe estar destinado a los más que necesarios segundos visionados. Ejemplo: en cuanto Han Solo llama a su hijo, sabemos qué va a pasar, y el momento, aunque bien interpretado, no posee fuerza. Pero sería injusto acribillar la película por ser a ratos, demasiados, predecible y casi una fotocopia de los instantes de la película que lo empezó todo. Al final El despertar de la fuerza parece más una película nostálgica que funcionará como transición para la nueva etapa de Star Wars ahora bajo la administración Disney Studios.
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