La palabra trabajo significaba originalmente un tipo de tortura, muy retorcida, compuesta por tres palos (TRI-PALIUM). Por eso, todavía en la Edad Media se hablaba de los trabajos que nos manda el Señor y hoy decimos que algo es trabajoso como algo negativo. La famosa cita del Génesis 3 en que se reprende al hombre por comer del árbol prohibido se le condena a comer buscando con trabajo el fruto de la tierra. La versión bíblica romance Escorial 4 (del siglo XV) decía:
“por quanto obedeçiste el dicho de tu muger e comiste del arbol que te defendí e dixe non comas dél, maldicta sea la tierra por ti, con trabajo comerás todos los días de tu vida”
“por quanto obedeçiste el dicho de tu muger e comiste del arbol que te defendí e dixe non comas dél, maldicta sea la tierra por ti, con trabajo comerás todos los días de tu vida”
mientras que otras versiones romances medievales hablaban, en lugar de trabajo, de otros sustantivos también con implicaciones negativas como afán o dolor; estas equivalencias al traducir nos informan del carácter penoso e ingrato con que se concebía al trabajo.
Un recurso muy interesante para la investigación en Historia de la Lengua tiene que ver, precisamente, con esos textos bíblicos traducidos durante la Edad Media. El proyecto Biblias medievales desarrollado desde la Universidad de las Islas Baleares por el profesor Andrés Enrique ha conseguido disponer en red todos los manuscritos en castellano de la Biblia, accesibles para su manejo en una base de datos gratuita que nos permite consultar cómo un pasaje bíblico se tradujo en una o varias de las versiones, buscar una palabra en todos los textos bíblicos o compararla con sus fuentes latinas o hebreas.
Ayer fue el Día del Trabajo... para el que lo tenga. Ánimos para quien lo esté buscando. Quienes me leéis a través de este blog, ¿en qué trabajáis?, si sois estudiantes, ¿en qué os gustaría trabajar? ¿Sois filólogos y trabajáis en la enseñanza en Secundaria o apostasteis por otra opción? ¿Cuál? Contad dichas y desdichas de vuestra vida laboral dejando aquí vuestros comentarios.
Un recurso muy interesante para la investigación en Historia de la Lengua tiene que ver, precisamente, con esos textos bíblicos traducidos durante la Edad Media. El proyecto Biblias medievales desarrollado desde la Universidad de las Islas Baleares por el profesor Andrés Enrique ha conseguido disponer en red todos los manuscritos en castellano de la Biblia, accesibles para su manejo en una base de datos gratuita que nos permite consultar cómo un pasaje bíblico se tradujo en una o varias de las versiones, buscar una palabra en todos los textos bíblicos o compararla con sus fuentes latinas o hebreas.
Ayer fue el Día del Trabajo... para el que lo tenga. Ánimos para quien lo esté buscando. Quienes me leéis a través de este blog, ¿en qué trabajáis?, si sois estudiantes, ¿en qué os gustaría trabajar? ¿Sois filólogos y trabajáis en la enseñanza en Secundaria o apostasteis por otra opción? ¿Cuál? Contad dichas y desdichas de vuestra vida laboral dejando aquí vuestros comentarios.
Sin duda una de mis etimologías favoritas.
ResponderEliminarMás discutida es la de cómo se dice trabajo en la mayor parte de Hispanoamérica: "chamba". En esta dirección de Internet dan crédito a una típica leyenda etimológica bastante improbable ("chamba" como procedente de "Chamber of Commerce", aunque casos hay más raros, como el jersey o "chompa" < ing. "jumper"). Me parece más bella la derivación desde el port. "chamba" o 'suerte': tu trabajo es el que te ha tocado en suerte en la lotería de la vida, o el que te ha elegido como azaroso destino...
¿Qué más hay que hacer para que le toque a uno un libro? ;)
Se me olvidaba, la página con la etimología de "chamba": http://etimologias.dechile.net/?chamba
ResponderEliminarQuienes pertenecemos a cierto siglo, y no a otro, tomamos la mayor parte del vocabulario como aprehendido, sin reparar en tal o cual concepción de la realidad. De modo que jugamos con la ventaja de partir de cero dentro del desapego y de los prejuicios, pero, por otro lado, queda en nuestra fértil e ingenua infancia la semilla que antaño algún habitante sembró.
ResponderEliminarOtra desventaja, sólo para algunos, sería la necesidad de pedir un Coromines como regalo de reyes. Pero éste, como otros, es un precio que pagamos gustosamente.
Carlos Pascual García.
Es muy curiosa la derivación de la palabra trabajo desde el portugués "chamba" o "suerte" porque esto parece ser lo que ocurre ahora, para trabajar no vale con estar preparado, con tener ganas de realizar un trabajo aunque no sea lo que has estudiado o te gustaría realizar, además de esto hace falta tener suerte o chamba.
ResponderEliminarNosotras esperamos tener esa suerte porque hasta ahora no hemos tenido mucha. Tenemos la esperanza (que es lo último que se pierde) de encontrar trabajo y de aprobar las próximas oposiciones que salgan de secundaria. Al fin y al cabo, además de que nos guste es la única forma de tener un trabajo estable y fijo.
Atención a la acepción undécima de "trabajo" en el DRAE: 'Preparación por medio de poderes sobrenaturales de una persona para protegerla o para perjudicarla, y de una cosa para usarla como amuleto'. ¿Alguien necesita de alguno de estos "trabajos"?
ResponderEliminartrabajo
ResponderEliminar13. m.desus. Actividad realizada por el filólogo hispánico como tal por la que recibe una buena remuneración.
Me acuerdo todavía de Yzur, el mono rebelde que creó Lugones. La misteriosa leyenda contaba que Yzur y toda su especie habían sido humanos en un pasado prehistórico. El paso de humanos a simios comenzó cuando todos se negaron a trabajar. Parecía que entonces Lugones advertía del peligro de rebelarse contra el castigo divino...No es que aplauda o desprecie el valor "prometeico" de Yzur, pero a veces no puedo más que envidiarle al saber que uno puede holgazanear un día y mirar la vida pasar escondido tras los ojos; rebelde.
ResponderEliminarEn mi caso concreto, el trabajo de “maestro” presenta dos facetas opuestas: por un lado, supone un empequeñecimiento espiritual, una servidumbre mental y un envilecimiento moral, en el que cualquier palabra o acto se desvanece y carece de toda valía; por otro, me permite enfrentarme al corazón desnudo de las personas, pues los adolescentes aún ignoran los resortes de la mendacidad y el disimulo, y por sus venas estallan “burbujas de sangre hirviendo”. El aula es un espacio en el que se muestran sin máscaras los rasgos esenciales de lo humano: el odio, la envidia, el resentimiento, la venganza, la inmisericordia, el desprecio, el dominio...
ResponderEliminarY en mi dedicación (obsérvese que no digo “trabajo”) de escritor jamás he encontrado mejor materia prima que todas esas que enumero.
Felicidad en el día de tu cumpleaños.
Gracias por los comentarios (y por la felicitación, Iván).Tengo la suerte de no considerar el trabajo como una tortura. He impartido variopintas asignaturas y de todas he aprendido y me he terminado enamorando. Con los alumnos en general he tenido buena suerte; no eran un suplicio, pero sí muy irritantes los alumnos que tuve el primer año que di clases en la Facultad (creo que fue en el 2001), supongo que mi bisoñez no casaba con su desinterés por la Historia de la Lengua. Ahí fue donde uno llamó a Sancho IV el Bravo "Sancho el Bestia" en un examen y otra defendió que la palabra "cenagal" era un etstimonio de ceceo, ya que la ortografía correcta era "Senegal"... Pero recuerdo sobre todo a los buenos alumnos y a sus grandes preguntas, casi siempre inocentes.
ResponderEliminarY creo que si el trabajo en algún punto es algo tortuoso que no nos gusta hacer por eso cuando uno tiene un trabajo que realmente disfruta y le gusta generalmente no lo piensa como un trabajo y le gusta realizar esa actividad y aunque este estresado uno puede tomar un descanso irse de vacaciones y despegar de todo lo malo.
ResponderEliminarSaludos.
Me encanta la etimología. Tuve la suerte de tener al profesor Ropero cuando yo estudiaba el último año de mi carrera. Algunas preguntas inocentes de las alumnas me hicieron reír, como la de llamar "anzuelo" al divieso o forúnculo que sale en el borde de los ojos ( etimología popular). Recuerdo la Universidad y la gente de Sevillacon muchísimo cariño. Y eso sí que nunca supuso un trabajo para mí. Ahora tengo la suerte de dedicarme a la enseñanza en Secundaria, grandísima ocupación que por su dedicación casi exclusiva casi hace desprofesionalizarse al verdadero filólogo. Supongo que algo hay que perder.Enhorabuens por el blog, que me hacer remembrar el verdadero amor que una vez sentí hacia la Historia de la Lengua.
ResponderEliminar